Confinamiento y vacaciones: cómo reducir el impacto psicológico en los niños

  • María José Zapata Moreno Valle

Este año nuestras rutinas, metas, y estilo de vida ha sido impactado por la llegada del coronavirus, el cual nos ha obligado a enfrentar situaciones con las cuales no estábamos familiarizados anteriormente; una de ellas, es realizar todas nuestras actividades desde casa sin poder salir. Asimismo, este nuevo contexto, trajo consigo una serie de retos y también sentimientos que han ido exacerbándose conforme los días de cuarentena avanzan y también con la convivencia con el otro (la cual no siempre es sencilla tomando en cuenta que cada cabeza es un mundo y que todos experimentamos la misma situación de diferente manera e intensidad). 

En el caso de los niños, esta situación tampoco ha sido fácil, dado que además de que sus rutinas han sido alteradas, también se ha limitado la posibilidad de movimiento e interacción que antes tenían al poder acudir a la escuela de forma presencial. Dicho esto, es importante tomar en cuenta que lo anterior puede tener repercusiones psicológicas negativas tanto en los adultos como en los niños que enfrentan el confinamiento; asimismo, dichos efectos pueden manifestarse en los más pequeños a través cambios en su conducta habitual tales como: 

“Berrinches” o llanto constante, causado por sentimientos de angustia al estar expuestos a las noticias o escuchar comentarios poco positivos por parte de los adultos sobre la situación. 

Alteraciones del sueño, las cuales son principalmente causadas por la falta de actividad física y por una rutina alterada. Incluso, en algunos casos se pueden presentar pesadillas o terrores nocturnos.

Rebeldía y dificultad para acatar las instrucciones que se les dan. 

Cambios de humor constantes y repentinos, que son la forma más común en la que los niños manifiestan cuando se encuentran a disgusto o incómodos con una situación. 

Una vez mencionado lo anterior, es pertinente hacer hincapié en la importancia que tiene el papel del adulto o de los padres ante este tipo de circunstancias, especialmente durante este tiempo de vacaciones en donde continuar con las rutinas y mantenerlos ocupados será fundamental para disminuir o combatir los efectos negativos que el confinamiento podría traer consigo en cuanto a los niños se refiere. Algunas sugerencias al respecto son: 

Optimismo.-los niños por lo general son muy perceptivos y se dan cuenta del estado del ánimo de sus padres y también cuando alguna circunstancia les afecta, lo cual, suele repercutir también en ellos (padres constantemente estresados pueden causar hijos ansiosos..). Asimismo, la actitud que se tiene ante algo, permitirá ver las cosas y resolver los “conflictos” que puedan presentarse de forma más asertiva. 

Rutinas.- a pesar de que es tiempo de vacaciones para descansar de los momentos ajetreados que se vivieron anteriormente al acostumbrarse a la cuarentena y las clases online, es importante que se continúe con horarios y tiempos similares durante la semana; esto es, debido a que los niños requieren de cierta rutina que propicie seguridad ante estos tiempos inciertos. Dicha rutina no tiene que ser rígida, sino más bien reflejar constancia, especialmente en los tiempos para despertar, comer y dormir, lo cual asegurará que puedan retomar con mayor facilidad los tiempos al regreso a clases (ya sean virtuales o presenciales). 

Tiempo en familia.- Anterior a la pandemia y el confinamiento, eran frecuentes los casos en donde algunas familias no tenían el tiempo suficiente para convivir entre sí debido al trabajo y actividades cotidianas; sin embargo, un aspecto que podría ser positivo de la cuarentena es que ésta favorece la interacción entre los miembros de la familia, la cual puede ser ocupada provechosamente a través de destinar un tiempo en específico en donde se pueda realizar una actividad en conjunto (juegos de mesa, ver películas, preparar algo juntos, hacer concursos, manualidades, etc.) 

Mantenerse activos.- Los niños suelen manifestarse “mal humorados” cuando están aburridos o tienen pocas actividades que sean estimulantes para ellos; es por esto, que es importante incorporar a la rutina actividades que les permitan no solo entretenerse sino también aprender y descubrir. Además, es benéfico si se incorpora a estos juegos y actividades conceptos que han abordado en clases como forma de repaso, por ejemplo: jugar a la tiendita incorporando sumas y restas,  hacer dibujos en el piso con gises para fortalecer la grafomotricidad, hacer experimentos, etc.

Hablar al respecto.- Es inevitable que los niños se encuentren expuestos ante las noticias o algún comentario relacionado con la situación que se está viviendo, lo cual puede causar preocupaciones o ansiedad en algunos casos; debido a esto, es importante permitirles que expresen su sentir, manifiesten sus dudas y se intente explicarles lo que está pasando usando un lenguaje claro y apropiado para su edad. 

 

Finalmente, a manera de conclusión ante lo mencionado previamente, cabe destacar que esta situación es nueva para todos nosotros, en donde  cada persona ha pasado por un proceso de ajuste diferente y  es normal sentirse abrumados en algunas ocasiones; sin embargo, es importante también recordar que cada situación por muy difícil que sea trae consigo enseñanzas que nos permiten mejorar, desarrollarnos y ser más conscientes sobre nuestro potencial. Asimismo, en lo referente a los niños, hay que tomar en cuenta que la forma en la que se maneje esta situación formará parte de los recuerdos que los niños tengan en un futuro sobre estas circunstancias y también de sus padres. Es por esto que es recomendable intentar sacar el mayor provecho a lo que se está viviendo y tratar de sobrellevarlo de la mejor manera posible: siendo pacientes, tolerantes, amorosos y destinado siempre un momento de escucha para ellos. 

Opinion para Interiores: 

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María José Zapata Moreno Valle

Licenciada en Psicología, Máster en Pedagogía y Educación Especial. 

Docente de primaria, forma parte del departamento de Inclusión en el Colegio Humboldt; se ha desempeñado como terapeuta infantil.