Gobernar a México: transformar de manera progresista en tiempo de Pandemia

  • José Pascual Urbano Carreto

El gobierno progresista de la 4T tiene que mantener el propósito de realizar cambios en el régimen político del País, poniendo orden con la conformación de un panorama que responda al criterio básico de que en las decisiones del estado están primero los intereses de los mexicanos y después los intereses corporativos, de grupo o individuales. El cambio incluye que lo establecido en nuestra constitución hoy se cumpla y se respete; antes se simulaba respetarlo pero se establecían en legislaciones secundarias elementos que permitían su elución y hasta su violación, con el aval de los que desde el neoliberalismo dirigían al poder de la nación, ello, por sí mismo, ya constituye un nuevo régimen, pero más profundo es el cambio cuando se establece en ese rumbo estratégico que el nuevo criterio de prioridades privilegia al interés de la nación, así el gobierno progresista crea una nueva dinámica y en esta se encuentran localizadas las explicaciones de varias de las medidas aplicadas por el gobierno del Presidente AMLO.

Por esta razón, es comprensible que los integrantes del bloque gobernante anterior aleguen que no se está haciendo lo correcto y que con ello se pone en peligro la estabilidad del país. Los damnificados por el triunfo del gobierno progresista, parece que no han entendido que el 1 de julio de 2018 perdieron las elecciones, y que los nuevos gobernantes tienen como misión poner orden en el País; evitando los voraces mecanismos que les permitieron sustraer la riqueza del país de manera ilícita y en beneficio de unos pocos privilegiados.

No cabe duda que el nuevo bloque gobernante tendrá que seguir combatiendo para cambiar el marco que permitió la dinámica delictiva, la corrupción, la violencia de la delincuencia organizada y la impunidad auspiciada desde el gobierno.

Lo mencionado fue un factor para generar una alta concentración de la riqueza y de los ingresos, por ello es un propósito esencial impostergable lograr mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, una mejor distribución de la riqueza, rescatar los espacios públicos para la vida de los ciudadanos, lograr restablecer el ambiente necesario de seguridad, detener la violencia, disminuir de manera acelerada la corrupción, garantizar el castigo a los corruptos y, de ese modo, rechazar la impunidad. Lograr también una mejor distribución de la riqueza y de los ingresos en nuestro País.

El gobierno progresista tiene que continuar avanzado en sus metas. y ahora tiene que diseñar su estrategia en el marco de una situación sanitaria mundial muy complicada, acompañada además por situaciones asociadas a la pandemia del COVID 19, la crisis mundial de salud y una casi segura caída de los niveles de actividad financiera y económica de carácter mundial, que tiene efectos evidentes en México. 

Para iniciar nuestro análisis es pertinente asumir que la complejidad de gobernar al país requiere asumir que lo que permitió ganar las elecciones como estructura organizativa es insuficiente para gobernar, se tiene que reestructurar para ponerla a la altura de las necesidades de conseguir el reto de transformar a la nación de manera progresista, eso en la forma de organizar a los que tienen la convicción de que deben superarse las formas tradicionales de organización para permitir la participación plena de todos los que creen el proyecto de transformación del presidente de la nación, posiblemente orientarse por estructurar el movimiento nacional por la Cuarta Transformación (4T).

Ese propósito ocuparía un lugar especial en el diseño del programa de esta opción que definiría los grandes trazos del cambio, aunque también deberá reflexionar sobre el rumbo que se debe tomar para que lo general de las definiciones del cambio pos neoliberal y sus implicaciones en cada una de las aristas del funcionamiento de la sociedad mexicana, se debe definir de manera puntual qué se debe entender de los cambios en lo económico, lo político, lo financiero y en lo cultural, todo como parte del Proyecto.

