El Plan “B” de Barbosa

  • José Juan Espinosa Torres

Han transcurrido más de dieciocho meses desde que el barbosismo se apoderó de las estructuras del Gobierno del Estado, primero en la figura de Pacheco Pulido como personero y a partir del 1 de agosto de 2019 de manera formal.

Se debe resaltar que ante los excesos, yerros, descuidos y desatinos del actual régimen estatal, reluce el silencio complaciente de Eduardo Rivera Pérez, quien desde hace un par de meses ha iniciado una serie de encuentros con grupos y sectores, con miras a ser de nueva cuenta, el candidato de su partido a la Presidencia Municipal de Puebla.

Recuerdo aquel domingo once de febrero del dos mil dieciocho, Luis Miguel Barbosa acudió al “Salón Linda Vista” en San Pedro Cholula a un encuentro con mujeres; al término del evento el precandidato me pidió subirme a su camioneta, por cierto su chofer que al igual que él, procedían de la Ciudad de México y no conocían la región, por lo que tuve que guiarlo. Ya en el trayecto sobre la federal a Atlixco me felicitó por la capacidad de movilización y me preguntó ¿como podía llegar al “Encanto”?, propiedad de un empresario muy cercano a Palacio Nacional pues me comentó que sostendría un encuentro con Eduardo Rivera para ofrecerle la candidatura a Presidente Municipal.

Desde ese entonces Barbosa descalificaba en público y privado a Claudia Rivera, aseguraba que “para ganar necesitaba que Lalo Rivera fuera el candidato de MORENA”. Cuando me pidió la opinión le dije que veía muy complicado que los consejeros estatales dejaran pasar esa estrategia pues sería una afrenta directa a los cuadros fundadores del partido. Pero si su decisión ya estaba tomada y como era por género le sugerí que le invitara a que si no era el, la candidata fuera su señora esposa, a lo que me respondió que era una buena observación.

Pasaron las semanas y todos sabemos que fracasaron los intentos de LMB por cambiar el género de la candidatura en la capital del estado.

Ya durante la campaña del 2018, coincidí con Lalo Rivera en la antesala del noticiero de Fernando Canales y me pidió que en el distrito 20, donde fui candidato, “lo pudiera ayudar” pues “él y su equipo se habían comprometido con Barbosa para apoyarse mutuamente y con ello asegurar un voto dividido en la ciudad de Puebla”.

Desde ese entonces Eduardo Rivera, como candidato de la Coalición Por Puebla al Frente (PAN-PRD-MC) y lo que llevamos de la administración estatal, no ha tocado ni con el pétalo de una rosa el gobierno de Barbosa.

Entre gitanos no nos leemos las manos, en el marco de las campañas los acuerdos de esta naturaleza se dan de forma cotidiana, pero es claro que Eduardo Rivera sostiene un pacto de complicidad con el actual régimen estatal.

Cada quien tendrá su lectura, pero hay que valorar si ante la patente fractura entre el barbosismo con la cúpula partido-gobierno a nivel nacional pudiera darse el caso que la designación de candidaturas el siguiente año  no sea palomeada (como tradicionalmente se daba) en el escritorio del jefe político del estado.

Barbosa sabe que si le imponen un candidato debe tener un “plan B” para blindar el camino a la sucesión.

¿Biestro es el plan A o el plan B del Gobernador?

dip.jose.espinosa@congresopuebla.gob.mx

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José Juan Espinosa Torres

Administrador de empresas por la Ibero Puebla. Se ha desempeñado como diputado local por el XX Distrito, donde fue presidente de la Mesa directiva de la LX Legislatura del Congreso del Estado de Puebla. Ha sido presidente municipal de San Pedro Cholula.