Por los caminos del sur

  • Ana Teresa Aranda Orozco
Que si se tiene que reactivar la economía para evitar un desastre mayor se haga con precaución

No cabe duda que López Obrador rompe todos los esquemas, en medio de la contingencia sanitaria decide por sí y ante sí reiniciar sus giras.  Pero para que en los aviones comerciales no haya pasajeros molestos lo hace por tierra.  Los que se quejan de la reciente  caravana que por todo el país realizaron decenas de miles de mexicanos manifestando su rechazo al presidente, acusándolos de fifís por la marca y modelo de sus vehículos hoy aplauden la caravana de camionetas de lujo que recorre el sureste mexicano en la que viaja tan acompañado y protegido el austero titular del ejecutivo federal.

Ya lo vimos en sus primeros eventos haciendo reconocimientos a la marina e inaugurando tramos de una de sus obras faraónicas qua a contrapelo de todas las advertencias de que si no invierte esos recursos en apoyar a las MIPyMES no habrá tren por muy maya que sea que pueda llevarnos a la estación del bienestar que tanto se ha empeñado en prometernos.

Mientras tanto, las cifras de contagios y decesos por la pandemia siguen siendo un enigma.  La verborrea del “científico” López Gatell,  intenta diariamente sin conseguir, administrarnos datos contradictorios y hasta se presta, sobrado y retador, a comparecer ante los Senadores con el único propósito de presumir sus amplios conocimientos en epidemiología y al no conseguirlo, elige ofender a la Senadora de Acción Nacional Alejandra Reynoso porque, quién se cree ella, para preguntarle sobre temas de salud pública que son ajenos a su formación profesional.

No me quiero imaginar la respuesta de Gatell si le preguntaran su opinión sobre las proyecciones del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) que pronostican que para el primero de septiembre México podría rebasar la cifra de 136,000 fallecimientos por COVID19 en el escenario intermedio y en el peor de los casos a 215,000 .  El número es espeluznante, sobre todo cuando al referirse el MIT a los Estados Unidos la cifra de decesos, en el mismo lapso, apenas se duplica y en el caso de Canadá aumentaría de 11 a 12,000. Ya ha ocurrido con medios de comunicación de prestigio mundial, pero  ¿Se atreverá del subse a acusar de golpistas o conspiradores a los expertos internacionales? Vaya, es que la predicción del LópezG no rebasaba en marzo del presente los 8,000 decesos.

¿Se puede detener esa fatalidad? Claro que se podría, pero para ello sería necesario dar un viraje de 180 grados a la fallida estrategia gubernamental.  Para empezar sería indispensable, poner en orden al mismísimo presidente que con sus dislates y terquedades ha enviado mensajes contradictorios, pero más que eso, está condenando a la muerte a decenas de miles de mexicanos.  Es imperdonable que el Consejo General de Salud, que es en caso de pandemia, la máxima autoridad, no le haya impedido retomar sus inútiles giras. 

Serviría de mucho que le paren a la incontinencia verbal que ya nos tiene mareados con sus cifras mentirosas, sus picos que repican y sus curvas que más que aplanarse se convierten en torbellinos que no dejan de ascender.  Que  ya se callen y prediquen con el ejemplo, que los funcionarios usen cubreboca y que respeten la sana distancia esa que se convirtió en jornada, pero que ya concluyó el 31 de Mayo, pero que según el gobierno hay que respetar aunque no esté vigente.

 Que si se tiene que reactivar la economía para evitar un desastre mayor se haga con precaución y cautela porque lo que estamos viendo es ya un valemadrismo generalizado y ¿cómo no? Si ya hasta el mesías tropical anda como mayate sin hebra, recorriendo por carretera miles de kilómetros presumiendo su modesta austeridad con ese convoy de lujosos vehículos blindados ocupados por al menos 80 acompañantes, que como bien sabemos no son ángeles.  Seguro  duermen, comen y descomen y para ello utilizan los servicios que prestan las carreteras y los hoteles y restoranes de las ciudades y pueblos visitados.    Bonita manera de promover contagios. Quienes hemos formado parte de un gabinete, legal o ampliado, sabemos lo que es andar de gira.  Los organizadores y acompañantes tienen tantas responsabilidades que difícilmente hay tiempo para andar cuidando la higiene personal.

En fin,  la Salud en terapia intensiva, la Economía en caída libre, el Estado de Derecho agonizando, la Seguridad inexistente, la Justicia en imperdonable cuarentena y el presidente……………………………….POR LOS CAMINOS DEL SUR.

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Ana Teresa Aranda Orozco

Luchadora social. Madre de 6, abuela de 21. Diputada Federal, Titular DIF Nacional 2001, Secretaria Sedesol 2006, Subsecretaria de Gobernación 2008.