Berlín

  • Rodrigo Rosales Escalona

El conservadurismo y derecha en México, carente de ubicar un razonamiento lógico y reflexivo sobre el quehacer científico como el político y social, se reduce a externar que todo lo que no corresponde a una falsa moral, está en contra de la fe o de la democracia a su modo.

Es pertinente el ubicar que, en nuestra historia, el conservadurismo, siempre ha poseído como concepto de nación, El Dinero, por el cual gira sus intereses y enuncia que es patriótico.

Lo cual nos conduce a reflexionar sus efectos y conductas a la fecha. Para ello, analicemos las siguientes frases:

“Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores.“

“¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos que cometer?” Bertrand Russell filósofo, matemático, lógico y escritor británico.

“La historia de la ciencia, como la de todas las ideas humanas, es una historia de sueños irresponsables, de obstinaciones y errores. Sin embargo, la ciencia es una de las pocas actividades humanas -quizá la única- en la cual los errores son criticados sistemáticamente y muy a menudo, con el tiempo, corregidos.“ — Karl Raimund Popper filósofo austriaco 1902 – 1994.

“Creer uno que sabe Historia porque la conoce en los compendios, es querer formarse idea de la grandeza del mar, al comer una ostra.“ — Ignacio Manuel Altamirano escritor, periodista, abogado, maestro y político 1834 – 1893

En el transcurso de nuestra historia, en los momentos más álgidos y cruciales desde la Independencia, la invasión norteamericana, la Guerra de Reforma, la Intervención Francesa; luego la Guerra Cristera, quienes son los hacedores de la historia es el pueblo, independientemente de que se cuente con personas que emergen entre ellos, como líderes del momento. No se puede perder de vista que ante condiciones críticas que van en contra del pueblo, éste se moviliza.

Pues bien, es el pueblo en armas quien busca cómo ir construyendo un camino de justicia, donde no se ejerza apegada a intereses contrarios.

Está documentado que durante la invasión norteamericana como en la intervención francesa, quienes se marginaron en defensa de la nación, sin brindar ningún apoyo económico, con víveres y demás material de guerra al pueblo en armas, fue el clero y los conservadores. De Texas a la Ciudad de México, mantuvieron diálogo con los gringos, a quienes le pidieron no tocar sus intereses. Situación similar pero más apátrida fue con los franceses. Claro que el antecedente fue en la Guerra de Reforma, donde los conservadores fueron derrotados por los liberales; entonces, con la Francia imperial, contemplaron la revancha. Incluso, durante la Batalla del 5 de Mayo, en Puebla, Ignacio Zaragoza encuadró al ejército mexicano al combate, procurando fortalecer puntos de batalla en la ciudad. Entre tanto, el pueblo de clases humilde, participó en diversas formas en el combate. Sin embargo, esperanzados en la derrota del ejército mexicano, los conservadores y clero, preparaban suculenta comida para los vencedores de la república. Al enterarse Zaragoza, del proceder del conservadurismo clerical, sentenció que también dirigiría los cañones contra estos.

Con el porfiriato, muy a pesar de que se genera nuevo sector burgués, los cimientos conservadores se filtraron a su conveniencia. Al momento en que sus intereses no eran suficientemente satisfactorios con Porfirio Díaz, al momento en que Francisco Madero y quienes exigían la no reelección, se unen a su proyecto nacional. La represión porfirista, se transforma en Revolución.

Entre esos momentos, en Guadalajara, Jalisco, un político y dueño del periódico El Regional, Eduardo J. correa, va apoyar a Madero contra Díaz. Pero, Correa, impulsa acciones en otros estados como Aguascalientes, Guanajuato y San Luis Potosí, recordando cómo el liberalismo de Juárez, como desde la Revolución Francesa, impusieron el anticlericalismo. En realidad, su crítica era contra el liberalismo de Sebastián Lerdo de Tejada.

Motivados los conservadores por el ideario de la encíclica Rerum novarum de León XIII que en 1891 abrió las puertas a la participación de la Iglesia y los católicos en la política, se animan a entrar a la Revolución con Madero. Correa, jugó cartas con José Yves Limantur como con Madero, para ver quién logrará mantener o cambiar el poder. Los sectores católicos se reunieron con Gabriel Fernández en su casa, ubicada en la calle Burcareli, el 3 de mayo de 1911, junto con otros integrantes más católicos, para apoyar el programa del Partido Católico, con el fin de mantener apoyo a Madero. El Partido Católico surge con una clara vocación conservadora, extendiéndose en 6 estados de la república.

A la salida del país de Porfirio Díaz, y la toma del poder de Madero, los católicos querían que Francisco Vázquez fuera el vicepresidente con Madero, sin embrago, Madero se decidió por José María Pino Suárez. Los vazquistaz rompen con la postulación de Madero.

Para poder emitir su postura política, el Partido Católico Nacional hace nacer su órgano periodístico La Nación en junio de 1012; periódico que le es encargado a J. Correa por su experiencia con su diario El Regional de Jalisco.

Los conservadores se hicieron a un lado durante la Revolución, esperando mejores tiempos. Empero, si la Constitución contiene artículos sobre la cuestión religiosa inspirada por el liberalismo de Juárez, es como estalla la Guerra Cristera.

