Estados Unidos: mitin trumpista, surfear la segunda ola

  • Marcelina Romero

Llegó el día tan esperado por el presidente D. Trump. El primer mitin del mandatario en más de tres meses.

Desde el día lunes grupos de seguidores y simpatizantes del candidato republicano acamparon alrededor del BOK Center, en Tulsa. La capacidad de este estadio cerrado  es de 19 mil personas, un número aterrador si pensamos que el encuentro se realiza en medio de una pandemia mundial.  En las redes sociales miles de simpatizantes comparten videos de viaje desde diferentes estados. 

Los asistentes al mitin de Trump firmaron un formulario en donde eximen de responsabilidad a la campaña si contraen coronavirus: “desligo a la organización de cualquier responsabilidad…”, reza el formulario. 

Cuando el sentido común pone en peligro los derechos colectivos y la salud pública, se supone que el poder judicial actuaría en consecuencia y cumpliría con su deber. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Oklahoma rechazó en el día de ayer una petición para exigir a los asistentes al mitin que utilicen barbijo y mantengan el distanciamiento social durante el encuentro. La cantidad de contagios en la última semana, en Oklahoma, han aumentado. 

La previa del mitin comenzó con idas y vueltas: cambio de día, anuncios de toque de queda, discusiones vía twitter entre el presidente y el alcalde de Tulsa, George T. Bynum. 

Muchos coinciden que la elección de Trump de realizar el mitin el 19 de junio, fecha que se conmemora el final de la esclavitud en Estados Unidos en 1865, es una especie de provocación, aunque lo haya aplazó al día siguiente -hoy- ante las críticas recibidas. 

La ciudad de Tulsa no es un lugar cualquiera, está marcada por el recuerdo de una de las peores matanzas raciales de la historia de Estados Unidos, en la que 300 afroestadounidenses fueron masacrados por una horda de blancos en 1921. Las imágenes de aquel momento nos muestran una ciudad destruida. La turba de blancos incendiaron todo a su camino: negocios, casas y hasta las iglesias del barrio Greenwood, conocido en esa época como Wall Street Negro de EE.UU.

Este año la conmemoración del final de la esclavitud y el recuerdo de los muertos en Tulsa llega en un contexto complejo, lleno de fuertes tensiones raciales tras los asesinatos de Breonna Taylor (Kentucky), Ahmaud Arbery (Georgia), George Floyd (Minneapolis) y Rayshard Brooks (Atlanta).

Tanto el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas como  la Dra Deborah Brix aconsejaron a Trump no llevar a cabo el mitin,  los asesores sobre temas de la salud no fueron escuchados. 

Falta muy poco para las elecciones, y la vez una eternidad. El presidente y candidato Donald Trump hará todo lo posible por ser reelegido, pero serán los votantes quienes tienen el poder. Como dijo Angela Davis, ícono de la liberación negra, luchadora incansable por los de derechos humanos, académica y escritora. “Trump representa a un sector de la población de este país que quiere regresar al pasado -“Hacer a Estados Unidos grande otra vez”- con toda su supremacía blanca, con toda su misoginia. En este momento nos estamos dando cuenta de que no podemos dejar que esas fuerzas nos hagan retroceder”.

(*) Master en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica, George Washington University, miembro de la Red de Politólogas -mujeres dedicadas a la Ciencia Política latinoamericanista- Síguela en Twitter @lmarcelinaromero Instagram: Marcelina Romero 

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Marcelina Romero

Politóloga y Comunicadora feminista reside en U.S, corresponsal medios nacionales e internacionales. 

Master en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica, George Washington University, miembro de la Red de Politólogas. Fundadora Radio Radar