Lo anterior significa que se debe trabajar por la estructuración de lo que debe ser de primordial importancia, orientarse por la estructuración del nuevo bloque de dirección del país, es decir el nuevo núcleo que dirija al País, su sector de gobierno y de sus instituciones, que permitan en el ámbito público y privado agrupar a los que deben dirigir la transformación de la nación. En todo eso se debe tomar en cuenta a los que junto con nuestro presidente se constituyeron en la alternativa electoral que triunfó de manera contundente, además, el bloque histórico de gobierno progresista se debe nutrir de todos los mexicanos que decidan comprometerse con el proyecto de transformación progresista. En ese trayecto se tiene que atraer a muchos que estuvieron incorporados en tareas importantes del régimen anterior en donde los intereses primordiales se orientaban a la máxima ganancia, pero que hoy aceptan que la prioridad son los intereses de la nación y se orientan así, aunque no se les prohíbe que como empresarios del comercio, de las finanzas o la industria obtengan ganancias, solo se les exigiría tener una actuación no voraz y no corrupta que su ventaja se soporte en una conducta eficiente efectiva y honesta; otros que militaron en partidos que fueron los que crearon estructuras y llegaron a constituir núcleos de actuación ―que se beneficiaron con la apropiación indebida de los recursos públicos o que admitieron la comisión de ilícitos―, a todos ellos se les puede sumar al proyecto de transformación bajo la línea de que no se les otorga el borrón y cuenta nueva, sino, se les admite en el núcleo para lograr el proyecto de la 4T bajo la situación de tener una cuenta nueva. Lo ya indicado implica que deberán aceptar un cambio de conducta que permita terminar con la dinámica en sus actividades de voracidad y corrupción, asegurándoles de que en caso de querer engañar y continuar con prácticas ilícitas no se va permitir situaciones de impunidad.

 El criterio que he delineado se debería aplicar en todos los ámbitos de la problemática del país, así se daría oportunidad de que los que se quieran sumar al proyecto del presidente sean  bienvenidos, constituido el bloque histórico para impulsar la 4T, organizativamente se corresponderá con la estructura del Movimiento Nacional por la Cuarta Transformación (MNP4T).

En los estados se deberán constituir sus estructuras estatales del Movimiento. En la dirección de la organización se deberá incorporar a los que en lo electoral dieron la batalla, y la dirección del movimiento deberá estar en manos del presidente y de las estructuras políticas de su equipo, así como de las estructuras que surjan en la organización ideológica y política del movimiento.

Lo anterior, para ser consistente con una forma progresista de gobernar, se deberá vincular de manera directa con nuevas formas de organizar el gobierno de nuestro país. Es pertinente pensar de manera creativa en reinventar nuestro sistema federal manteniendo la división de poderes, pero considerando que el mejor elemento de contrapeso a las decisiones polémicas no compartidas por todos, aunque sí por la mayoría de los mexicanos, puede consistir en crear una estructura democrática de coordinación de los diferentes órdenes de gobierno, estructurar una instancia de discusión de los poderes  ejecutivos  federales,  es decir, fundar una estructura de discusión y coordinación del gobierno federal con las autoridades ejecutivas de las entidades federativas, normar y consolidar lo que ahora se constituye como la CONAGO con la participación de todos los gobernadores  de las entidades federativas y con la Presidencia del ejecutivo federal en un órgano de discusión y de decisión consensuada, de hecho sería el órgano consultivo más importante de la república mexicana.

Del mismo modo, en esa lógica, se estructuraría la forma de operar con los ejecutivos de los estados en relación con las autoridades municipales, en ellos se podría considerar la discusión bien reglamentada para que tanto los municipios como los gobernadores respectivos pudieran tomar las decisiones más adecuadas y, sobre todo, que el objetivo sería conseguir una conducta unitaria para aplicar las acciones correspondientes con las políticas diseñadas.

 En esos espacios se deberían discutir los problemas de la corrupción, la violencia, la impunidad, la pandemia y sus efectos en todos los ámbitos, desde allí coordinar las acciones correspondientes con las decisiones acordadas.

 Todo lo señalado sería sin duda una nueva forma de gobernar. En el mismo rumbo se pretendería coordinar las actividades legislativas creando espacios de discusión de los órganos legislativos de las entidades federativas y de los que integran el congreso de la unión de la república. En lo que corresponde con el poder judicial se integraría algún espacio de discusión y coordinación en las acciones de impartición de justicia, pero el gran reto del poder legislativo sería estructurar un sistema legislativo para la impartición de justicia armonioso y de preferencia único para todo el país, sin olvidar las particularidades derivadas de la complejidad de nuestra sociedad y de nuestra geografía.

