Como país ocupamos el nada honroso tercer lugar en el número de víctimas por el coronavirus.

La Universidad Johns Hopkins desarrolla un registro mundial de contagios y decesos por el virus, que por su propagación en el orbe se transformó en pandemia. https://coronavirus.jhu.edu/map.html

En los datos que proporciona dicha Universidad, México aparece en el tercer lugar por el número de muertes y el sexto en número de contagios confirmados; los países que nos superan son Brasil en el segundo lugar y Estados Unidos de América en el primero por el total de fallecidos.

Atrás quedaron las imágenes del país de origen del virus y de naciones europeas sufriendo por la pandemia, hoy el número de muertes nos revela por si mismo la gravedad de los acontecimientos.

Cuando las remesas que mandan los paisanos a sus lugares de origen son cuantiosas, los políticos lo anuncian como si fuera un logro de su gestión, denotando una forma distorsionada de ver las cosas.

Con esa visión hay algunos que defienden las acciones materia de salud pública y habrá otros que creerán que ocupar un lugar mejor en el podio de la muerte sería un logro, sin embargo, hoy la gente no podría sentirse contenta con ocupar el tercer sitio en el mundo por decesos de coronavirus.

Surgen los cuestionamientos: tuvieron tiempo de preparase pues pasaron meses de la aparición del virus en China y la llegada a nuestro país; se desmanteló el seguro popular en un mal momento; los médicos reclamaron insumos para su trabajo; se confinó por área económica mas que por situaciones de riesgo y portadores asintomáticos, no se recomendó ampliamente el uso de cubre bocas, se compraron insumos caros y tarde; escasean las medicinas y no se realizan suficientes pruebas para detectar portadores y aislarlos.

Tales cuestionamientos sobre la salud pública llevan a preguntarse: ¿quienes serán los responsables de que México aparezca en el podio de la muerte?

El expresidente estadounidense Roosevelt expresó: “La muerte es siempre y en cualquier circunstancia una tragedia, porque si no es así, entonces significa que la vida ha perdido su significado”.

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6 de agosto de 2020