AMLO, fecundo manantial de pendejadas

  • Raúl Espejel Pérez
Esa apócrifa “consulta popular”.
No habrá rescate ni condonación.- AMLO
Reforma Noticias (abril 1 de 2020) 08:17 horas.

Con sobradísima y requetecomprobadísima razón dice un dicho popular que “los perros abren los ojos a los quince días de nacidos y los pendejos jamás”. Afirmación llena de sabiduría, con la que estoy de acuerdo. Lógicamente después de observar durante quince meses, con detenimiento y enorme inconformidad, la eficiencia y sorprendente facilidad con la que el presidente López está destrozando al país. 

AMLO, fecundo manantial de pendejadas

Con la idea de ser más expresivo y sobre todo, muy explícito en el señalamiento de los errores que, en mi opinión, López Obrador está cometiendo, día tras día, en el ejercicio de sus funciones como Presidente de la República, utilicé la palabra pendejadas, sabiendo que no se trata de un término injurioso ni insultante, sino muy castizo. La Real Academia Española la define como tontería o hecho tonto. Aun así, espero la comprensión de los lectores de e-consulta.

Entrando en materia, empezaré por reconocer que México necesitaba ─y hoy más que nunca, continúa necesitando─ un cambio de gobierno radical, después de ser gobernado por un partido político hegemónico ─el PRI─ durante 71 años consecutivos, enseguida por 2 presidentes surgidos del PAN, que no dieron buenos resultados y nuevamente gobernado por otro presidente priista, que no solo fue incapaz de combatir la corrupción, sino que se dejó atrapar por ella a pocos meses de iniciada su administración gubernamental.

Fueron esos los elementos que originaron el avasallador triunfo electoral de López Obrador. Con una alta votación nunca antes registrada en la historia electoral del país. Triunfo que hubiera obtenido cualquier otro candidato que se comprometiera a combatir la corrupción y que el presidente de la república ha cometido el error de sobredimensionar. Alimentando así su arrogancia y su mal fundada autosuficiencia.

Efectivamente México necesita un cambio de gobierno. Pero un auténtico cambio para mejorar, para que el país progrese, no para que recaiga y peor aún, para que retroceda, como está sucediendo desde hace 15 meses que AMLO ocupa la presidencia de la república.

Desde entonces López empezó a elaborar lo que ya ahora es una larga cadena de pendejadas que crece casi día tras día y parece no tener  fin.

Todo empezó al ordenar la cancelación del NAIM, sin tener un proyecto alternativo que fuera mejor. Lo sustituyó con la pendeja ocurrencia de construir un aeropuerto civil dentro del aeropuerto militar de Santa Lucía. Cosa que por razones de seguridad nacional nunca debió hacer.

A esa pendejada siguió otra. Provocar escasez de gasolina en todo el país, cuando con la idea que combatir el huchicoleo, ordenó cerrar los gasoductos que la conducen a los centros concentradores. A esa pendejada siguieron otras. Imponer los proyectos de la refinería de Dos Bocas y del Tren Maya, cuya factibilidad es incierta y está destinada a fracasar y la cancelación de las rondas petroleras.

Detrás de esas tres pendejadas prosiguieron las de eliminar los programas de Estancias Infantiles, Refugios para mujeres en situación de violencia extrema y Comedores comunitarios para personas de escasos recursos económicos, que funcionaban bien y otras más, que eran de gran utilidad social aunque algunas de ellas caminaran como elefantes artríticos, según el dicho del propio López. En todo caso, debieron corregirse las deficiencias de los programas que funcionaban lentamente y no eliminarlos como estúpidamente lo hizo López.

Otra pendejada fue hacer añicos el Seguro Popular que proporcionaba atención médica a los millones de personas que carecen del servicio institucional que proporcionan a su afiliados el IMSS y el ISSSTE y sustituirlo con un galimatías llamado Instituto de Salud para el Bienestar.

Una pendejada más de López, consistió en cancelar el apoyo financiero gubernamental que se le otorgaba a la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM) que con magníficos resultados en materia de oportunidad y eficiencia atiende a las mujeres que padecen cáncer de mama.

López también cometió la pendejada de destrozar la Policía Federal, en vez de mejorarla la sustituyó con una Guardia Nacional, cuya actividad más destacada, hoy en día, consiste en impedir, en la frontera sur, el paso de los millares de migrantes centroamericanos que pretenden ingresar a Estados Unidos. Pendejada que ha sido aplaudida por el presidente Trump, que utiliza a México como país seguro.

Una institución que hizo mucha falta en el país, sobre todo durante la masacre del 2 de octubre de 1968 y fue creada 22 años más tarde, también fue agraviada por otra pendejada ─o perversidad de López─ es la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Con el propósito de controlar y manejar, desde su oficina en el Palacio Nacional, las decisiones y recomendaciones de la CNDH y quebrantar su condición de órgano autónomo, López, con el servil apoyo de los senadores de Morena y de sus partidos satélites, impuso como presidenta de esa importante institución a una secuaz suya, la señora Piedra.

López también infiltró, con otra persona supeditada a él, en la otrora autónoma e independiente Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Podría continuar enumerando más pendejadas cometidas por López, en su carácter de presidente de la república, pero el espacio periodístico tiene límites que deben acatarse. Por ello habré de concluir refiriéndome a las tres que cometió el fin de semana anterior al visitar la ciudad de Mexicali, capital de Baja California y el municipio sinaloense de Badirajuato, lugar de nacimiento de uno de los traficantes más poderosos de México, situado en uno de los tres vértices del Triángulo Dorado del narcotráfico.

