Atentos, no vaya a ser “Pobre normalidad"

  • Irvin García

Después de la declaración del Martes 30 de Junio por parte del Subsecretario de Salud Federal, Hugo López Gatell, respecto a la pandemia del COVID-19 durará entre 2 o 3 años en el mundo. Los Gobiernos se deberían obligar a replantear las acciones que deben emprender para que esta “nueva normalidad” no se convierta en una “Pobre normalidad".

En este sentido, toma mayor relevancia el documento denominado: “La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 (COVID19) en México”, publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en Mayo del presente año, el cual con base a pronósticos y estimaciones que hacen con información de fuentes estadísticas utilizadas para medir la pobreza, como la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), emite los siguientes planteamientos partiendo de dos escenarios de los efectos que podría traer la crisis por el COVID-19 en la pobreza.

1) El total de personas en situación de pobreza por ingresos se incrementa, entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales (entre 8.9 y 9.8 millones de personas).

2) El número total de personas en situación de pobreza extrema por ingresos se incrementa entre 4.9 y 8.5 puntos porcentuales (6.1 y 10.7 millones de personas).

3) Sin políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio, la cantidad de personas en situación de pobreza por ingreso puede aumentar.

4) La crisis puede cambiar las condiciones de ingresos de la población.

Lo anterior, es un reto para las presentes administraciones Estatales y Municipales, lo expreso así porque en el documento mencionado anteriormente se analiza lo que el Gobierno del Presidente López Obrador publicó el 23 de abril del año en curso en el Diario Oficial de la Federación en el cual prioriza para asignación de recursos a 38 programas, de los cuales 19 corresponden al ámbito de Desarrollo Social. Destacando CONEVAL lo siguiente:

* Ninguno de los programas se dirige explícitamente a la población en situación de pobreza, de acuerdo con la medición del CONEVAL, aunque podría coincidir con la priorización territorial aplicada por varios de los programas.

* Se espera que los mayores efectos adversos de la pandemia sean en las zonas urbanas.

* Hasta el momento ninguna acción está dirigida a la población que perdió su empleo a raíz de la emergencia sanitaria.

* Algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno Federal, podrían ser insuficientes para llegar a toda la población que se verá afectada.

Es decir, considerando los planteamientos así como las conclusiones de CONEVAL que es la institución oficial que durante las últimas dos administraciones Federales, ha medido los resultados de las políticas públicas de Desarrollo Social, así como las proyecciones del Subsecretario López Gatell, los Gobernadores y Alcaldes no sólo deben plantear medidas para prevenir el aumento de contagios del Coronavirus, si no también plantear y ejecutar acciones para mitigar el aumento de población en situación de pobreza, hablando particularmente de los municipios se podrían considerar las siguientes medidas:

Primero, definir los sectores de la población que deben atender de manera inmediata, dependiendo de la población con la que cuenten y la actividad económica de mayor relevancia en sus demarcaciones, pues la población económicamente activa que hasta hace unos meses tenía ingresos para vivir corre riesgo y no la pueden dejar a la suerte de las acciones que emprendan los otros niveles de Gobierno.

Segundo, reorientar la inversión de sus presupuestos en acciones de inmediato y mediano plazo, es momento de dejar de pensar que sólo se trata de obra pública (si la están haciendo), sin duda es un sector relevante, pero en estos momentos se debe equilibrar la balanza, tienen que ser gestores de recursos, así como promotores de Programas y acciones que incluyan la participación de los distintos sectores económicamente activos.

Tercero, establecer mecanismos de participación ciudadana para que en coordinación con los sectores se tomen las decisiones y se implementen las acciones de los programas, logrando la reactivación económica, considerando que la suma de esfuerzos individuales da extraordinarios resultados colectivos.

De no ser así considero que el costo por tomar decisiones unilaterales podrían ser severas para los sectores de salud y económico, incluso político para quienes están en el poder, pues las personas adoptarán sus propias medias de higiene y convivencia para buscar dentro de la la nueva normalidad una oportunidad para salir adelante y evidentemente los contagios no cesarán, teniendo como consecuencia que la inversión que se haga sea cada vez menos eficiente para incidir en la problemática y por supuesto que el hartazgo o la molestia de los ciudadanos se verá expresada esa sí de manera inmediata, encontrando la forma de exponer que las acciones realizadas fueron o no suficientes, es por eso que me pregunto ¿los gobiernos están actuando para que esta nueva normalidad no se convierta en una pobre normalidad?

El tiempo, los ciudadanos y el CONEVAL nos lo dirán .

 

 

Twitter: @IrvinGarciaRami

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Irvin García

De Acatzingo. Politólogo por la BUAP. Se ha desempeñado como director de Atención Ciudadana en el ayuntamiento de Puebla, encargado de despacho de la Coordinación de Delegaciones de la SEDESOL y responsable de Enlace Legislativo en el Congreso de la Unión. Asesor municipal.