Cuidemos nuestros jardines en 2021

  • Fernando Dworak

Fernando Dworak

 

Cualquier intento por creer que la política es obvia, simple o lineal, y por ello no requiere de estrategia, fracasará inevitablemente. Lo anterior es especialmente relevante en momentos como éste: llevará al desastre cualquier supuesto que parta del buenismo, el pensamiento mágico o el discurso motivacional disfrazado de civismo. Lamentablemente, muchos políticos están interesados en fomentar ese tipo de ideas, pues así corresponde a sus intereses.

Una de esas ideas es impulsar una gran coalición de los partidos de oposición contra Morena para todos los niveles de gobierno en 2021, siendo una variante llamar al voto útil contra cualquier candidato que esté bien posicionado frente al partido en el gobierno.

Sin embargo, el planteamiento tiene dos fallas. La primera, se reducirían las agendas nacionales y locales a refrendar o no a una persona que ni siquieraaparecerá en la boleta, a costa de todos los problemas en los estados y municipios. Además, tomemos en cuenta que pocas cosas le serían más favorables a alguien que tiene el monopolio del discurso moral que caigamos en un juego de polarización donde él sabe ganar.

A reserva que haya alianzas que podrían prefigurar el futuro mapa político, como una posible coalición PRI-PRD-MC, que lleguen a sentar las bases para un partido socialdemócrata, no seré cómplice de la mediocridad colectiva de nuestros partidos a nombre de voto útil alguno. No por oponerme a algo traeré de vuelta a políticos que nos llevaron a este caos por acto u omisión. Al contrario, y como haría el Cándido de Voltaire, cuidaré mi propio jardín.

¿Qué significa esto? Si el afán es reducir todos los problemas del país en una persona, el mayor acto cívico es separar agendas, atendiendo los problemas que nos son inmediatos. De esa forma, se pueden distinguir las agendas estatal y local de la federal, identificar los temas y, en su caso, evaluar a los legisladores locales y autoridades municipales que pretendan competir para continuar en sus puestos.En el reconocimiento que hay políticos que sólo estorban en todos los partidos, el objetivo es que, a través de la critica y el contraste, sobrevivan los que realmente sirvan.

Posiblemente muchos diputados o ediles de Morena ganaron en 2018 gracias a haberse tomado una foto con López Obrador. Sin embargo, eso no implica que todos se hayan sentado en sus laureles, o que no haya cuadros preparados. Por otra parte, es posible que muchos opositores que ocupan un cargo no aportaron gran cosa, aunque algunos hayan hecho un trabajo ejemplar.

Bajo esa premisa, si mis diputados federal y local de Morena y mi alcalde del PRI buscan competir para reelegirse, pondré especial atención a su desempeño y, si resulta positivo, votaré por su reelección. De lo contrario, veré entre los candidatos quién presenta una alternativa clara y competitiva. Evitaré a los políticos “de siempre” o a partidos que prefieran mantener cotos de poder para un grupo, aún cuando eso signifique perder apoyo.

De la misma manera, invito a quienes leen esto a que hagan lo propio. Pueden tener un buen o mal legislador de Morena o de otro partido. ¿Qué tal si, antes de reaccionar, hacemos que la elección trate de nosotros mismos y nuestros problemas, en vez de un caudillo? Rompamos la trampa discursiva que nos tiene atorados desde hace más de 15 años.

En este espacio presentaré algunos criterios para evaluar a lo largo de las próximas semanas.

@FernandoDworak

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Fernando Dworak

Politólogo ITAM, Maestro en Estudios legislativos Universidad de Hull. ExSecretario de la Comisión de Participación Ciudadana en la Cámara de Diputados. ExDirector de Estudios Legislativos en Gobernación