En lo que se relaciona con la tarea de todo gobierno, de gobernar para todos, incluir a los que no están de acuerdo con lo que el gobierno progresista representa, se tiene que diseñar un camino que les permita, sin renunciar a sus convicciones, marchar hacia una actitud cooperativa para la solución de los problemas del país. Ello significa que los que constituyen el bloque de defensores del modelo anterior se comprometan a deslindarse de las personas que con voracidad ambición y perversidad incurrieron y pretenden seguir incurriendo en actividades ilícitas y que básicamente fueron realizadas en beneficio personal o de grupo, del mismo modo, que se comprometan a rechazar esas conductas, no solamente a expresar que cada quien es responsable de su conducta -eso es válido si fuera solo un asunto personal- además se trató de una forma de ser, que aun a los que no incurrieron esos excesos caminaban por eso senderos. Se trata ahora de condicionar su incorporación a que se sumen a la nueva dinámica, los que se asuman como oposición deben dejar de defender esas formas de actuar y lo demuestren con su conducta permanente.

Se trata de una situación, no de borrón y cuenta nueva, se trata más bien que los que se suman a la dinámica de superar los problemas con la nueva orientación de cuenta nueva. Es decir, que todos los que hemos luchado por el cambio originalmente hasta el triunfo del gobierno progresista y los que hoy se sumen al trabajo deberán actuar apegados a la nueva orientación, honestidad, eficacia y eficiencia.

Los retos que hoy se combinan en nuestro país son los relacionados con la intensa violencia e inseguridad, la corrupción e impunidad y el que se relaciona con la epidemia del COVID 19. Todos de gran importancia y que tienen que ser resueltos, por la forma en que se vienen abordando y por la descoordinación del bloque que hoy gobierna, que se puede sintetizar en la pretensión de querer reducir la presencia del movimiento de regeneración nacional por un nombre idéntico o equivalente, hacer solo eso significó reducir al movimiento a la estructura de un partido de cuadros que al incorporarse a la estructura del gobierno, perdieron la dinámica global de la transformación del país.

 Falta decidir cómo reestructurar la organización del movimiento por la cuarta transformación, para hacer corresponder la organización de los partidarios del gobierno progresista con las enormes y complejas tareas de cambio en México. Es un proceso complicado, pero se tiene que acometer para avanzar con firmeza.

En el combate a la epidemia el gobierno progresista se ha tenido que ocupar de las resistencias de las estructuras del bloque anterior de gobierno.

El sistema de salud, por razones obvias todavía mantiene a cuadros que fueron beneficiarios de las prácticas de esa época y se expresaron en situaciones de pasividad en el mejor de los casos, pero también en operaciones de boicot y sabotaje, tales como ocultar o no distribuir el material necesario, ello se presentó cuando se inició una revisión de las prácticas institucionales para la adquisición de los materiales necesarios para el funcionamiento de los sistemas de salud. En esa revisión se encontraron prácticas abusivas y corruptas lo que condujo a tomar medidas para corregir la situación, ello generó una respuesta de los beneficiarios de la anterior administración del sistema de salud y de los proveedores, y complicó la implementación de las medidas para enfrentar la pandemia.

Aun con todo eso se ha mantenido el combate a la corrupción y se ha logrado disminuir los costos de esa práctica y, al mismo tiempo, con el diseño de la estrategia de distanciamiento social para atenuar los contagios hasta ahora tenemos un sistema de salud suficiente para atender a las víctimas de esa epidemia.

 De acuerdo con lo informado por la Secretaría de Salud pronto empezaremos a restablecer la actividad de nuestra sociedad de manera paulatina, pero sostenida y consistente.    

 

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José Pascual Urbano Carreto

Licenciado en Economía (BUAP) con estudios de Maestría y Doctorado en Economía (UNAM). Diplomado en Comercio Exterior (UDLAP). Docente en la BUAP. Secretario de Relaciones Exteriores del STAUAP y secretario General del SUNTUAP. Coordinador Administrativo del HU (BUAP). Miembro del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Puebla.