4T y Reconfiguración del Estado

  • Raymundo Alfaro Pérez

En el periodo de los gobiernos neoliberales se reprimía a quienes protestaban por el reclamo de una causa justa o un Derecho violentado. Se asesinaba y desaparecían a líderes sociales. Se fabricaban delitos desde las oficinas de procuración de justicia, por órdenes superiores que debían cumplirse y continuarse por procesos judiciales amañados para castigar a los sediciosos. La llamada guerra sucia, periodo que comprende de 1968 hasta finales de los ochentas se caracterizó por estas abominables prácticas represivas, asesinatos y desapariciones que se llevaron a cabo desde el llamado Estado de Derecho, entonces dirigido por gobiernos Priistas.

Una de las principales tareas jurídico, político y filosófico de la 4T, como proyecto de gobierno es reconfigurar al degradado Estado de Derecho que heredo de anteriores administraciones y regresarle su sustento Constitucional, a partir de gobernar con valores y principios. Debe un Estado no solo aplicar las leyes, sino observar en todo momento el apego a los principios que determinan la justicia de las Instituciones sociales, para permitir que el sistema normativo garantice desde la legalidad el ejercicio de las libertades ciudadanas. En ese marco el actual gobierno tiene claro que no empleara la fuerza como medio para reprimir la protesta social de algunos inconformes que tienen ese legítimo derecho de disentir con las acciones del actual gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo son acciones de protesta moralmente reprobables por el momento en que nos encontramos. Padeciendo los impactos de una pandemia que vino a cambiar nuestra forma de ser y estar, y distinguir no solo al Estado, sino también al mundo, teniendo consecuencias impensadas y relevantes en muchas actividades de la realidad social, provocando cambios en todas las esferas de nuestra vida. Cambiaron nuestras rutinas, hábitos, costumbres, forma de pensar, forma de relacionarnos, lo que nos ha obligado a fomentar estrategias de adaptación que estaremos paulatinamente aplicando hacia la llamada nueva normalidad.

Es paradójico para estos tiempos de Covid-19 a nivel mundial ver cómo ha fracasado el modelo neoliberal del Mercado Capitalista, la era del confort generado por el poder del tener, le cede el paso al poder del ser. La lección es enorme, los protagonistas principales son los gobiernos de los Estado quienes deben por cuestiones de Derecho dar la cara y proteger a la población, deberían ser tiempos de concientizarnos de la importancia de la “Unidad Nacional” en aras de enfrentar juntos esta emergencia sanitaria, pero no es así, alguno ven esta crisis de salud como la oportunidad de desestabilizar a gobiernos elegidos democráticamente, poniendo en riesgo la atención al problema de los efectos de la pandemia. Por otro lado vuelve a ser tema el regreso al Estado social y de bienestar para que desde otras estrategias los gobiernos reorienten las políticas públicas y económicas para bien de los ciudadanos.

Las caravanas de autos de ciudadanos, empresarios y organizaciones del neocorporativismo de periodos del PRIAN que se han movilizado contra nuestro Presidente en diferentes partes del país, tienen un sello de manipulación por parte de los ideales conservadores de una derecha recalcitrante que no le interesa la Unidad Nacional, ni el Estado, ni que el pueblo trabajador, y clases desprotegidas tengan un mejor futuro. Lo que les interesa es que regrese el régimen de corrupción para tener en el gobierno a funcionarios que puedan manejar a su antojo por encima de la ley y así conservar sus canonjías. A esa derecha se le debe recordar que a nivel nacional hay un respaldo masivo hacia la 4T que obviamente también ejercerá su derecho y su poder social para ser la base del proyecto del nuevo paradigma de Estado que se está reconfigurando, este no es asunto personal de un Presidente, es un tema de proyecto de carácter nacional que se defenderá desde todas las instancias Institucionales.   

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Raymundo Alfaro Pérez
Originario de Puebla. Casado y padre de cuatro varones. Abogado, Notario y Actuario. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales BUAP. Maestría en Ciencias Políticas BUAP. Doctorado en Derecho BUAP