A la par de Alain Touraine, actualmente la Doctora Blanca Heredia Rubio, integrante del Consejo Consultivo de la Universidad Autónoma Metropolitana, figura entre los intelectuales que a nivel mundial, han señalado que actualmente la Humanidad transita a un cambio de época.

Pero retrocediendo un poco en el tiempo, de origen ha sido Albert Einstein quien al transitar de la fórmula de la Energía, a su Teoría de la Relatividad, sentó las bases para los adelantos cibernéticos que hoy, en instantes nos interconectan con todos y con todo.

Justo este fenómeno que a su vez, operativa y técnicamente propicia una acelerada transformación, y caducidad de sistemas, es lo que por consecuencia lógica está naturalmente propiciando un cambio de época en el Mundo.

Y así como por lo cibernético hoy se modifica todo, al mismo tiempo se van sucediendo caducidades lógicas en todo, las que a su vez va dejando en el atraso y la obsolescencia a los sistemas políticos, y el de México con 110 años encima, no puede ser la excepción.

¿Por qué 110 años? Porque aunque informalmente el actual Sistema en México nació tras el derrocamiento de Porfirio Díaz con la Revolución Mexicana de 1910, años adelante, pre-formalmente se integró el 4 de marzo de 1929 con Plutarco Elías Calles.

Y como sabemos, fue ya en 1938 con Lázaro Cárdenas, cuando el otrora llamado Partido Oficial y la élite denominada Familia Revolucionaria, sobre la base de las llamadas “reglas no escritas”, se estableció el mito de “El Tapado”, mediante el cual el PRI retuvo la Presidencia de la República hasta el año de 1970, con Luis Echeverría Álvarez, quien propició lo que hoy es un PRI semi-muerto.

Sí. Justo en el que políticamente nació Andrés Manuel López Obrador, tras un lamentable desempeño académico en la UNAM, en la que se llevó 14 años reprobando, hasta que finalmente pudo concluir la carrera de Ciencias Políticas y Economía. Fue en el tiempo de los porros y los fósiles.

DEL DESPLOME DEL COMUNISMO AL CAMBIO DE ÉPOCA

A grandes pasos, a la par del desplome del Comunismo, sus facciones transformadas en ideologías bolivarianas –caso de Sudamérica y otras facciones con las que se identifica AMLO-, se fueron transformaron en gobiernos, en tanto que en Europa y Asia, la cibernética y su infinidad de aplicaciones, naturalmente han propiciado el inicio de un cambio de época, del que México está quedando al margen.

Sí, porque posicionado en los despojos del caduco Sistema Político Mexicano, López Obrador se ancló a su vez, en el también caduco autoritarismo que hoy disfrazado de bolivarismo, se impuso en Sudamérica con figuras como las de Evo Morales, Nicolás Maduro, Jair Bolsonero, y en los sucesores de Fidel Castro, y demás facciones con esencia del desplomado Comunismo.

Él gran problema de que en la Presidencia, López Obrador esté fijado en la intención de re-elegirse hasta que se muera, y que desde ahí pretenda imponer un sistema a todas luces retrógrada y fuera de época, es que pretenda manipular e imponer a las actuales y futuras generaciones, su sometimiento a un régimen ideológico anti-político, anti-humano y anti-mexicano.

Esto es por demás grave, y es de esperarse que la gente responsablemente pensante en México, sea congruente con la vocación inscrita en nuestro Himno Nacional, que nada tiene que ver con los postulados ideológico-marxistas que en su modalidad de bolivarismo, se ha impuesto en varios países de Sudamérica.

Y por si no fuera suficiente, que en lugar de que la Nación Mexicana transite consciente y creativamente a la nueva época que se está gestando, López Obrador pretenda imponer a la Patria,  una ideología desplomada por sí misma, y disuelta por anti-humana justo el 11 de marzo de 1990, con Putin al frente.

Dicho en otras palabras, la intentona de López Obrador de establecer el bolivarismo socialista en México, es una objetiva traición a la Patria, a la que de paso quiere condenar al rezago, ante las oportunidades del cambio de época que vive la Humanidad.

Si AMLO es incapaz de curarse de sus fijaciones psicológico-ideológicas, él puede hacer de su vida lo que le plazca, pero no con los mexicanos. No con la Patria. No con México.

Un último apunte: En el año 2000, Alain Touraine, dirigió con los analistas Ilán Bizberg y Marcin Frybes, una investigación que titulada “Transiciones a la democracia; lecciones para México” (Ediciones cal y arena), en la que precisó que el requisito ineludible para que la Política cumpla con su objetivo de bien común, es la salvaguarda de la Economía como ciencia, no ideológica.

A reserva de otros análisis concretos y relativos a lo que sucedió por ejemplo con la URSS, hoy la Rusia que antes fue doblegada por el Comunismo, se debe a que Putin ha sido estrictamente escrupuloso con los objetivos de Economía como ciencia, base de la Política.

Esto, ni remotamente cabe en una inteligencia limítrofe y fuera de época como la de López Obrador, a cuyo perfil psicológico bien le urge frente a México, un análisis a fondo.

Y sobre todo de su lealtad a la Patria Mexicana, una de cuyos principios esenciales se subraya en el Himno Nacional: “Más si osare un extraño enemigo, profanar con sus plantas tu suelo…”. Es decir: Justo lo que López Obrador está pretendiendo imponerle a México con un bolivarismo, extraído del pasado, e importado de Sudamérica, y de sus fijaciones ideológico-neuróticas.