Pero el menú fue –faltaba más- chilito con huevo.

Uno a uno los invitados fueron llegando: Rogelio López, Abelardo Hernández, Minerva Castillo y su hijo Julio, Moy Sampayo, Noé Garrido, el doctor Trinidad, Saúl, hermano de Rogelio López, Goyo Castro.

Otros prefirieron no acudir, como Joaquín Barrios, por ejemplo, quien avisó que tenía mucho trabajo y Enrique “El Chatito” Rodríguez, dijo que fue a pasear en bicicleta pero que se le ponchó una llanta y no alcanzó a llegar.

Pero los que llegaron fueron sentados a la mesa y su mirada se clavó en una sola imagen. La figura de Erick Cotoñeto Carmona, el hombre fuerte del barbosismo. 

Erick, con su característico hablar chiveado, teniendo al lado a la directora del Bachilleres, plantel F-11, Marlene Ramírez Álvarez, comenzó a definir lo que sería la reunión: los perfiles de las candidaturas para Huauchinango y la región.

Varias fueron las propuestas, pero una destacó: La de Rogelio López Angulo, a quien se le sumaron todos los dizque aspirantes, que en realidad son mera pipitilla. Todos, menos uno: Abelardo Hernández.

Entonces se decidió que irían a una encuesta, donde medirían fuerzas. Sobra decir que de esa medición, el ganón no podría ser otro que López Angulo, por lo que salió con una sonrisa de oreja a oreja de la reunión, tan engallado que dos días después dio una entrevista a La Pasarela Noticias, donde dijo que le han ofrecido varios partidos participar y que “lo está pensando”.

Ya lo dijera Pancho Aguas Frescas, cuando dicen que no, es que sí.

Sabiduría plena.

Por cierto, Rogelio iría por la coalición PT, Verde y Morena, igual que Noé Garrido Hernández, quien buscará la revancha por el municipio de Chiconcuautla.

¿Será por esta decisión que Joaquín Barrios ni siquiera saludó a Rogelio López dos días después en el restaurante La Casona de Huauchinango, mientras tomaba su cafecito con leche el originario de Mocorito, Sinaloa?

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Una semana nada grata fue la que tuvo el alcalde de Zacatlán, Luis Lecona Marquez, luego de que se le ocurriera desalojar por la fuerza a vendedores ambulantes de los andadores del centro de la ciudad.

Y es que, en el afán de cumplir su promesa de campaña, de tener el centro limpio, para mantener el nombramiento de pueblo mágico y atraer el turismo, la agarró contra los pobres vendedores, aprovechando la contingencia por Covid-19 que le cayó –dixit López obrador- como anillo al dedo.

Y es que luego de tratarlos de convencer que era lo mejor para ellos y para sus clientes, pues así se evitarían mayores contagios, los vendedores, aglutinados en la organización VEAMZA, se montaron en su macho y decidieron plantarse, desobedeciendo las indicaciones.

Eso hizo montar en cólera al edil, quien desde su confinamiento (su esposa dio positivo a COVID), lanzó la orden de que se desalojaran el sábado en la noche con el uso de la policía, lo que convirtió en victimas a los vendedores y con ello un gran sector de la opinión pública, criticó severamente la decisión del edil.

Los vendedores por su parte, lamentaron que durante campaña, el profe Lecona fuera una dama con ellos y ahora hasta la policía les eche encima.

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En el PRD poblano está a punto de lograrse lo que nunca ha ocurrido: un acuerdo de unidad.

Y es que el partido del Sol Azteca, caracterizado por sus intensas luchas internas, al parecer está entendiendo que, si vuelven a dividirse, esta vez no solamente están en riesgo no solamente de no ser competitivos, sino de perder su registro, cosa que estuvo a punto de suceder en las pasadas elecciones, donde obtuvieron solamente el 3.01 por ciento de la votación. El mínimo para conservar el registro es 3 por ciento.

Y es que si es cierto que las desgracias unen, en esta ocasión, podría ser el huauchinanguense Carlos Martinez Amador, quien estuviera encabezando la dirigencia, seguido de Vladimir Luna Porquillo en la secretaría y otras carteras para otros actores políticos como Julián Rendón y la propia Roxana Luna.

De lograrse estos acuerdos, el PRD podría acceder a algunas negociaciones con otros partidos y así no perderse la fiesta del 2021. El próximo domingo se verá.

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Llega nuestro informante Pancho Aguas Frescas molesto porque el Bancomer de Huauchinango está cerrado temporalmente, por lo que tuvo que viajar hasta Xicotepec para cambiar un cheque.

• Ten paciencia, Pancho, la contingencia nos obliga a hacer esos sacrificios.

• Nel. –afirma tajante Pancho- no es por la contingencia.

• ¿No?

• Nel. Es porque encontraron agrietamientos que ponen en riesgo al inmueble.

• ¿Y ora?

• Creo que no soportó el peso de la construcción de una tercera planta del hotel del alcalde Gustavo Vargas.

Nos quedamos con cara de ¡what?, mientras Pancho comienza a alejarse, pero antes deja para la posteridad una frase que acostumbra decir el recién estrenado director de Cultura en el Estado, el huauchinanguense, Sergio Vergara Berdejo, cada vez que lo felicitan por algún nuevo logro.

“Estoy aquí por Vergara, no por Berdejo”.

No, pos sí.