A la derrota del los cristeros, el conservadurismo muta de piel, algunos, otros se resguardan en catacumbas, para nacer luego en 1939 como Partido Acción Nacional, como tomista y de la democracia cristiana con Manuel Gómez Morín.

El conservadurismo ha mantenido una postura retrógrada contra los anhelos de ejercer una Constitución que en verdad sea por y para el pueblo. Jamás la clase burguesa criolla, coincide con la democracia y justicia social, al contrario, bajo el discurso de democracia, su moral se marchita cuando muestran acciones contrarias a la Constitución.

De esa catacumba, encuentra la oportunidad de aliarse con el salinismo neoliberal, porque coinciden en intereses económicos y políticos, permaneciendo durante cuatro sexenios, matrimonio que les permitió un sistema de saqueo y corrupción, contra la nación y pueblo.

Es perentorio remarcar, que el duopolio entre tecnócratas y   burguesía, en esa alianza perversa del PRI y PAN, desfigura más a un partido que nació de la revolución, para suprimirlo por un Frankenstein, sometiendo a un PRD que fue la voz de reclamo social, para imponer a los chuchos, que, en conjunto, saquearon y diezmaron la economía nacional, empobreciendo a la población, restándole beneficios sociales y otros servicios.

El hartazgo e ira social, se tradujo en la derrota del capitalismo voraz tecnócrata en las votaciones electorales, por un camino que continúa en vaivenes.

Como primeras acciones de pugnar por impedir una vez más, que sean derrotados, plantean o esgrimen, que quien sea distinto a sus privilegios, es calificado como “Populista o comunista”.

Para combatir a Andrés Manuel López Obrador, surge el llamado “Operación Berlín”, Enrique Krauze operó junto con un grupo de empresarios e intelectuales una campaña de guerra sucia contra Andrés Manuel López Obrador para impedir que llegara a la Presidencia de la República.

Desde mediados del 2016, los empresarios Francisco Agustín Coppel Luken, presidente y director general de Grupo Coppel; Alejandro Ramírez Magaña, director general de Cinépolis y el entonces presidente del Consejo Mexicano de Negocios, y Germán Larrea Mota-Velasco, presidente del Consejo de Administración de Grupo México, destinaron cuantiosos recursos para financiar la campaña negativa en contra de AMLO.

Y el encargado de orquestar la campaña fue el historiador Enrique Krauze director de la revista Letras Libres y de Editorial Clío, junto con el crítico literario Fernando García Ramírez, quien actualmente es columnista del diario El Financiero. 

De ahí a la fecha, las acciones permanecen e incrementan, conforme sus privilegios ya no existen, creando o financiando grupos como FRENA, para persuadir a una casta divina a que se manifiesten en sus automóviles en las principales calles de varias ciudades del país.

Como ya he mencionado que Carlos Monsiváis, califica a pregoneros de la derecha incrustados en diversos medios de comunicación como Telectuales, a manera de ubicar que se sirven de los medios para ser voceros de la inconformidad derechista.

                          Es mi voz, pero no es mi voz

Si recordamos que el exgobernador Mario Marín, por el problema de Lydia Cacho, gracias a unas grabaciones de voz, donde Marín afirma y niega que es su voz, Felipe Calderón, al mantener videoconferencia con políticos de países latinoamericanos, expone que el populismo se dirige al comunismo, donde Venezuela urge derrocar a Maduro mediante golpe de estado, así como enuncia que en México, AMLO viola la democracia, por lo que también cabría la opción de un golpe de estado. Al momento de ventilarse sus declaraciones, Calderón se desdice, como negando que es su voz. El problema recae que, en el caso de Marín, es la grabación estenográfica de su celular, mientras que, con Calderón, la videoconferencia es clara, porque su rostro y dichos, no pueden ser mentira.

Calderón, es parte del entramando de la criminalidad contra un pueblo, con él, más de un millón de muertos, 40 mil desaparecidos, continúa el saqueo y privatización de bienes nacionales; encarcelamiento, tortura y desaparición de líderes sociales. Genaro García Luna, es la mejor muestra de su corrupción, de la perversidad de su perfil.

Ya sea Enrique Krauze, Leo Zuckerman, Loret de Mola, Héctor Agilar Camín, más otros, son el coro contra una nación desesperada de justicia.

Para mí, si es o no presidente AMLO, el problema radica en que es el pueblo quien reprueba a esa caterva de malandros y vividores de un sistema que los privilegió en abundancia, haciendo de la legalidad, el instrumento de corrupción.

Son sus actos y voces las que los definen como apátridas.

Encontramos que Berlín, tiene dos parámetros históricos, donde los fines son los mismos.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx    Analista político y de prospectiva social

 

 Bibliografía:

Márquez Jesús V. La guerra del 47 y la opinión pública. México, Sepsetentas, 1975

Adolfo Gilly y otros. México un pueblo en la historia. México, Ed. Imagen, 1983

O´Dogherty Madrazo, L. De urnas y sotanas El Partido  Nacional Católico, México, Conaculta, 2001

Monsiváis C. “Estrategia del odio” Proceso, núm. 1537, 16 de abril de 2006

Shulgovski A. México en la encrucijada de su historia. México, Editorial Popular, 1980

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.