El presente ya no es de políticos

  • Rafael Gómez Olivier

Poco a poco la inteligencia de las sociedades crece, ya no puede ser manipulada y polarizada al antojo de un grupo, por lo menos eso está pasando en la mayoría de los países, atrás quedan las épocas a excepciones claras en que un rey sacrificaba a un pueblo fiel con él en pos de una visión que correcta o incorrecta era injusta para la humanidad.

Pero el problema no está ahí, el problema radica en que a la par de esta inteligencia también crecen y de manera exponencial; el dolor y la lucidez de entender que todo funciona gracias al esfuerzo de  cada persona y no al de cada presidente.

“Peligroso para los sistemas pero inspirador para quienes buscamos algo distinto”.

Esto exige a la clase política endeble en ideales y que en su mayoría sobre todo en Latino América  sólo posee recursos económicos con los que aún logran tapar gran parte de las deficiencias como personas, como profesionales y como líderes el comenzarse a replantear aspirar a algo sabiendo que, “el dinero puede comprarles la silla pero no el respeto de naciones incrédulas a sus discursos”.

Es una necedad que la clase política hablando de gobierno u oposición y separando de nuevo increíbles excepciones, no se adapte a los nuevos temas importantes, canales, exigencias y ,aceras casi poéticas en que coexisten los votantes de ahora, aferrándose a enseñanzas, contextos y costumbres tan viejas, como fijas y obsoletas.

“Una primicia de la competitividad es que ahora todo cambia en tiempo récord y los que se adaptan de inmediato se convierten en nuestros referentes y guías, si todas las industrias y organizaciones lo han entendido, porque ellos no?”.

“Las personas, las infraestructuras, las peleas, las necesidades, las precariedades y hasta las ratas no son las mismas de hace 20 o 50 años, los que decidimos en países con democracia tampoco lo somos. Pero esto es un fenómeno normal ya que siempre será más fácil aferrarse al poder banal que da un traje y un auto imponente que el que generan la educación, la empatía y la convicción real por un ideal causado por la incomodidad de alguna injusticia”.

Es preocupante que el gobierno se equivoque pero lo es más que quienes se llaman oposición no cuenten con la credibilidad para enfrentarlo, esto ocasiona un vacío en el equilibrio de una democracia, es triste que no puedan de maneras innovadoras y creativas poder cambiar el arquetipo cuadrado de lo que es un líder social.

“No puedes solucionar con calumnias lo que nunca has intentado con acciones”.

Nunca he entendido el porqué nuestros líderes latinoamericanos necesitan el poder para demostrar sus buenas intenciones, bien podrían hacerlo sin poseerlo, pero el problema es que no necesitan hacer un cambio, necesitan ser protagonistas de lo mismo que anhelaron vivir de pequeños o pequeñas, lo más triste de esto es que quienes lo logran y logran de manera auténtica y genuina terminan por ser insuficientes para provocar cambio alguno.

Si algún político actual en el gobierno o futuro contendiente quiere ser relevante, cada vez más tendrá que ser capaz de cumplir su palabra, porque eso ya no es tema de relleno si no las sustancia misma de quienes votan y no solo eso, también deberá resolver, actuar de inmediato, elegir equipos capaces que no lo manchen, discernir situaciones, debatir y entender cada sector.

“Y si, se supone siempre debieron ser así, pero ahora el mundo les está recordando cada necedad con golpes, incendios y desestabilidad si no lo entienden rápido”.

Los actuales gobiernos no se sienten gobiernos de todos sus países, de toda la sociedad que los habita, siguen aplicando la misma medicina de sus campañas sin entender que el remedio también hace daño cuando en teoría el mal ya se curo. Trump empujó y abusó demasiado con su discurso de sectorización racial, Obrador comienza a hacerlo con las clases sociales, Bolsonaro, Piñera y Boris Jhonson son víctimas del mismo error.

Se están olvidando que las revoluciones que existían antes de la  COVID-19 no se extinguieron, solo quedaron pendientes, ahora Social Media no permite que se diluyan los ideales ni que dejen de estar presentes las causas, deben prepararse para después de la pandemia.

Después de esta pandemia no habrá las mismas temperaturas en los descontentos, quizás existan más y no serán l@s mismas manifestantes, ahora los encabezarán líderes golpeados no solo en el físico, si no en su economía, salud, ánimo, estabilidad moral, patrimonio, sus sueños , sus proyectos y estarán desesperad@s al igual que toda la sociedad por estabilidad.

Nuestros países estarán llenos de sed de justicia social sin importar de qué fuente provenga, y en culturas educadas a que todo proviene del gobierno esa fuente a secar serán precisamente los presidentes y quien no tenga lo suficiente que requiere un líder contemporáneo quedará destruido, le paso a Chile, Bolivia, Ecuador y el mundo Arabe incluso antes de estas crisis ahora solo perneara de manera más rápida en países que no estaban en ese pico de descontento.

Ahora debemos tener cuidado en que personajes o grupos políticos capitalizan esas crisis, en Brasil lo hizo Bolsonaro, en EEUU lo hizo Trump y aquí,  “en México estamos despertando a una derecha vieja y retrógrada que comienza a aprovechar la necedad de una izquierda que se resiste a ser el gobierno de todos”.

“Para una sociedad informada y valiente ya no hay futuro sin honor  y para un gobernante ya no hay presente sin autocrítica”.

@RafaGoli.

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Rafael Gómez Olivier

Presidente y CEO Social Business, conferencista sobre emprendimiento. Cocreador del concepto IdeasParty.  Creador del concepto Mundo emprendedor: Congreso que llevó educación empresarial a más de 12 municipios en Puebla. Creador de Unfollow