Amozoc; entre la desgracia del COVID19, su gobierno y los suspirantes de siempre

  • Alberto Pacheco Márquez

Amozoc es un municipio cuya grandeza se ha quedado en gestación perpetua, una especie de eterna promesa.

Si bien, forma parte de la zona metropolitana de Puebla, ha sido el que menos ha aprovechado tal circunstancia.

Hace no muchos años, tanto las Cholulas, como Amozoc y los demás municipios convergentes a la ciudad de Puebla, presentaban una realidad más o menos similar o al menos, las diferencias en desarrollo no eran tan notorias como lo son ahora.

Las Cholulas sobre todo, parecieran haberse subido a un cohete, a tal grado que, en muchos casos, llegan a eclipsar a la propia capital del Estado.

Se separaron de los demás y en especial de Amozoc, de tan increíble forma, que, en el retrovisor del desarrollo, Amozoc no figura ni como sombra.

Es cierto que hay factores exógenos que favorecieron tal situación, como los planes gubernamentales y empresariales de gran envergadura que generaron la proliferación de una creciente y pujante actividad de servicios y desarrollos inmobiliarios de alto nivel, pero también, ha sido la labor que sus gobiernos han realizado, a fin de ir consolidando esa dinámica y no salirse de la misma, sino seguir reforzándola.

No así en Amozoc, adónde a pesar de contar con una ubicación privilegiada, un incremento demográfico encima de la media nacional, vocación industrial y de servicios bastante intensiva y de las infraestructuras de las que se ha visto beneficiado, el retroceso, es lo único constante.

Ni siquiera a nivel político es considerado un actor relevante, pues si de algo se habla mucho de Amozoc, es de la ineptitud ultra exacerbada con la que ha sido gobernado por muchísimos años y que se refleja en los índices tan paupérrimos de desarrollo que presenta, sin olvidar, que la delincuencia y los flagelos sociales, no hacen otra cosa, más que incrementarse.

No existe un solo Alcalde en los últimos años, que haya ejercido un papel medianamente protagónico en la vida pública de la entidad; no hemos tenido uno solo que sea considerado relevante por su liderazgo u obras emblemáticas; más bien, han sido sin excepción, meros bultos mal puestos en la silla del poder y que a veces, ni para la foto son requeridos ya.

No ha habido uno solo, que haya logrado hacer sentir realmente representados a sus ciudadanos, que generara admiración y respeto; sino todo lo opuesto, repulsión, desprecio, animadversión, vergüenza, aunque cabe mencionar, que los ciudadanos no somos precisamente víctimas, sino cómplices.

Porque hoy juzgamos al que nos gobierna (con razón por supuesto) y mañana votaremos por alguien que representa exactamente lo mismo, acompañado de los mismos también, que solo se reciclan una y otra vez, ocupando regidurías, direcciones y N cantidad de puestos, sin el mínimo de cualificaciones e intelecto necesarios.

Hoy por hoy, Amozoc es tan solo un pueblote, al que lo mismo le pasa el desarrollo de lado y ni siquiera lo voltea a ver.

Un municipio gobernado por alguien que no es muy diferente a quien lo gobernó antes, ni tampoco, al que muy seguramente lo gobernará después.

Porque no hay absolutamente nada nuevo, mismas estrategias, mismos operadores y familias que estratégicamente se dividen para que sea quien sea el que gane, ellos sigan dentro de la codiciada nómina e influencia municipal.

Y los “suspirantes” de siempre, con sus grandes proyectos: Camionadas de material, lámparas, cursos sumamente innovadores como bordado, apoyos en especie y muchas “becas” como algunos llaman a la promesa de regalar un pago sin siquiera pisar alguna oficina (aviadores), lo que se repite una y otra vez y, que por increíble que parezca, les sigue funcionando también, una y otra y otra vez…

Personajes sin convicciones, sin cualificaciones, sin visión, sin formación y sin nada trascendente que ofrecer, “suspirantes”, que sencillamente deambulan en la vida necesitando ocupar un espacio para poder tener, lo que no son…

Y es que para que Amozoc pudiera revertir tan macabra directriz, necesita un Alcalde o Alcaldesa que comprenda las dinámicas de un mundo cambiante y volátil, y que sepa enfrentarlas convirtiéndolas en oportunidades.

Debemos entender que, desde la ignorancia no se puede construir nada, ni presente ni futuro, solo caos.

