Entre la crisis sanitaria y la económica

  • René Sánchez Juárez
Meses después del confinamiento nos encontramos con otro problema.

Ya vamos para cuatro meses de la jornada de sana distancia, y ya hemos rebasado los 256 mil casos acumulados y más de 30 mil lamentables defunciones, una letalidad de más del 10%, lo que nos coloca dentro de los países con más decesos a causa del COVID-19.

Es cierto, hemos rebasado a países como Francia y España; sin embargo, debemos tener en cuenta diferentes aspectos, como el número de población, características de los pacientes y servicios de salud. Lo más adecuado para comparar tasas de personas infectadas será la de casos por millón de habitantes, donde México aparece en parte más baja y aún así hay otras variables que se deberían incluir, por ejemplo, que Estados Unidos y México encabezan los índices de personas con diabetes y obesidad, mientras que los países europeos tienen un alto índice de personas mayores de 60 años.

Hay muchas opiniones encontradas, las que aseguran que la estrategia del gobierno federal es errada y que tuvo que haber controlado la expansión del virus, otras que las pruebas de detección se hubieran aplicado de forma masiva; sin embargo, las acciones de la secretaría han hecho que el número de camas y respiradores no sean rebasadas.

Pero meses después del confinamiento nos encontramos con otro problema, la crisis económica que está generando ha hecho que la gente salga a la calle a buscar el sustento, si bien en ciudades como Puebla el uso del cubrebocas es generalizado, el número de casos también se han incrementado.

Conforme pasa el tiempo, los casos de personas infectadas o fallecidas entre familiares y amigos cada vez es más común, lo que ha hecho que la gente se cuide más, pero al mismo tiempo tiene que trabajar y salir con miedo, pero no puede dejar de buscar el sustento para su familia.

Todas las pandemias conocidas han durado al menos dos años, lo que nos habla que tenemos que acostumbrarnos a esta nueva normalidad, aquellos que tienen el privilegio de trabajar desde casa con un ingreso asegurado cuidarse de no enfermarse, y los que salen tienen doble presión sobre ellos. El gobierno debería ocuparse como lo aseguraba el presidente en su toma de protesta “primero los pobres”, se debe analizar la propuesta de un Ingreso Mínimo Vital para este periodo de crisis sanitaria y el seguro de desempleo como solución de fondo, porque no sabemos cuándo terminará, pero no será pronto.

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René Sánchez Juárez

Politólogo y Maestro en Ciencias Políticas. Académico de la BUAP. Sindicalista y dirigente FROC-Puebla. CONLABOR. Ex Diputado Local y Federal