El oportunismo de Monreal

  • Carlos Figueroa Ibarra

Hace unos días tuve oportunidad de ver un resumen de la entrevista que le hizo Carlos Loret de Mola al senador Ricardo Monreal. No tiene desperdicio. Observé a un Monreal solícito con un periodista a quien se le ha acusado de hacer montajes en lugar de reportajes y que forma parte del coro de comunicadores reaccionarios y enemigos declarados del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En su intercambio con Loret, Monreal se permitió insinuar un encubrimiento con cifras de neumonías atípicas de los datos reales de muertes por  la Covid-19. Se suma así a uno de los ataques que la derecha ha dirigido contra el Subsecretario  Hugo López Gatell los cuales fueron  rebatidos contundentemente por dicho funcionario. He recogido en un artículo  las cifras sobre neumonía atípica que dio el Subsecretario en donde se demuestra que haciendo un análisis comparativo en los meses de enero y abril entre 2015 y 2020  (4 años de Peña Nieto y 2 de López Obrador), el año con menos neumonías  de causas no especificadas es precisamente el 2020, es decir el año de la peste.

No refutó Monreal la maliciosa aseveración del entrevistador cuando dijo que la pandemia sería el “Ayotzinapa de López Obrador”. Tampoco defendió al gobierno de las acusaciones de ineficiencia y corrupción, sino más bien le dijo a Loret que su “visión era correcta”, que lo leía y lo seguía, que era “en su trabajo correcto”. Recordemos que la dudosa moral periodística de Loret  ha sido exhibida por Jorge Volpi en Una novela criminal (Alfaguara 2018).

En donde se observa un sustancial deslinde  de Monreal con respecto al proyecto de la Cuarta Transformación es en la respuesta dada a Loret en lo referido a la separación entre el poder político y el poder económico. Según el entrevistador, esta idea  ha ocasionado una falencia significativa en lo que se refiere a enviar  señales de confianza a la inversión privada nacional y extranjera. Además  ha generado temores  de que el gobierno de la 4T esté llevando al país a “un chavismo”. Monreal dio una respuesta oportunista: “A ver, a mí no me gusta esta separación y este escepticismo de un grupo económico importante que invierte y genera empleos, y que está apostándole al país, no me gusta que esté separado menos confrontado con el Presidente de la República, a mí me gustaría mayor armonía”. La separación del poder político con respecto al poder económico es la piedra angular del Proyecto Alternativo de Nación, es algo sobre  lo que el Presidente López Obrador ha insistido una y otra vez en sus conferencias mañaneras. ¿Esta insistencia de Andrés Manuel es producto de un ánimo rijoso contra el sector empresarial como parece insinuarlo Monreal?

De ninguna manera. El planteamiento simplemente reivindica  una visión de Estado meramente liberal: el poder político del Estado debe representar los intereses de todos los integrantes de una comunidad política y no estar al servicio patrimonializado de un grupo en particular. Esto quiere decir ni más ni menos que el Estado debe ser encarnación de lo público. Es un planteamiento hecho por Hegel (la universalidad del Estado) y retomado por la teoría liberal.  Desde otra perspectiva,  Antonio Gramsci planteó que había una diferencia entre el espíritu estatal (el del horizonte del bien común) y el espíritu económico corporativo (el del horizonte de la empresa privada). Estos dos espíritus deben caminar paralelamente y no  se debe permitir que los intereses privados sean los que determinen las políticas del Estado. Las respuestas de Ricardo Monreal no son las de un político que ignore todo lo  anterior. He dicho que Monreal es un político talentoso, pero que  su interés primordial no está en el cambio de régimen sino en llegar a ser Presidente de México. He aquí la causa del oportunismo en  sus respuestas a Loret. Monreal quiere ser el candidato presidencial de Morena en 2024, pero no descarta el ser el candidato de la derecha. No estoy diciendo un disparate. En agosto de 2017, enfurecido porque  Claudia Sheinbaun  resultó favorecida en la encuesta para elegir al candidato/a de Morena a la Jefatura de Gobierno, buscó ser el candidato de la coalición del PAN-PRD-MC. En esa búsqueda  se pronunció acerca de las bondades de las alianzas entre la derecha y la izquierda. En Morena hay conciencia de cómo el ansia de poder prima en Monreal y por ello no falta quien tema que sería el Lenín Moreno de México.

Haciendo a un lado estos temores y concentrado en su odio a Yeidckol Polevnsky, un sector del partido ha aceptado el beso del diablo. Poco después de ser favorecido por una decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el presidente interino no vaciló en rápidamente hacerle una visita de gratitud a Monreal en el Senado. Así las cosas, visión corta, sin altura de miras.

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Carlos Figueroa Ibarra

Sociólogo, profesor investigador de la BUAP, especializado en sociología de la violencia y política. Doctor Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Fue integrante del Comité Ejecutivo Nacional de Morena (2015-2022).