“Los saberes se construyen desde dentro y

desde fuera, desde la red, la trama

y la urdimbre social, en donde todos

somos parte del tejido social y en donde

 cada saber es un hilo que se va tejiendo

 a lo largo de cada una de nuestras vidas”.

María Teresa Galicia Cordero

Esta semana que pasó estuvo llena de experiencias de aprendizaje y de momentos de mucha reflexión en cuanto a lo que tiene que ver con la educación, entendida y siguiendo a Arduino (1991), como la función global traducida por prácticas dentro del conjunto más vasto de las ciencias del hombre y de la sociedad.

La primera experiencia de aprendizaje, fue a invitación del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara y dentro de la celebración del décimo quinto aniversario del Doctorado Interinstitucional en Educación. Organizaron un webinar con los aportes de las investigaciones doctorales de María Elizabeth Luna Solano, Mónica Castillo Delgadillo y yo.

Dentro de un conversatorio ágil entrelazado con las preguntas de los asistentes, cada una de nosotras presentó sus aportes relacionados especialmente con el entorno educativo y las planeaciones didácticas.

Presenté algunos resultados centrados en los hallazgos que sobre la construcción de los saberes de los migrantes de retorno en el circuito migratorio Ozolco Filadelfia, se fueron evidenciando a lo largo de mi investigación. Fue de tipo cualitativo interpretativo a partir de los relatos biográficos, sus resultados mostraron la construcción de sus “saberes experienciales” y de un “habitus migrante”.   

Mi intención fue promover la reflexión en los escuchas, acerca de la relación que se establece entre estos hallazgos y los procesos educativos en el mundo de vida cotidiana, en donde la construcción social del sujeto se realiza a partir de situaciones problemáticas a las que se enfrentan los seres humanos en sus diversas experiencias vida. Ante esto y relacionado con el ámbito escolar pregunto: ¿es posible que en la escuela se fomente esa construcción, o por el contrario, que se obstaculice o hasta se ignore?

En este tiempo que ha pasado y en el que seguramente vendrá en el corto plazo, los docentes y los alumnos se encontrarán ante la disyuntiva sobre lo que es necesario priorizar: el tránsito curricular obligado sin tomar en cuenta las realidades que lo rodean o bien, enseñar y aprender desde la compleja realidad de quien aprende.

Sin duda, la inserción de las TIC o de otras herramientas como la televisión, ha implicado el aprendizaje continuo de nuevas maneras de aprender y enseñar ante las problemáticas a las que se enfrentaron tanto los docentes, como los alumnos y sus familias,  por lo que ante ese cambio de escenario súbito, surge la  necesidad de  reflexionar profundamente en que las realidades de cada uno de los alumnos es totalmente diferente y que ante esa realidad cambiante, cada saber ,  tal y  como se muestra  en mi investigación,  no tiene que ver solamente con lo cognitivo,  sino también y en buena parte, con lo emocional y lo práctico.

Por tanto, opino que es fundamental escuchar primero a los involucrados en estos procesos, oír sus voces, saber por lo que están pasando y actuar en consecuencia. Es cuando la narrativa aparece como lo afirma Frida Diaz Barriga, como un excelente dispositivo pedagógico para resignificar las experiencias, para afrontar esas realidades tan complejas y variables como lo son ahora.

El poder articular en los procesos educativos el mundo de la vida como fuente de saberes conlleva a imaginar nuevas y mejores realidades que implican al mismo tiempo, decisiones a nivel macro en las políticas educativas, así como en lo messo y en lo micro, en ese espacio cotidiano, dentro o fuera de las aulas escolares, donde la experiencia de enseñar y aprender se reconfigura día con día.

Este relacionar mundo- vida- saber- escuela puede entrelazarse con   acciones formativas que demanden la reflexión e interacción entre los miembros de la comunidad educativa que permitan tanto el cuidado de si, como de los otros, de manera individual como colectivamente.

Opino que , a diferencia de muchos investigadores, este año escolar que terminó no ha significado un retroceso u olvido de aprendizajes para nuestros estudiantes, maestros y sus familias, porque todos de una u otra manera  nos hemos enfrentado a una serie de problemáticas que necesariamente nos han generado saberes producto de nuestras experiencias, la diferencia es que muchas veces, estos saberes  no son apreciados  en el ámbito escolar o bien son invisibilizados o hasta rechazados, pero  adquieren valor en tanto  son  saberes construidos en nuestras realidades sociales,  producto de  las interacciones y de los afectos que traspasan los contenidos curriculares.

Cada enseñante tiene la palabra, donde tomado en cuenta su autonomía profesional, cuestione el deber hacer que se le impone y realice un análisis crítico de las realidades sociales que confluyen en el acto de educar.

Por la extensión de este artículo, dejaré para la siguiente semana mis reflexiones derivadas   sobre mi segunda  experiencia de aprendizaje, esta vez  con más de cuarenta docentes, relacionada  con la construcción de Relatos Digitales Personales, que nos permitió construir una narrativa con sentido y significado personal dentro de   un proceso de acompañamiento, con evaluación y retroalimentación permanente a cargo del  Grupo de Investigación en Docencia, Diseño Educativo y TIC (GIDDET-UNAM PAPIIT IN301620)  GIDDET. Las temáticas de los relatos tuvieron como eje principal: “Docentes frente a la Pandemia Covid 19. Suceso, historia y narrativa”.

La Jornada Virtual de presentación de estos Relatos Digitales inicia mañana a las 10 horas.  En esta primera sesión participo con el relato “Del sueño americano a la esperanza azul”. La Jornada continuará los días 22,24 y 27 de julio en horario de 10 horas a 12 horas.

Están todos invitados en este tiempo de aprender, será por vía Zoom: ID 998 4055 4019, contraseña: 604389, o por You Tube con el nombre de la Jornada.