Crisis de migrantes ante pandemia

  • Norma Angélica Cuéllar
Se calcula que hay unos 60 mil migrantes alojados en la franja fronteriza

La pandemia de COVID-19 ha dejado al descubierto otras crisis, como la de los migrantes alojados en la frontera, los asegurados en estaciones migratorias y los indocumentados que se han quedado a residir en México, a lo largo de la ruta migratoria.

En esta semana, gobernadores de las entidades fronterizas con Estados Unidos advirtieron que actualmente hay 25 mil migrantes irregulares entre Nuevo León y Tamaulipas, aunque la cifra de toda la frontera podría ser de 60 mil, que requieren acciones urgentes de prevención ante la pandemia mundial.

Hay que recordar que en enero de 2019, el gobierno de Donald Trump puso en marcha el programa "Quédate en México" -conocido oficialmente como "Protocolos de Protección a Migrantes"- un programa que obliga a los migrantes a esperar en México sus trámites de asilo. La estrategia de control fue aprobada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con la esperanza de mantenerlo como un programa piloto de alcance limitado.

Sin embargo, tan sólo en 2019, el programa tuvo a 62,144 migrantes centroamericanos y de otros países latinoamericanos inscritos en él.

Quédate en México inició en San Diego, California, pero se extendió a la largo de la frontera, donde los migrantes, la mayoría centroamericanos, se encuentran estacionados en campamentos sin condiciones adecuadas de higiene.

Los gobernadores hicieron un llamado al Instituto Nacional de Migración (INM) para tomar acciones urgentes de atención a este sector altamente vulnerable, pues se trata de familias que esperan sus audiencias y que se encuentran en situación preocupante.

Ahora bien, organizaciones defensoras de derechos humanos también han levantado la voz para que se tomen medidas urgentes para prevenir contagios de coronavirus en las estaciones migratorias y albergues para migrantes.

Y ya no hablemos de los migrantes que no están en albergues, que venden artesanías y piden dinero en los cruceros y plazas de una gran parte de las ciudades importantes de las rutas migratorias a lo largo y ancho del territorio nacional.

Pero por si las cosas no estuvieran suficientemente mal, el canciller Marcelo Ebrard acaba de anunciar que México recibirá a los migrantes centroamericanos que Estados Unidos decidan regresar de inmediato a sus fronteras al rechazar su solicitud de asilo debido a la pandemia de COVID-19.

Varios medios mexicanos criticaron que durante la conferencia matutina desde Palacio Nacional, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores minimizó el impacto del anuncio del 18 de marzo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de negar la entrada al país a todos los solicitantes de asilo debido a la crisis del coronavirus, lo que implicaría el regreso a México de muchos de ellos.

La medida se aplicará tanto en la frontera con México como en la de Canadá y permitirá a Estados Unidos expulsar del país a los migrantes indocumentados sin ningún periodo de detención, ni el debido proceso.

Ebrard explicó que se tomaría esta decisión “en función de su legislación por emergencia sanitaria. (...) Y en consecuencia no admitirán a las personas que están llegando todos los días de manera indocumentada".

Aunque Ebrard agregó que llegan a diario unos mil 250 migrantes, de los cuales mil 100 son mexicanos y unos 125 son centroamericanos, la situación es preocupante.

Lo más alarmante es que los migrantes son un sector invisible. La mayoría de ellos viven con sus propios recursos, se las han arreglado para mantenerse en México y se encuentran a la deriva en relación al acceso a la salud, vivienda, alimentación y satisfacción de todas sus necesidades.

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Norma Angélica Cuéllar

Periodista egresada de la UNAM, especializada en política, derechos humanos, religión y migración, con artículos publicados en revistas y diversos medios nacionales. Doctora en Sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.

 
 

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