Para ejemplificar con claridad la gran tragedia de nuestro municipio, basta con un sencillo ejemplo: que la gran mayoría de los trabajadores que laboran en Audi y sus proveedoras, prefieren realizar trayectos de casi 100 km diarios hasta la Cholulas u Ocoyucan, porque los gobernantes de Amozoc, jamás tuvieron la visión de aprovechar nuestra ubicación estratégica y generar las condiciones necesarias, para que nos convirtiéramos en un referente en cuanto a desarrollo urbano y, en consecuencia, inmobiliario.

Ese que hubiera detonado conceptos sostenibles, modernos, de alto nivel y perfil socioeconómico, que a su vez se tradujera en un considerable incremento de la recaudación e ingresos propios, y que fácilmente se hubieran generado en nuestro municipio, de habernos anticipado a la dinámica que todos aprovecharon, menos…Amozoc.

Pero, por el contrario, nuestros brillantes Alcaldes, nos inundaron de fraccionamientos de interés social de muy bajo perfil y sin cumplir estándares mínimos de calidad, que no trajeron otra cosa más que limitaciones para el conjunto de los ciudadanos; escases de agua, mayor inseguridad, hacinamiento, falta de servicios básicos etc.

Y sin olvidar, que no se consolido ningún proyecto importante de inversión, pues aprovechando la llegada de Audi, las empresas proveedoras, prefirieron irse a Tlaxcala o Huejotzingo, antes que siquiera pensar en Amozoc.

Lo anterior, nos obliga a preguntarnos ¿Y ya no hay más que hacer? ¿Está todo perdido?

¿Cómo poder acelerar la recuperación de Amozoc y al mismo tiempo crear bienestar social equitativo?

Las respuestas son harto sencillas de responder, lo complicado es encontrar entre la fauna de políticos locales, las cualidades necesarias, para que sean una realidad tangible.

Necesitamos un liderazgo que ponga en el centro de las prioridades a la ciencia y tecnología como eje de desarrollo municipal y en consecuencia, generar el ecosistema adecuado, para transitar de un pueblote aferrado a su ya muy característica vocación de saquearlo sin piedad, a un municipio de Industrias tecnológicas, creativas y culturales, adónde desde los centros educativos y la universidad con que contamos, se esté, en un constante proceso de innovación que encuentre aplicación directa en su propio entorno como primera instancia.

Lo anterior sería que de “proveedoras automotrices” como insignia de nuestros parques industriales, pasemos a:

HUBS DE DISEÑO Y FÁBRICA INTELIGENTE que también ayuden a reinventarse a nuestro sector artesanal, adaptándolo a las mega-tendencias globales, permitiendo a las nuevas generaciones de artesanos, convertirse en creadores y diseñadores y no solo replicadores.

PARQUES INDUSTRIALES QUE ALBERGUEN EMPRESAS 3i + D, INNOVACIÓN, INVERSIÓN, INTERNACIONALIZACIÓN MÁS DESARROLLO. Tales como la industria aeroespacial y la biotecnología.

Unir a nuestras zonas ejidales y agrarias con cadenas de producción y consumo urbanas, vinculando a Amozoc con el mundo a través del consumo mediante formas innovadoras de distribución y venta, creando empleo digno a distancia, en especial, para los sectores más vulnerables.

En consecuencia, se impulsaría el incentivo migratorio más importante de la historia reciente: repatriar a nuestro talento con las mejores condiciones de vida y desarrollo y segundo, atraer a creativos y mentes brillantes de México y el mundo.

Así es amigos y amigas, por más surrealista que lo anterior parezca, es posible, pero el primer paso, es que nosotros dejemos de creer que lo único que nos merecemos es que nos regalen una lámpara o una donación de material, que dejemos de ser cómplices del compadre o la comadre que nos prometa cualquier cantidad de facilidades si les brindamos el apoyo a sus “suspirantes”.

Y más aún, dejar de incentivar la supervivencia de los monopolizadores del poder en el municipio, aquellos que han hecho de la ignorancia, las limitaciones y la falta de oportunidades, una manera de lucrar, que parece no tener final.

Amozoc no es víctima de la vida. Nosotros somos los creadores de nuestras circunstancias y tenemos el poder de impactar en los hechos que potencian nuevas realidades. Todo empieza en cómo pensamos y en como actuamos en consecuencia

Nuestro origen, no debe seguir siendo destino…

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Alberto Pacheco Márquez

Especialista en Desarrollo Regional y Gestión de Inversión Extranjera y Conferencista. Se desempeñó en el sector público y privado en México como en el extranjero. Dedicado a la vinculación entre México y Polonia