AMLO, imaginario y convenenciero complot

  • Raúl Espejel Pérez

Brotado de una letrina de la secretaría de Gobernación apareció en la oficina del  presidente López un libelo titulado Rescatemos a México donde se da a conocer que un grupo de conspiradores se agrupó en un supuesto Bloque Opositor Amplio con la subversiva intención de derrotar a Morena en las elecciones de 2021 y de  sacar de la presidencia a López Obrador en 2022. O sea, que en caso de que fuere verdad este cuento moreno, dentro pocos meses estaríamos situados frente a lo que sería un nuevo y artero complot contra los intereses electorales del mesías de Macuspana.

Situado en el púlpito del Palacio Nacional, que de lunes a viernes, en las primeras horas de la mañana, el presidente de la república utiliza para difundir sus dogmas y también para lanzar sus acostumbrados insultos, acusaciones y descalificaciones a sus neoliberales y conservadores adversarios; a las instituciones del Estado mexicano ─en primer término a los órganos autónomos a los que tiene enfermiza animadversión─  y también a la prensa, lo mismo la nacional fifí que a diarios extranjeros como el New York Times, Journal Street,  Financial Times y El País.

López Obrador, mostró un documento anónimo, que a su decir, “el pueblo le hizo llegar.” Cuya  finalidad, puntualizó, es debilitar a su gobierno. “Es una estrategia para debilitarnos”, afirmó el tabasqueño ante una decena de personas compuesta por algunos reporteros y paleros.

Lo cierto es que López no necesita, que lo debilite un libelo mal armado, como el que exhibió la mañana del martes 10 de junio, ─sin que produjera la espectacularidad que él esperaba─ porque él mismo, con tantos errores y ocurrencias que comete, se encarga de debilitarse con incuestionable éxito.

Se trata de un escrito anónimo (anónimo hasta ese momento), con el que atropelladamente López denunció que una organización política denominada Bloque Opositor Amplio (BOA), donde supuestamente participan partidos políticos de oposición; algunos medios informativos impresos; periodistas críticos; organismos empresariales; dos expresidentes de la república; gobernadores, senadores, diputados y alcaldes opositores al gobierno de la 4T; consultorías; consejeros del INE; ministros del TEPJF y hasta un conocido payaso, pretende acabar con la hegemonía de Morena en la Cámara de Diputados, aprovechando las elecciones de 2021 y que, en 2022, utilizará la coyuntura de la revocación de mandato para botarlo de la presidencia de la república. ¡Una tenebrosa conjura nacional de grueso calibre urdida para arrebatar el poder político del país al inofensivo y candoroso presidente López!

El martes 10 de junio El Universal, en su columna Bajo Reserva, publicó que el día anterior “un personero de Morena se acercó a este diario. Pidió cita, fue atendido y dijo que traía un documento que exhibía un complot en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su intención era que EL UNIVERSAL lo publicara en su edición del martes (10 de junio) como una gran nota generada por este diario, y que además ─ofrecía generosamente─  serviría para que esta casa editorial, que era mencionada en el supuesto plan, pudiera marcar distancia del presunto proyecto desestabilizador. Se le pidieron fuentes y se le dijo  que si era una denuncia se le tendría que poner nombre, apellido y rostro.”

“La siguiente noticia sobre el siniestro plan denominado Proyecto BOA (Bloque Opositor Amplio) fue la mañana del martes (10 de junio) cuando el Presidente dijo que “el pueblo le había hecho llegar un plan para debilitarlo, justo el mismo documento que el (personero) morenista  había entregado  un día antes a esta casa editorial.”

Sí López, continuó diciendo la columna Bajo Reserva “quiere saber quién llevó  la BOA a Palacio Nacional, solo tiene que preguntarle a un distinguido morenista y orgulloso representante de la 4T, quien de paso podría decirle de dónde sacó el misterioso documento y por qué buscó que un medio (como El Universal, en nota exclusiva) lo presentara como una investigación propia”.

Omar Cervantes Rodríguez, director de Comunicación Social de la secretaría de Gobernación, a cargo de la exministra Olga Sánchez, es, presuntamente, el autor del documento anónimo que exhibió López Obrador para demostrar que sus adversarios están implementando un complot para sacarlo de la presidencia de la república, según señalamiento formulado por el señor Alfonso Cedeño (asesor y estratega en medios digitales), director de Estrategia en Línea, empresa de consultoría y desarrollo de marketing.

