La nueva configuración global

  • Héctor Olmedo

El 2020 ha traído sin duda una serie de cambios políticos, económicos, sociales, culturales que no habían sido vistos en años anteriores, la pandemia originada por el covid-19 ha transformado aquella realidad a la que estábamos tan acostumbrados. En el ámbito geopolítico global los fenómenos que se han suscitado nos revelan datos interesantes que pueden ayudarnos a entender cuál es el futuro del equilibrio de poderes.

Mucho se ha hablado de la pérdida de poder de Estados Unidos y de la disminución de su influencia en el mundo, y es que la presidencia de Donald Trump ha generado desde sus inicios una gran polémica sobre el liderazgo y capacidad para conducir a Estados Unidos, la política de “ver hacia adentro” no ha rendido los frutos esperados, hoy vemos a un país envuelto en una serie de conflictos políticos y sociales que reflejan un desgaste en la gobernabilidad sumado a un debilitamiento de su imagen ante el mundo.

Sin duda alguna la pandemia ha generado en Estados Unidos uno de los estragos más fuertes que han tenido en los últimos años, de acuerdo a las últimas estadísticas emitidas por la Organización Mundial de la Salud tan solo en este país se concentran 2.1 millones de contagios activos del total de 7.4 millones a nivel global, es decir el 28% del total, una cifra sin duda alarmante, y es que a pesar de las medidas implementadas por el gobierno de ese país en cuanto a las restricciones sobre la movilidad los resultados no se presentan nada favorables. Por otro lado la crisis generada a raíz de la muerte de George Floyd a manos de un policía en Minneapolis el 25 de mayo de este año disparó una serie de eventos y protestas masivas que en muchas de las ocasiones terminaron en confrontaciones violentas contra la policía en distintos lugares de Estados Unidos. Estos sucesos han dejado al descubierto un problema que se creía se estaba superando, la discriminación racial como un elemento casi cultural de Estados Unidos, que no sólo ha atacado a la comunidad negra, sino también a los latinos, árabes, asiáticos entre otras razas.

La representación más icónica del debilitamiento de la presidencia de Donald Trump fue el día 1 de junio, cuando en medio de las turbulentas protestas en Washington emprendidas por la muerte de George Floyd, las luces de la Casa Blanca fueron apagadas, sumergiendo en un ambiente lúgubre y de oscuridad a este edificio emblemático que aloja al representante del poder ejecutivo, incluso noticieros internacionales afirmaron que Donald Trump se había refugiado en el búnker presidencial.

Estos factores han sido aprovechados en el ámbito geopolítico global por China, que ha aumentado su presencia de manera exponencial en la comunidad internacional, gran parte de la ayuda humanitaria alrededor del mundo ha sido entregada por el gigante asiático que no desaprovecha ninguna oportunidad para generar aliados e inclinar la balanza del poder a su favor.

El control de la pandemia de China ha sido visto en la comunidad internacional como un modelo exitoso y como un ejemplo a seguir, pese al gran número de población esta ha sido controlada en un lapso de tiempo bastante corto, incluso las cifras de otros países ya superan las estadísticas que tuvo China.

¿Qué hay detrás de este modelo exitoso? La contraparte de este análisis es un tema sabido ya por la mayoría de las personas, el éxito del modelo chino ha sido el gran control social que ejerce el Estado sobre su población, un estricto sistema de vigilancia de salud y fuertes sanciones contra aquellos que no las respetan. Sumado a un modelo político dirigido por un solo partido, que crea estructuras rígidas y anula los intentos por lograr una democratización del sistema político.

El arribo de China como líder global puede crear tendencias ideológicas que repercutan en la mayoría de los países, exportar el modelo chino a los países que presentan números elevados de contagios parecería una opción viable en el corto plazo, sin embargo, las restricciones constantes al ejercicio de los derechos humanos podría volverse una constante en países con estados débiles.

La historia no siempre es lineal y no siempre se está en constante progreso y mejoramiento, sino por el contrario, la historia presenta ciclos, espirales y retrocesos, la pandemia representa un punto de inflexión en la historia, será un parte aguas y marcará un antes y un después, por eso se amerita pensar en los siguientes movimientos políticos internacionales.

A sabiendas de que el Covid-19 será uno de los elementos con el que aprendamos a convivir, la ampliación de las libertades civiles hasta ahora conquistadas deben encontrar el ejercicio diario para garantizar la plenitud de los seres humanos, de lo contrario, estas restricciones podrían llevarnos a instaurar gobiernos con elementos totalitarios que justifiquen sus acciones a través de la pandemia.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Héctor Olmedo

Licenciado en Administración Pública y maestro en Ciencias Políticas por la BUAP; especialista en Derecho Electoral y Cultura Política. Se ha desempeñado en áreas de la administración pública federal y en órganos electorales federales y locales. Miembro de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales.