El dilema de comer o pagar la luz: urge apoyo de CFE a sectores vulnerables

  • Fernando Manzanilla Prieto

Mucho antes de que estallara la emergencia sanitaria, diversos estudios ya señalaban que, en nuestro país, cerca de 12 millones de mexicanos viven en condiciones de pobreza “energética”, es decir que, mes con mes, tienen que decidir entre pagar la luz, el gas o comer. Situación que se ve agravada en entidades como Puebla, Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Chiapas que, en conjunto, concentran al 60% de la población cuyo ingreso es menor al costo mensual de la canasta básica alimentaria. 

Sin embargo, a raíz de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia, es previsible que el impacto económico genere un disparo inusitado en los niveles de pobreza en todo el país. En un reciente reporte denominado “Escenarios de los efectos en la pobreza en México a consecuencia de la crisis por Covid-19”, el área de investigación de BBVA México, pronostica una posible contracción del PIB de entre -7% y -12%, así como un aumento en el número de personas en pobreza extrema por ingresos de entre 12 y 18 millones.

Precisamente, previendo esta situación, en diferentes foros he venido insistiendo en la necesidad de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) establezca un criterio para condonar o, en su caso, diferir el pago de la luz durante esta pandemia, a aquellos sectores que viven en condiciones de pobreza y que constituyen la parte más vulnerable de la población en esta coyuntura de emergencia sanitaria. 

Como respuesta a la presión ejercida por diferentes actores y por miembros de la sociedad civil organizada, la CFE determinó que durante el periodo comprendido entre el 30 de marzo y siete días posteriores a la finalización oficial de la declaratoria de emergencia sanitaria, no serían considerados los consumos extraordinarios de energía eléctrica realizados por los usuarios domésticos para reclasificar hogares y, en consecuencia, reajustar tarifas.

Esta medida, a todas luces insuficiente dado el nivel de pobreza —tanto previa como la que está provocando la pandemia— se ha visto totalmente nulificada con los recientes aumentos observados en los recibos de luz. 

Durante las últimas semanas, a través de las redes sociales, los usuarios han reportado que los precios por concepto de suministro básico de energía eléctrica se han visto drásticamente incrementados. Los consumidores han denunciado el cobro de tarifas superiores a las que ordinariamente se habían cobrado y pagado en bimestres anteriores, incluso superiores al 6to bimestre del año pasado, fechas en las que tradicionalmente se da un consumo extraordinario de energía eléctrica en hogares y en comercios.

Pensando en esta situación, el día de ayer presenté un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados para exhortar nuevamente a la CFE a que atienda y resuelva con celeridad esta problemática. Entre las sugerencias presentadas, destaco las siguientes:

En primer lugar, reiteré mi propuesta de brindar facilidades de pago, a lo largo del ejercicio fiscal de 2021, a aquellos usuarios en condiciones de pobreza que no puedan realizar el pago de luz durante la pandemia. Asimismo, propuse evitar la suspensión del servicio eléctrico por falta de pago oportuno en esta coyuntura y, al menos, durante dos bimestres completos adicionales, posteriores al levantamiento de la emergencia sanitaria.

En segundo lugar, para favorecer a las familias con un consumo de energía eléctrica medio y bajo, propuse ampliar considerablemente los rangos de aplicación de tarifas de (i) consumo básico y (ii) consumo intermedio para, de este modo, evitar hacer más gravoso para las personas el consumo extraordinario al que están obligadas por el confinamiento.

Y en tercer lugar, para favorecer a los consumidores que han visto injustamente incrementado el pago de luz, propuse que la determinación de no considerar excedentes se haga aplicable y retroactivo desde el primer día del segundo bimestre del 2020, es decir, del 1 de marzo, en atención las familias que iniciaron puntual y debidamente su resguardo domiciliario y que, naturalmente, pudieron tener un mayor consumo de energía eléctrica en sus hogares con el consecuente riesgo de reclasificación a la Tarifa Doméstica de Alto  Consumo (DAC).

Es imperativo que la CFE haga un esfuerzo para atender de la mejor manera las diferentes necesidades de la población en esta situación de emergencia. Lo peor que podría pasar es caer en la indolencia en estos momentos en que las familias más vulnerables de México necesitan de toda nuestra solidaridad.

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Fernando Manzanilla Prieto

Soy Fernando Manzanilla Prieto, desde hace 20 años la vida me ha dado el privilegio de servir a las familias poblanas. Mi mayor anhelo es que a mí Estado le vaya bien.