Tehuacán ante la sombra

  • José Juan Espinosa Torres

Imagínense que acuden a un médico especialista para aliviar a uno de sus familiares y resulta que ni los cura, agrava el estado médico y resulta que ni es médico porque no tiene título profesional. Pues lo mismo sucede con los Diputados y Diputadas de la Comisión de Gobernación del Congreso del Estado, cuatro de las y los siete integrantes no tienen registro de cédula profesional registrada en la SEP. Para colmo, dos de ellos presumen sus estudios y relaciones con la Libre de Derecho y la UDLAP. Me recuerdan a lo sentenciado el filosofó Emilio Lledó, “es terrible que un ignorante con poder político y repleto de ignorancia determine nuestras vidas".

La Constitución del Estado de Puebla y las decisiones más importantes de gobernabilidad se toman en una mesa donde la mayoría no cuenta con preparación ni académica, ni política. El Congreso del Estado es fiel reflejo de lo que sucede en Casa Aguayo, quizá por ello modificaron al vapor la Ley Orgánica de la Administración Pública, un día antes que Luis Miguel Barbosa asumiera la gubernatura, para que dejara de ser un requisito el contar con una licenciatura afín para ser Director General. Basta recordar que Miguel Barbosa y Gabriel Biestro se titularon el año pasado.

La ignorancia es muy atrevida. Para muestra el caso Tehuacán. El pasado lunes se inició el procedimiento para desaparecer el Ayuntamiento Tehuacanero, motivado por ciudadanos directamente ligados a los diputados de la región. Al Gobernador no le bastó con imponer a sus asesores en el Senado como los cuadros de primer nivel en el Gobierno Municipal. Al primer alejamiento político de Patjane lo convirtió en el primer preso político del quinquenio. Y vetó al suplente (por cierto su pariente político).

Con ello no busco defender la administración de Patjane, sus resultados en materia de seguridad y el saboteo y la división de su gabinete, socavaron la legitimidad democrática con la que llegó al poder en julio del 2018. Lo recalco porque no faltará quien falazmente me acusa de haber tenido injerencia en su administración. No les queda de otra a quienes a falta de ideas y propuestas solo se dedican a aplaudirle a LMB, casi hasta que les sangren las manos y las rodillas.

Pero tengo que afirmarlo con total conocimiento de causa, la desaparición del Ayuntamiento de Tehuacán y el nombramiento de un Concejo Municipal, están condenadas al fracaso. El procedimiento tiene vicios de forma y fondo, los integrantes de la Comisión de Gobernación aprobaron el inicio de un procedimiento sin causales contundentes. Por ejemplo, se busca que el señor Artemio Caballero, sea responsable de los actos que suscitaron con anterioridad a su toma de protesta; otro de los ridículos consiste en el intento de asumir facultades exclusivas de la Contraloría Municipal, la Fiscalía del Estado y el Poder Judicial, es muy simple, el Congreso del Estado no puede sentenciar por la comisión de delitos, ni determinar responsabilidad en los procedimientos internos.

Los argumentos de la Comisión son tan endebles, enclenques, débiles y carentes de sustento jurídico que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación les resarciría inmediatamente la calidad de funcionarios electos. Para bien o para mal de la segunda ciudad más importante de Puebla.

Lo que sí es un hecho, es que tarde o temprano, los regidores que integraron la famosa “Comisión Especial para la Representación del Municipio” serán procesados penal y administrativamente por usurpación, al asumir las facultades que la ley le otorga exclusivamente al Presidente Municipal y expedir 67 resoluciones administrativas y financieras. Su ambición los cegó para dejarse seducir por el canto de las sirenas de Casa aguayo.

Lo que el Gobierno del Estado quiere arrebatar, no es la gobernabilidad y la seguridad. Son los 852 millones de pesos anuales, que los hombres y mujeres cercanos al jefe político del Estado quieren administrar.

Pobre Tehuacán, tan lejos de la Virgen de la Concepción y tan cerca de su hijo prodigo, Luis Miguel Barbosa Huerta.

Postdata

El caso Tehuacán no es la excepción a la regla, la Ley se dobla y se estira, siempre a conveniencia del ejecutivo. La reforma tan celebrada para desaparecer el fuero, fue un vulgar copypaste de la columna de Barbosa en Milenio del 14 de febrero de este año. Eso pasa cuando ya algunos diputados muy limitados, contratan a los compromisos de campaña, los cuates y  los compadres, en lugar de técnicos.

 

 

dip.jose.espinosa@congresopuebla.gob.mx

 

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José Juan Espinosa Torres

Administrador de empresas por la Ibero Puebla. Se ha desempeñado como diputado local por el XX Distrito, donde fue presidente de la Mesa directiva de la LX Legislatura del Congreso del Estado de Puebla. Ha sido presidente municipal de San Pedro Cholula.