Amozoc y Chachapa: Paraísos del crimen

  • Alberto Pacheco Márquez

El día lunes, a muy temprana hora, se suscitó un hecho harto infame, de esos, que cimbran lo más profundo de nuestra humanidad, que llaman sin restricciones a la empatía.

Unos delincuentes, carentes de alma, unos verdaderos monstros, levantaron a un par de señoritas, que, aunque trataron afanosamente de evadir las garras de semejante maldad, finalmente, no lo lograron.

Y aunque es un hecho que se repite indiscriminadamente por decenas o cientos de casos a lo largo y ancho de nuestro país, no solo refleja la descomposición social tan profunda en la que hemos caído como nación, sino la miseria moral, con la que las autoridades comenzando desde lo local, actúan.

Indiferentes, pasivos, con una mediocridad que raya en la maldad más deleznable, porque nadie que jura servir a sus ciudadanos, debería ser tan miserable, para no agotar hasta el ultimo recurso a su alcance, para que esto deje de pasar.

Amozoc como municipio, recibió por concepto de FORTASEG 2019 al menos $11,704,385, así es, casi doce millones de pesos exclusivos para seguridad pública y que según los datos que le reportó al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica, los gastó de la siguiente manera:

$1,500,000.00 en programas de prevención. ¿Algún ciudadano conoce alguno de los programas que haya implementado el gobierno de Mario de la Rosa?, según los datos, se enfocaron en atención al sector juvenil, pero nadie sabe de alguna sola acción que haya impactado o mínimamente que haya sido llevada a cabo, ¿a dónde están los resultados?

$169,740.00 en servicios técnicos y científicos. ¿De verdad tanto cinismo? O es que el término científico en el léxico de la luz del mundo tiene otra connotación, si es así, que tenga la decencia de informarnos mínimamente.

$1,883,000.00 en capacitación y difusión en radio y televisión. Nuevamente, se aprecia tal capacitación en la capacidad de respuesta de nuestros uniformados. Los cuales, en realidad, son los menos culpables, pues solo los ocupan como un medio para encubrir la corrupción más vil.

$1,950,726.00 en homologación salarial y gastos de operación. Un rubro tan noble para maquillar cifras, que en vano ahondar más en el.

$5,593,000.00 en patrullas, uniformes y demás artículos o accesorios. En una entrega anterior, ya había hecho mención de que Amozoc, presentaba sobrecostos de hasta un 400% en este último rubro, lo cual solo habla de que lo único realmente importante es lavar el dinero a costa de nuestra integridad.

Lo peor es que lo anterior, está sucediendo en una era de acceso a la información sin precedentes, pero la gran mayoría de amozoquenses, no tiene idea de que, como municipio, contamos con un presupuesto único y robusto para que nos brinden seguridad y certezas a nuestra integridad.

Y tan absurdo, como que nuestro Presidente auxiliar, tampoco exija una parte correspondiente de ese dinero, en acciones contundentes de seguridad para los habitantes de Chachapa y sus colonias y se debe precisamente, a la profunda ignorancia y falta de conocimiento de lo que es la administración pública, sus programas y la correcta asignación de los mismos.

Y si en este momento de profunda indignación social, vamos a protestar, nos van a recibir con los mismos argumentos de “Vamos a escuchar sus demandas” “estamos trabajando en el caso”, aunque el Presidente municipal, ni siquiera da la cara, y sus regidores, que no tienen idea por conveniencia o complicidad, de cómo ejerce el presupuesto, se van por la tangente de la mediocridad.

Mientras nosotros, no tenemos más alternativa que buscar medios que, aunque les llamen primitivos (JUSTICIA POR PROPIA MANO), parece ser, la única esperanza para mitigar esta profunda maldad que ha encontrado en nuestro municipio, en nuestra junta auxiliar, una tierra fértil adonde actuar con plena impunidad.

Porque ¿adónde sino en nuestra comunidad, pueden asaltar a los mismos establecimientos una y otra y otra y otra vez sin que pase absolutamente nada?

¿Adónde sino en nuestro municipio, la delincuencia encuentra un sanitario de cadáveres, adonde pueden venir y tirar cuerpos, con total tranquilidad?, incluso con mensajes subversivos (recordemos que los dejan junto a nuestro panteón).

¿Adónde si no en nuestra junta auxiliar, pueden tranquilamente levantar a un par de jovencitas inocentes en plenas calles céntricas, sin que haya una respuesta inmediata?

Así es, solo en Amozoc, en Chachapa, adónde la norma es la incapacidad y mediocridad de sus gobiernos y adónde la delincuencia, si encuentras todas las condiciones necesarias para actuar y sentirse libres… que paradoja ¿no?

Para este 2020, Amozoc tiene un presupuesto asignado de casi 10 millones de pesos, los cuales ya están siendo ejercidos, sin embargo, como ya es costumbre, no sabemos en qué ni para qué, porque si algo queda claro, es que no es para brindarnos seguridad a las y los ciudadanos.

De hecho, con el tamaño de los recursos que la federación asigna a nuestro municipio en materia de seguridad, deberíamos tener un centro de atención y respuesta inmediata, cámaras con capacidad de reconocimiento facial y de placas.

Deberíamos tener una unidad de vehículos aéreos no tripulados.

Deberíamos estar dotados de una infraestructura tecnológica de primer nivel, de elementos policiales capacitados por instancias y agencias de seguridad reconocidas y no por asociaciones patito que lucran en contubernio con los alcaldes.

Pero, aunque parezca reiterativo, de nada servirá que alcemos la voz, que despotriquemos contra el Presidente municipal o el Auxiliar, si nosotros en primera instancia, no hacemos conciencia del profundo daño que nos causa el poder subyugado a la ignorancia, al uso y la costumbre, al compadrazgo, a la dádiva y al mercantilismo político que tanto nos daña, pero tanto nos gusta a la vez.

Nada va a cambiar mientras no seamos capaces de reconocer que la fuerza más poderosa para el cambio y el bienestar es el conocimiento, no solo la voluntad, porque por mera voluntad, lo único que hemos logrado, es un municipio, una comunidad, devastada, destrozada en su esencia más profunda.

Si no queremos que el caso de estas señoritas vuelva a pasar o nos llegue a pasar a nosotros, es momento de voltear a la ciencia, a la técnica, al conocimiento, eso si esta a nuestro alcance, con una acción tan básica pero poderosa… El voto racional, ya no más el emocional.

Que regresen sanas y salvas nuestras niñas…Toda mi solidaridad para sus familias. Porque ni una más, ni uno más, nadie más…

Nos vemos cuando nos leamos…

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Alberto Pacheco Márquez

Especialista en Desarrollo Regional y Gestión de Inversión Extranjera y Conferencista. Se desempeñó en el sector público y privado en México como en el extranjero. Dedicado a la vinculación entre México y Polonia