Con Ley y sin Ley, la educación debe ser educación

  • Wilfrido Muñoz Xicohtencatl

Mucho se ha dicho al tiempo que se han registrado enfrentamientos mediáticos por la nueva Ley de Educación del Estado, la cual ya fue publicada en el Periódico Oficial el  pasado 18 de mayo.

Por un lado están quienes hacen el señalamiento del artículo 105, de la citada ley que establece "los muebles e inmuebles destinados a la educación impartida por las autoridades educativas estatal y municipales y por los particulares, forman parte del Sistema Educativo Estatal". Esto causó controversia en la oposición, la cual acusó que la legislación es un intento para apropiarse de bienes de escuelas privadas.

Por otro lado están quienes aseguran que está bien sustentada y armonizada la ley, respecto a la nacional, argumentando que el concepto de que los bienes muebles e inmuebles de las escuelas públicas y privadas forman parte del Sistema Educativo Nacional, está previsto en el artículo 99 de la Ley General de Educación, de aplicación en todo el país, incluso el Ejecutivo estatal aseguró que el alcance nada tiene que ver con apropiarse de muebles e inmuebles de instituciones particulares.

Los particulares están molestos porque no se les consideró en las discusiones para la elaboración del proyecto de ley.

Por otro lado los legisladores señalan que esa ley molestó a quienes de manera incorrecta vivían obteniendo millones, y que ya limitará         el condicionamiento de la entrega de documentos a los alumnos por algún adeudo, que las instituciones educativas den aviso sobre sus cuotas y que los uniformes escolares sean adquiridos por los padres donde quieran.

De estos dimes y diretes solo se puede ver que, los unos aprovechan la circunstancias de padres de familia en cuanto a escases de recursos económicos para blindar la nueva ley, lo cual convierte la “pelea” que no discusión, propia de un circo mediático, y ahí dejémosla.

La verdadera educación

Lo preocupante es la verdadera educación, para lo cual hago algunos señalamientos que no son extraordinarios, sino de simple sentido común:

Veamos el derecho a la educación y lo que realmente debe ser la misma, según la  constitución mexicana, en el artículo tercero inciso b) “Será nacional en cuanto -sin hostilidades ni exclusivismos- atenderá a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura”

Ahora bien, usted amable lector, se ha hecho la siguiente pregunta:

¿Cuál es la diferencia entre la escuela privada y la pública? de entrada usted mismo ya tiene la respuesta, la privada es mejor que la pública.

Luego entonces, si se trata de mejorar la educación pública, con una Ley, por la que dos o más grupos “riñen”, espero que, independientemente a la Ley, el actual gobierno considere los siguientes conceptos:

1.- Calidad educativa, ésta para que ya se elimine una plantilla de profesores, muchos de ellos incapaces, con un sueldo quincenal asegurado y que  ellos, los  profesores, enseñen con el ejemplo, demostrando ampliamente, la honestidad, el interés en la investigación, la practica autodidacta, la buena imagen personal y hasta la forma de expresarse. Para lograr, desde la educación básica, que los estudiantes no sean “Toca puertas” sino que ellos las hagan y las abran para dar oportunidad a otros congéneres que no hayan tenido la fortuna de cursar una carrera universitaria.

2.- Que los estudiantes sean verdaderamente orientados para lograr el desarrollo físico y mental, limitando efectivamente el consumo de comida chatarra, dando oportunidad a las “tienditas” o cooperativas escolares para que personas, con sanas intenciones, vendan productos naturales, porque a la fecha, según sé, la misma secretaria de educación o una área de ésta tiene el control de esas cooperativas, desde hace muchos años.

3.- Que en lugar de tener hacinamientos de hasta 80 alumnos en un grupo, se logre la infraestructura para tener grupos máximo de 25 estudiantes, para el mejor aprovechamiento, brindándoles la mejor calidad académica.