Anteriormente, en tiempo del PRIAN el espionaje político lo realizaba discretamente el CISEN. Ahora, en la era de la 4T que comanda el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, la secretaría de Gobernación, que encabeza la exministra de la SCJN, Olga Sánchez, participa en la promoción, ejecución, cómputo de votos y difusión de resultados  de las consultas ciudadanas lópezobradoristas, como las efectuadas en los casos de la planta termoeléctrica de la Huexca, Morelos y de la planta cervecera Constellation Brands de Mexicali, Baja California. Asimismo la Segob también infiltra espías ─o provocadores─ en manifestaciones políticas como la realizada recientemente en la ciudad de Guadalajara para golpear políticamente al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.

Donde participó un individuo, de nombre Jesús Torres, que fue grabado en un video donde alardeó que “tiene un chingo de armas para echar chingadazos”. Este provocador a sueldo también concurrió a la consulta ciudadana de Mexicali, presumiblemente por cuenta de la Secretaría de Gobernación o de Morena.

En ningún renglón de las siete hojas que integran el documento Rescatemos a México, se indica cómo, cuándo, porqué, con quiénes y con cuáles herramientas o armas se cuenta para derrocar a López y arrebatar a Morena el control de la Cámara de Diputados.

Obviamente se trata de un complot imaginario.

Debido a que López se ha percatado que probablemente Morena perderá el control de la Cámara de Diputados en las elecciones de 2021, debido a que  su grado de aceptación entre los electores va en descenso por sus decisiones equivocadas que han incidido en perjuicio del desarrollo económico del país y por la errática forma como ha manejado el problema de la pandemia del coronavirus, así como por la lucha interna que se libra al interior de Morena debido a la corrupción y a los conflictos que existen entre Alfonso Ramírez Cuéllar y la señora Citlali Ibáñez (alias Yeidckol Polevnsky), al presidente se le ocurrió inventar el cuento del complot para que un medio informativo, de carácter nacional, como El Universal cayera en la trampa y publicara a ocho columnas, en primera plana, que había  descubierto un complot para sacar de la presidencia a AMLO, exactamente el mismo día 10 de junio que éste, en el Palacio Nacional, exhibía, en su conferencia de prensa mañanera, el panfleto que perdió su anonimato,  con la finalidad de victimizarse y tener en su bolsillo una  prueba documental con la que demostraría que el INE y el TEPJF participaron en la conjura para derrocarlo y, por consiguiente, obtener la anulación de las elecciones donde los candidatos de Morena habrían sido derrotados.

Sin embargo, cuando se está frente a un gobierno electoralmente fuerte, pero rapaz y hegemónico, con marcada tendencia autócrata ─como el de Andrés Manuel López Obrador─ los partidos políticos de oposición, sean de derecha, centro e izquierda, deben plantearse la necesidad de sumar sus fuerzas, haciendo temporalmente a un lado sus diferencias y discrepancias, para formar una alianza que haga posible derrotar electoralmente al partido hegemónico ─como Morena─ para rescatar la gobernanza democrática del país, insertar un gobierno de coalición que promueva e impulse la inversión privada que ha ahuyentado el presidente López,        que restablezca el desarrollo de la economía que ha descuidado el gobierno de la 4T y que rehabilite y mejore las instituciones del Estado mexicano que ha destrozado el régimen morenista. Y además combata real y eficazmente la corrupción y elimine la impunidad que han escalado a niveles nunca antes sufridos.

Para materializar este impostergable propósito de unidad política, en este momento, de crisis económica, donde el país va de picada en materia de empleo y de combate a la pobreza, es necesario que los partidos políticos se  integren en una fuerza única. Con candidatos a gobernadores, diputados federales, diputados locales y alcaldes únicos, comprometidos e identificados con la comunidad y con México.

Solo así se podrá hacer entender a López Obrador que no es dueño del país y por tanto no tiene derecho a causarle los destrozos que está ocasionando. Solo así se podrá acabar en 2021 el predominio y control de Morena en el Poder Legislativo  y sacar del gobierno en 2022 al falso mesías.

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Raúl Espejel Pérez

Ha colaborado como articulista en la revista Jueves de Excélsior, El Universal de México, El Universal Gráfico, El Universal de Puebla, El Día, Nueva Era de Puebla y la revista Momento de Puebla (versión impresa y digital).