Un dibujante sin lápiz

  • Verónica Mastretta

Leí la entrevista que el diario El País le hizo a Carlos Urzúa y que se publicó el 2 de julio. Está llena de datos útiles  que ayudan  a entender mejor el momento económico en el que estamos. Urzúa deja en claro   que está de acuerdo en muchos de los objetivos del presidente López Obrador , pero no está de acuerdo en la forma en que dichos objetivos se operan desde dentro del gobierno federal. Maquiavelo escribió que no siempre las buenas intenciones se llevan a cabo de manera oportuna y eficaz y el resultado puede ser fatal.       

 Para Urzúa, el principal problema que enfrenta México en términos económicos es que no hay dinero público.  Entender porqué dice eso es fundamental. La falta de dinero público tiene su origen en una mala recaudación de impuestos que es histórica . En las últimas  siete décadas las fuentes de ingresos para el gobierno mexicano vienen o del pago de impuestos y derechos federales y estatales o del dinero que ha generado el petróleo, con todos los altibajos que eso ha significado. Hoy Pemex no solo no genera excedentes, absorbe miles de millones de  dinero fiscal que se urgen en otros lados de la economía . La recaudación  de impuestos que Urzúa pretendía lograr sí pasaba por una forma distinta de cobrar impuestos. Los datos que él da son implacables.  La recaudación tributaria en México hoy ha caído a solo el 14% del PIB.  Y lo cito:

- "Cuando tú tienes una recaudación así de baja, a no ser que tengas ganancias extras muy grandes por derechos de hidrocarburos, o de cobre, como es el caso de Chile, no vas a salir bien porque es demasiado poco dinero para la magnitud de los problemas que enfrentas....  Si tú quieres ser un país que de manera ordenada pueda progresar, donde la justicia misma sea evidente en el trato del gobierno a sus ciudadanos, con grandes oportunidades de educación, salud, etcétera, tienes que tener una cierta cantidad de dinero y México no la ha tenido. De vez en cuando nos salvan yacimientos como Cantarell". 

La segunda cosa que Urzúa menciona es que si quieres crecer como país, debes de tener una inversión mínima del 25%.  Lo que él proponía antes de entrar al gobierno era mejorar la calidad de la inversión pública y seguramente una reforma fiscal, a la que el presidente dijo que no desde que estaba en campaña. Pensó que con austeridad extrema y el combate a la corrupción se lograría tener dinero. Pues no, no alcanza.  En 2018, la inversión en el país era del 22.4%,  3.3% era inversión pública y 19% era inversión privada. Para 2019, la inversión en el país había caído al 20.2 del PIB. Las razones de esta caída son múltiples, pero entre otras es porque el dinero que el gobierno debiera recaudar por IVA, ISR y otros derechos, se desplomó.  El resultado es uno: el gobierno tiene mucho menos dinero que antes. La crisis del COVID ha venido a acelerar la espiral hacia abajo. La inversión del gobierno ha caído al 2.8% y la del sector privado nacional y extranjero, al 17.9%.

Dice Urzúa que la falta de dinero tensionará sin remedio la relación entre el gobierno federal  y los gobiernos de los estados , así como la operación de todo el aparto de gobierno.   Ya lo estamos viendo. Como en los matrimonios, la primera causa de divorcio es la falta de dinero.  En esta gran casa que es México los pleitos crecerán cada día. La recaudación de impuestos difícilmente mejorará,  a menos que se implemente una política de recaudación fiscal basada en el miedo, entre otras cosas, porque el gobierno federal ha minado sus estructuras administrativas, entre otras , en la Secretaría de Hacienda. Los recortes, aún antes de la crisis del COVID, ya habían  mermado la eficacia del gobierno federal a extremos inimaginables. Tanto en el cobro de impuestos como en cualquier trámite ante una instancia de gobierno, la falta de dinero se ha hecho  sentir. Los trabajadores del servicio público sufren por falta de herramientas para hacer su trabajo, y  sufre cualquier ciudadano que necesite hacer un trámite. 

El sábado, la Secretaría de Economía anunció que retiraría las computadoras a 3 de cada 4 trabajadores. Seguramente las computadoras eran arrendadas y no hay manera de seguirlas pagando debido a los recortes del ramo 3000. La secretaría de Economía, entre otras cosas, es responsable de los permisos de exportación e importación, de los cuales depende tanto nuestra economía. Sin computadoras no veo cómo sacarán adelante sus trámites. Dificil que el T-MEC, en el que están puestas tantas esperanzas,  funciones  si los trámites se vuelven imposibles. 

En términos de metáfora, es como si a un dibujante le quitan su lápiz y le piden que dibuje. 

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Verónica Mastretta

Licenciada en Relaciones Internacionales, especializada en temas de comunicación, sustentabilidad, medio ambiente y gestión social