Infancia y comida chatarra

  • Marisol Calva

En Oaxaca y Tabasco se prohibió vender comida chatarra a menores de edad, situación que generó un álgido debate, entre diputados y partidos que impulsaban dichas iniciativas y el sector privado que vio en esta decisión, un golpe bajo a sus esquemas de venta y comercialización.

 Pero más allá de cuestiones políticas y comerciales,la batalla por el derecho de nuestras niñas y niños a la salud, empieza por el acceso a una alimentación saludable, y en México estamos muy lejos de garantizar ese derecho a toda la infancia. Tres de cada 10 niños en nuestro país padecen sobrepeso. A  nivel mundial, México ocupa  el noveno lugar según la Organización Mundial de la Salud, en casos de diabetes.

Y estas cifras tienen un común denominador que ha detonado el aumento de sobrepeso y diabetes que hoy aquejan a la sociedad mexicana: el consumo de refresco y comida chatarra.

Este fenómeno ha impactado de forma más grave a las comunidades rurales donde 7 de cada 10 niños desayunan con refrescos o jugos procesados. La epidemia de diabetes y obesidad ha alcanzado a las comunidades más pobres del país, de todos es sabido que podrá faltar agua potable, pero el camión de coca cola o marinela, seguro llega a cada rincón del país. Y no se puede juzgar desde el privilegio a todos quienes alimentan a sus hijos con refresco y comida chatarra en dichas comunidades cuando es lo que tienen a la mano y a bajo costo; sin embargo sí es responsabilidad de los gobiernos, impulsar iniciativas de educación sobre habitos alimenticios saludables, campañas informativas sobre el daño que provocan dichos alimentos y bebidas; y también tomar medidas para descincentivar su consumo

El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), reveló que en el país más de 25,000 muertes al año se atribuyen al alto consumo de bebidas azucaradas y está intimamente ligado a más de 14 enfermedades crónicas, cardiovasculares, de diabetes e hipertensión, además de generar caries dentales y mal funcionamiento del pancreas. En este sentido ¿Es necesaria esta prohibición? Es más que evidente que sí.

  1. porque tanto el refresco como la comida chatarra son altamente consumidos por los mexicanos.

  2. porque no tienen un valor nutricional saludable y no cuentan con el etiquetado necesario para que cada consumidor tenga una información plena sobre lo que está ingiriendo y el daño que provoca a su organismo.

La OMS recomienda la cantidad a 25 gramos de azúcar como ingesta al día. Pero de acuerdo a la Revista del Consumidor de Profeco, una Coca-Cola de 600 mililitros contiene 63 gramos de azúcar. Es decir, 38 gramos más que la recomendación máxima vigente. En este sentido vemos a las refresqueras actuando al margen de la ley, ignorando recomendaciones internacionales, con un etiquetado estándar, cuya base de 90 gramos de azúcar pone en riesgo la vida no solo de adultos sino también de los niños.

Al año, un mexicano ingiere en promedio 165 litros de refresco, o sea 464 latas al año. México es uno de los 4 países en todo el mundo que más consumen refresco. Es evidente que estos habitos de consumo dejan jugosas ganancias a los grandes corporativos refresqueros, sin embargo tienen un impacto directamente proporcional a la salud de las niñas y niños mexicanos. Por supuesto que no es un comportamiento ético y por encima de intereses económicos y comerciales, debe estar el derecho humano a la salud de la infancia mexicana.

Es necesario romper con habitos de consumo alimenticio nocivos eso depende de cada persona y cada familia, pero sin duda estas prohibiciones por polémicas, que sean, resultan necesarias cuando vislumbramos el inicio de un combate a enfermedades como obesidad y diabetes que están costando  vidas de infantes, jovenes y adultos.



 

Marisol Calva

@Marisol_Calva

 

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Marisol Calva

Politóloga, Maestra en Gobierno y Administración Pública, Secretaria de la Comisión Nacional de Redes Sociales de Movimiento Ciudadano. Ex candidata a Diputada Local