Entre los muchos asuntos que son estridentes hoy en el país, digo estridentes porque no se debate sobre de ellos, simplemente la sociedad civil los descalifica o cuestiona, suena con mayor eco, la disputa en el gobierno mexicano, retumban la falta de acuerdos.... 

Muchas declaraciones de quienes ostentan el poder desde el Palacio Nacional y las Casas de Gobierno denotan poco o nulo conocimiento de la historia, con relación a lo que prevé la ley sobre lo que se considera un pacto federal.

La preocupación detrás de los lamentos, la desobediencia y la amenaza de fractura del pacto fiscal, por algunos miembros del poder público, no es un asunto menor de civilidad; el clamor que invoca a la autonomía de los estados, denota un desconocimiento claro de lo que prevé la Constitución. Romper la noción federalista de nuestra estructura: el federalismo, es un riesgo inminente, más cuando se trata del tema hacendario.

En una frase, no pretenden la destrucción de un poder centralista, sino la forma en como se les impide manejar (como se acostumbraba) las partidas presupuestales que les corresponden. Desconocen que la República es la garante del proceso democrático, pero no entienden ni una ni otra cosa.

 Al parecer la pandemia que se vive fue la gota que derramó el vaso, sin embargo, las cabezas de las Casas de Gobierno de los Estados, descubrieron que aunado a que no podrán hacer  negocios, (que se presume  se hacen en tiempo de calamidades) han pasado a ser simples espectadores, toda vez que han caído en cuenta que ya no existe dirección y coordinación con quien encabeza la alianza de la federación, pasaron de ser titiriteros a ser títeres.

 La historia mexicana reciente muestra que hace meses la discusión se dio por el INSABI e igual, no era la salud el asunto sino la razón presupuestal y la falta de coordinación e información. 

 Como eco de un pensador alemán: nuestra época hace recordar la desintegración de Estado griego: “todo sigue siendo lo mismo pero ya nadie cree en ello.” El lazo espiritual, invisible, que da legitimidad y fortaleza a lo existente, ha desaparecido, lo han vulnerado, lo han lacerado…

 Por situaciones como ésta, es que habrá que reconocer a los legisladores Constituyentes, cuando establecieron la premisa en el artículo 117, que expresamente indica que los Estados, no podrán celebrar alianzas, tratados o coaliciones entre ellos, y es que su naturaleza más que una prohibición oculta, es una especie de recordatorio de que ya pertenecen a una alianza mayor (faedus) y que esto, es ese lazo natural, que da la fuerza de toda federación.

 El problema es cuando olvidan que el pacto fiscal no es el corazón de la alianza.

 Han olvidado que la CONAGO, conferencia que servía para analizar algunas de las problemáticas latentes en ciertas regiones, no es un Club De Tobby que pueda ser limitado a intereses económicos, ese era el gran espacio para revisar las políticas públicas, presupuestales y sociales, que atañen de forma directa a la ciudadanía, pero en el fondo, eso ya no les interesa, lo único que tienen a la vista ambas partes, es el proceso electoral del 2021

 Lo grave no es que tengan intereses político- electorales, sino que olviden que su compromiso es con sus gobernados, sobre todo en un país donde según cifras bondadosas tenemos nada más y nada menos que 50 millones en pobreza extrema, que triste que ahora a éstos, solo les quede el papel de observadores.... 

¿Usted estimado lector, que opina ?