Los migrantes ante la Pandemia

  • María Teresa Galicia Cordero
No solo nosotros estamos enfrentando la crudeza de una pandemia.

Los mexicanos constituyen el grupo de extranjeros más numeroso en Estados Unidos EU, siendo el 25 por ciento de los 44,5 millones de migrantes (Migration Policy Institute, 2018). Este porcentaje ha disminuido en los últimos años, básicamente por la lenta recuperación de la economía de EU y el endurecimiento en las leyes migratorias.

En el último censo (este 1 de abril se realizó el del 2020) ya se contaban a aquellas personas que se identificaron como de origen mexicano que residían en los Estados Unidos, en ese censo se identificó que los latinos en general son notablemente más jóvenes que el promedio de la población general, lo que los proyecta como una fuerza laboral y de consumo clave para el crecimiento económico del país.

Todo indicaba, antes de la pandemia, que los mexicanos estaban construyendo un verdadero poder económico porque de todos los latinos en Estados Unidos, más del 63 por ciento son de origen mexicano, de ellos y según datos del Instituto de los Mexicanos en el Exterior IME (2018) 55,978 son originarios del estado de Puebla.

También es importante saber que históricamente la migración de mexicanos a EU ha estado por años impulsada por trabajadores sin estudios superiores que se desempeñan mayormente en los sectores agrícola y de la construcción, el panorama ha cambiado de manera paulatina y   los hijos de las generaciones que migraron, están poco a poco teniendo mejores probabilidades de obtener educación en niveles superiores, y, por tanto, de ganar, gastar e invertir más dinero.

A diferencia de décadas anteriores, según el Migration Policy Institute (2018) los mexicanos que recién arriban a Estados Unidos tienen mayores probabilidades de tener estudios universitarios y más conocimiento del inglés. Otra característica importante es que buena parte de los mexicanos establecidos son emprendedores, es decir, son dueños de su propio negocio, casi el 25 por ciento de los emprendedores de negocios de construcción son mexicanos o de origen mexicano y según el Departamento del Trabajo de EU, los empleos relacionados con la construcción y la extracción tienen una proyección de crecimiento del 11 por ciento desde 2016 a 2026, más rápida que el promedio del total de las demás ocupaciones del país.

Sin embargo, hoy, a pesar de todo su trabajo, sus saberes, su tenacidad y capacidad de resistencia, enfrentan la pandemia en términos muy desiguales, porque cuando a todos se les pide quedarse en casa, los migrantes indocumentados mexicanos tienen que salir a trabajar porque viven al día, no tienen seguridad social y mucho menos seguridad laboral.

La industria agrícola estadounidense depende en gran medida de los trabajadores mexicanos, así como otros sectores como la construcción, la hotelería y recreación donde los mexicanos ocupan un 19.5 por ciento y el 14.5 por ciento de los empleos respectivamente (New American Economy, 2019).

La situación en Estados Unidos   generada por la pandemia del Covid-19 es grave para toda su población, pero se va haciendo mucho peor según el estatus migratorio que tenga cada persona. Los migrantes indocumentados son el grupo de personas en EU que están más en riesgo porque son los que tienen menos servicios y apoyos. Aunque el gobierno de EU ha dispuesto una fuerte cantidad de su presupuesto para enfrentar la emergencia, ni las familias de indocumentados ni las denominadas “familias mixtas”, integradas por ciudadanos estadounidenses con padres mexicanos en situación migratoria irregular, podrán tener acceso a ella.

Se ha estado difundiendo que todas las personas tienen el derecho a que se les tome la prueba del Covid-19 de manera gratuita, pero nada más. No se les incluye el tratamiento, el acceso a medicinas y el acceso a una Institución de Salud porque tienen que contar con el Medicare* o bien contar con la ayuda de los costos médicos para ciertas personas que tienen ingresos o recursos limitados a través del Medicaid.

Lo anterior es sumamente injusto porque muchos de nuestros migrantes contribuyen pagando impuestos, seguro de desempleo e incluso los seguros de atención a la salud, pero mientras no atiendan su situación irregular migratoria, no tienen acceso a ellos.

Además, a pesar de ser los que envían las mayores remesas a nuestro país porque son los que tienen más vínculos con su familia y sus comunidades en México, en este momento parecen no ser ni de “aquí ni de allá”, porque fueron expulsados en algún momento de México y siguen siendo perseguidos para ser expulsados de E.U.

Será toda una odisea el que puedan salir adelante en esta situación crítica y no veo tampoco aquí en Puebla ni en nuestro país que se hable de darles ayuda a través del Gobierno Federal,  las Casas Puebla o en los Consulados, tampoco se está previendo que las comunidades migrantes en nuestro estado puedan salir adelante sin las remesas, porque ahora necesitan utilizar su dinero allá para sobrevivir y no pueden seguir enviado la misma cantidad ni con la continuidad acostumbrada esas remesas tan valoradas.

Como pueden ver, no solo nosotros estamos enfrentando la crudeza de una pandemia, nuestros connacionales lo están haciendo enfrentando aún mayores retos, en un camino donde solo cuentan con su familia, amigos o paisanos apoyados por el trabajo organizado y valioso de las muchas asociaciones que se han formado allá.  

Me pregunto si en algún momento el gobierno mexicano y los gobiernos estatales han sido aliados de los migrantes, son un grupo poblacional que parece estar presente solamente cuando se habla de remesas. Tal vez sea el momento de que también se les incluya dentro de los grupos vulnerables, porque ahora más que nunca y en este tiempo de pandemia, son ciudadanos mexicanos que merecen ser visibilizados, valorados y apoyados.

 

Medicare: https://www.medicare.gov/Pubs/pdf/11306-S-Medicare-Medicaid.pdf

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.