¿Cuánto vale tu tiempo?

  • Rafael Reyes Ruiz

Hace unos días vi en Twitter una publicación que decía algo así como: “después de cuatro años de trabajo y sacrificios, puede llegar a mi meta y comprarme mi coche”; a esta publicación la siguieron varias en el mismo sentido. En días más recientes, en la misma red social surgió una tendencia que consiste en decir a los cuántos años se había comprado el primer coche sin ayuda de los padres.

En ambos casos, el debate y polémica se dividió en dos sentidos. Los que decían que es algo que no se debe presumir, y quienes aprobaban la publicación diciendo que si era fruto de esfuerzo y dedicación sí debía presumirse. Nadie habló de trascendencia.

Tengo un respeto absoluto por el derecho que cada quien tiene de hacer con su vida lo que mejor le parezca, y usar su tiempo como quiera. Solo que, al ver esas publicaciones y las respuestas que generaron, no pude evitar pensar en la mentalidad que se ha creado en gran parte de la sociedad: consumismo puro.

Desde mi perspectiva me cuesta trabajo creer que alguien se levante todos los días, vaya a un trabajo de ocho horas o más, ponga ahí su esfuerzo y su talento, con el solo fin de adquirir un bien material. Y ya cumplido el reto, seguir con la misma rutina para ahora adquirir un bien mejor al anterior. Sí, tal vez soy un idealista, pero en serio creo que la vida es más que eso.

Retomo las palabras de Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay: “Cuando compras algo, no lo compras con plata. Lo compras con el tiempo de vida que usaste para obtener esa plata. Y no se dan cuenta que lo único que no se puede comprar es vida. No puedes entrar a una tienda a comprar vida”.

Es una ley universal que, lo que se siembra se cosecha. Sin duda alguna, lo que hoy tenemos es resultado de lo que sembraron generaciones anteriores. ¿Qué tenemos que sembrar hoy para que las generaciones futuras cosechen ideales trascendentes?

No estoy en contra de que se obtengan frutos materiales del trabajo honrado, solo creo que deben ser medios, no el fin.

Rescoldos.

Gregorio Samsa, una mañana, despertó convertido en un insecto monstruoso. Con lo que hacemos, con lo que pensamos, con lo que soñamos… ¿en qué clase de monstruo despertaremos convertidos un día? ¡Que Kafka nos redima!

 

 

Rafael Reyes Ruiz

@RafaActivista

rafaactivista@gmail.com

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Rafael Reyes Ruiz

Activista social dedicado a brindar ayuda integral a grupos de alta vulnerabilidad. Fundador de Fundación Madai, que apoya a niños con cáncer y sus familias. Miembro de grupos y colectivos de la sociedad civil. Escritor, articulista, conferencista. Desarrollador y promotor del emprendimiento social.