Gobernabilidad en tiempos de “clivaje”

  • Marcela Cabezas

Tras dos meses y medio de las disposiciones de medidas de confinamiento por parte del mandatario colombiano Iván Duque, se han presentado episodios en el que éste no gobierna y /o lo hace a medias. Entre otras cosas, llama la atención la popularidad del mandatario que ha presentado repunte y declive, ahora tras nuevos escándalos de chuzadas por parte del ejército y la prolongación de las medidas de confinamiento develan que en el ejercicio de la política el “arte de simular”1 brilla por su presencia.

De marzo a abril, de abril a mayo, de mayo a junio y de junio a julio constituyen los períodos señalados para la contención social que al día de hoy genera efectos directos en el sector económico, educativo y sociocultural dictados de forma paulatina. La decisión del confinamiento inició con la alcaldesa de Bogotá y sería seguida por el presidente - reflejo de que al ejecutivo se le van las luces de vez en cuando-.

A la sombra de esto, las chuzadas ilegales por parte de las fuerzas militares a reconocidas figuras periodísticas, líderes sociales, políticos, magistrados y otros, no constituye en sí mismo una novedad- ejemplo de esto, el desmantelamiento del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en el 2009-.

Hoy, el hecho toma relevancia al sucederse bajas y renuncia de altos mandos militares tras la alocución del Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo, y,  la sucesiva pesquisa por parte de la Fiscalía General de la Nación a propósito de las “chuzadas” irregulares en un momento en que la popularidad de Duque va a pique tras su fugaz éxito con las medidas adoptadas frente a la contención de la pandemia según la encuestadora mexicana Ipsos.

Frente a este escenario, un país con malquerencias políticas infundadas y un acceso a información limitado no deja de asumir como “normal” esta suerte de irregularidades institucionales, dado que, a la larga se ha difundido la noticia de que Colombia es uno de los países con mejor manejo del Covid - una de la tantas feck-news que pululan en las redes- , y por ende los malos comportamientos de agentes del estado se darían por sentado.

A la larga, lo uno y lo otro calan en el ejercicio de gobernar por medio de artimañas que buscan paliar posibles consecuencias de hechos como el de chuzadas ilegales(¡otra vez!).

En esta lógica la política es también, y,  sobre todo el arte de simular, ya que ante la opinión pública desde el ejecutivo se presume que no pasa nada, pasa de todo al interior de una de las instituciones centrales en el ejercicio del poder político evocando la máxima weberiana del “monopolio coercitivo de la violencia”.

Sin no ir mucho hacia atrás, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se sucedieron episodios en los cuales las fuerzas militares se vieron involucradas en el mismo comportamiento, sin embargo, no hubo como tal una investigación exhaustiva por parte de instituciones como la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia encargada de sancionar este tipo de irregularidades que comprometen la integridad de líderes sociales y personalidades públicas destacadas, algo significante en un país con índices alarmantes de asesinatos a líderes y lideresas sociales de todo tipo.

Lo cierto es que hoy se anunció la destitución de algunos mandos militares con el objeto de representar que el ejecutivo gobierna de vez en cuando y que nosotros como ciudadanos no debemos alarmarnos, ya que a la larga cosas peores se suceden en el país del sagrado corazón de Jesús.

Así las cosas, Duque y su camarilla gobierna haciendo  de cuenta que, de vez en cuando no pasa nada en la institucionalidad colombiana, aprovechando por supuesto la emergencia del Covid-19, en tanto que todo lo demás se muestra insignificante en tiempos pandémicos. Hay que ver hasta donde el presidencialismo mismo continúa dotándose de potencial poder en simulación.

Notas

El concepto de simulación se usa en su significado de “representar algo, fingiendo o imitando lo que no es” (Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición. Real Academia Española). Muy apropiado por cierto para referirse al ejercicio de la política.

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Marcela Cabezas

Magíster en Ciencias Políticas y politóloga colombiana. Catedrática y columnista en prensa independiente.