4.- Tener un mejor control de los catedráticos, porque entre ellos se presentan malas prácticas como citar a los jóvenes en lugares ajenos a la institución educativa, hacer “arreglos” para  “apoyarlos” ya que lejos de ser supervisados, muchos de esos malos maestros, aun trabajando solo tres horas, ganan un sueldo de tempo completo, a sabiendas de que hacen mucho daño a los educandos.

Si esos puntos son considerados en una nueva Ley, entonces estaremos en el umbral de un cambio entre los jóvenes, pero la verdad yo lo dudo, porque no es la primera vez que se habla de la ley educativa y siempre quedamos en las mismas, mal, porque con la educación no debería haber perspectivas o uso de la misma como pretexto para que algunas personas o familias logren el desarrollo, pero lo hay y esto sucede desde hace mucho tiempo, por eso hay diferencias entre quienes estudian en escuelas particulares y escuelas publicas lo que se debería hacer es corregir el sistema público de educación y no solo poner en el escrutinio a las escuelas privadas, como en el caso de puebla, en donde se presentan controversias, en el terreno formativo, por aspectos principalmente materiales y no de calidad educativa.

Considerando la calidad académica; las escuelas particulares siempre han sido una alternativa para los padres de familia que desean y pueden dar lo mejor a sus hijos, esto lo reconocen todos los ciudadanos.

Y digo todos los ciudadanos, dado que se ha visto que muchos padres de familia buscan un mejor lugar para sus hijos, incluyendo muchos políticos mexicanos, siendo funcionarios gubernamentales o no, de cualquier nivel y de cualquier partido, de izquierda y de derecha, grandes y pequeños.

Si hasta los que presumen de austeridad y de pertenecer al pueblo, tienen a sus hijos en escuelas particulares en México y algunos en el extranjero, sería tedioso hacer una lista, amable lector, pero usted tiene datos al respecto.

Aquí viene la pregunta ¿por qué muchos políticos  no inscriben a sus hijos en escuelas públicas de México? Usted tiene la respuesta, si piensa usted que es la calidad educativa, yo le agrego que también es para mejorar las relaciones interpersonales en la sociedad.

Ahora sí ahí le van los apuntamientos:

1.-  Sería bueno aplicar una ley que apoye a la mejoría de todo el sistema educativo pero de raíz, no solo inclinarse a ver  las escuelas privadas como si se les auditara con base en una nueva Ley.

2.- En cuanto se mejore la educación pública, en todos los aspectos,  les aseguro que pocas personas querrán inscribir a sus hijos en escuelas particulares. Eso de que se  mejore, es un sueño ¿verdad?

3.- Una Ley de educación debe considerar aspectos globales, entre los que se encuentra la educación en Línea, incluso exigiendo a los estudiantes dominar dos o más idiomas, también se debería considerar el aspecto de disminución de escuelas con clases presenciales y la regulación de la educación en línea.

Si esos aspectos se logran que bueno, pero  si no, pues que sigan, los unos y los otros riñendo por una Ley, en lugar de sentarse a discutir sus controversias, porque –reitero- con Ley y sin Ley, la educación  debe ser educación, si quieren que México progrese.

Para finalizar, si es que seguirá el enfrentamiento, aquí les dejo, dos frases de José Vasconcelos:

  • “A menudo la excesiva tolerancia debilita y corrompe a la bondad; en el momento de la pelea se debe ser severo.“
  • “El derecho del vencido, eso es lo que hace falta rescatar. En hacerlo radica la cultura”.

Facebook: Willy Muñoz

Página:    Willy

Twitter: @willyapunta

 

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Wilfrido Muñoz Xicohtencatl

Periodista especializado en economía desde 1984. Destacando Excélsior, Radio Oro, Radio Tribuna,  El Heraldo de Puebla, La Voz, El Sol de Puebla, ABC Radio y El Popular. Director del Programa “La Economía y Usted”