La primera de esas tres pendejadas, de suyo graves, que acarrearán al país consecuencias económicas y políticas severas, la cometió López en la capital de Baja California, el sábado 28 de marzo, al calificar como un “EJEMPLO DE DEMOCRACIA” esa patraña teatral, disfrazada de “consulta popular”, que por instrucciones suyas escenificó la secretaría federal de Gobernación, con el premeditado propósito de legalizar y legitimar, la cancelación de la planta cervecera que la empresa estadounidense Constellation Brands construye en el Valle de Mexicali.

Esa apócrifa “consulta popular”, que urdió López para enmascarar su animadversión a esa importante obra productiva, financiada en dólares, está muy alejada, pero bastante alejadísima, de ser el ejemplo de democracia que le atribuyó el mesiánico presidente de la república mexicana.

Sólo se instalaron 27 casillas. Donde de un padrón compuesto por 2 millones 816 mil 510 electores, 27 mil 973 personas, gran parte de ellas acarreadas en microbuses, y no se sabe cuántas, influenciadas por la actividad proselitista del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno lopista, Víctor Manuel Toledo, “democráticamente determinaron” la cancelación de esa obra de infraestructura productiva, que cuenta con un avance de 70%, en la que laboraban mil 800 trabajadores, que en promedio percibían sueldos de 300 pesos diariamente y en la que hasta ahora se han invertido 900 millones de dólares, de los mil 400 millones inicialmente programados y que al ser puesta en servicio hubiere generado 5 mil 68 empleos, 4 mil 25 directos y 1043 indirectos. Empleos que tal vez pudieren ocupar algunos de los votantes que decidieron echar abajo la obra de Constellation Brands.

Esta es la segunda vez que en menos de dos años un voto causa tan graves daños a la economía. La anterior sucedió cuando poco más de treinta millones de  votantes ocasionaron los daños que están sufriendo el país y ciento treinta millones de habitantes. A esto el presidente López llama democracia.

La otra de sus tres y más recientes pendeburradas la cometió López el mismo sábado 28, en La Rumorosa, después de detener y descender de una de las camionetas blindadas ─que tanto criticó a su antecesor Peña Nieto─ para contemplar el paisaje y pedir a uno de sus escoltas que le grabaran un video donde él sería el personaje central, teniendo como fondo un aspecto de la sierra donde la empresa británica interGen instaló un parque eólico con cinco aerogeneradores de energía eléctrica que  producen 155 megavatios (MW).

“Es uno de los sitios más bellos de México (dijo López), pero también aquí se expresa la falta de sensibilidad de los gobernantes; autorizaron (la instalación de) esos ventiladores para producir energía eólica, miren cómo afea el paisaje, la imagen natural, cómo se atrevieron a dar permiso para instalar estos ventiladores”.

“Los pusieron los conservadores… son negocios privados porque se tienen que subsidiar estas empresas. Esas son las transas que se hacían en el periodo neoliberal, esto fue promovido por los gobernadores del partido conservador”.

¡”Nunca más permisos para afectar el medio ambiente”! Remató López haciendo alarde de su conocida brusquedad, enojo y mala voluntad con las que se refiere y trata a todo lo que no concuerda con su peculiar forma de ver lo que se mueve a su alrededor.

Nada más que en este caso sus exabruptos salpicaron a una empresa proveniente del Reino Unido.

La tercera pendejada de la jornada de fin de semana, cuyas inevitables consecuencias políticas, no alcanzan a comprender sus precarias entendederas, ocurrió el domingo 29 de marzo en el municipio sinaloense de Badiraguato.  

Esto sucedió al saludar comedidamente a la señora María Consuelo Loera Pérez, madre del narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, mejor conocido como Chapo Guzmán, que actualmente se encuentra encarcelado en Estados Unidos y abuela paterna del Chapito Ovidio Guzmán López, cuya frustrada captura puso en jaque al Ejército Mexicano y a la Guardia Nacional, durante el culiacanazo ocurrido el 17 de octubre de 2019 y además demostró la ineptitud del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.

La afectuosidad con la que López saludó a la progenitora del Chapo Guzmán, contrasta diametralmente, con el desprecio que demostró López el día que se negó a recibir en el Palacio Nacional a los integrantes de la caravana,  proveniente del estado de Morelos, “Caminata por la Verdad, Justicia y Paz”, encabezada por la familia LeBarón y el poeta Javier Sicilia, que tenía la finalidad de exigir el esclarecimiento del crimen colectivo cometido en perjuicio de la vida de nueve integrantes de la referida familia y enfrentar a la delincuencia con una estrategia encaminada a disminuir sus embestidas y no ofrecerle besos y abrazos como suele hacerlo López.

¿Acaso para el presidente de la república es más importante saludar a la madre de un criminal, como el Chapo Guzmán, que escuchar y atender los reclamos de quienes han sido víctimas de delincuentes?

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Raúl Espejel Pérez

Ha colaborado como articulista en la revista Jueves de Excélsior, El Universal de México, El Universal Gráfico, El Universal de Puebla, El Día, Nueva Era de Puebla y la revista Momento de Puebla (versión impresa y digital).