Algunos aspectos a considerar para construir una Ciudadanía

  • Nicéforo Rodríguez Gaytán
Derechos y obligaciones claramente reconocidos por la ley.

Teniendo como referencia la literatura desde las consideraciones liberal y comunitaria para la conceptualización y estudio de la ciudadanía, ambas posturas coinciden en que ésta tiene una condición legal y resaltan la necesidad de la pertenencia de los ciudadanos en la comunidad política, en la cual, los ciudadanos pueden expresar con sus propios lenguajes y prácticas aquello que consideran que  los  identifica en una determinada comunidad política.

 Para que ello suceda se requiere de que existan procesos educativos para aprender a ser un ciudadano, lo cual implica entre diversos factores, la adquisición de competencias ciudadanas, como parte del proceso de educación y aprendizaje para ser un ciudadano.

Otro aspecto importante a considerar para materializar este proceso de educación ciudadana es el reconocimiento de derechos sociales, políticos  y comunitarios,  en un marco jurídico, que dote a las personas de derechos y obligaciones claramente reconocidos por la ley; por lo tanto, la existencia de ciudadanía implica garantizar respeto a las diferencias, a las minorías, lo que conlleva a la aceptación de la diversidad, al manejo del conflicto derivado de la diferencia, en la que  los ciudadanos ponen a prueba su capacidad, actitudes y prácticas de tolerancia y respeto al otro.

Aristóteles pensaba que la ciudad era la base para que pudiera construirse  ciudadanía, la cual se desarrollaba en gran medida, por la actividad política que los  ciudadanos realizaban en la ciudad, mediante su participación en la deliberación en temas de administración y justicia, pero además podían participar en los cargos, podían gobernar y ser gobernados, por todo esto, para el filósofo griego,  ser ciudadano significaba que los individuos trascendieran  su condición individual, puesto que la participación de los ciudadanos en la política de su polis o ciudad, implicaba participar en la vida pública de la ciudad. 

Con base en estos planteamientos, entonces podemos entender que para construir ciudadanía deben existir ciudadanos con competencias para participar en la política, en el gobierno, en la deliberación, en suma, en todos aquellos aspectos que refiera la vida pública de la ciudad, independientemente de las características que esta tenga.

Un reto importante en las ciudades modernas tan grandes en número, complejas en sus  necesidades y problemas, es la construcción de ciudadanía con ciudadanos desarrollando procesos de aprendizaje para aprender a ser ciudadanos, pues tomando en consideración que en la sociedades antiguas que eran más pequeñas,  había complejidades para formar ciudadanos en los tiempos actuales, existen más obstáculos y es mucho más difícil.

Pero a pesar de estas limitantes de las condiciones de las sociedades actuales, debemos seguir  trabajando en la formación y existencia de instituciones representativas que den pauta a la interacción en un primer plano, entre ciudadanos y gobernantes, con el propósito de que las instituciones sean un instrumento para que se pueda garantizar el pleno ejercicio de derechos, por esta razón, existe un punto de encuentro como espacio o contexto idóneo para la construcción y ejercicio de ciudadanía, siendo la democracia representativa a pesar de sus contrastes. 

Desde esta perspectiva la ciudad, es el lugar del “civismo o participación” en los quehaceres públicos, es la “polis” (ciudad-Estado), el espacio para la actividad política y su desarrollo, del ejercicio del poder; coordinado y limitado entre gobernantes y gobernados, es la ciudad donde se nutre, estimula y detona la ciudadanía, de ahí que el ciudadano se forma mediante su participación en la vida pública, pues sin ella, no hay ciudadanía y ésta se reduce a su elemento jurídico.

Así las cosas, de manera respetuosa me permito invitar a que comprendamos que ser ciudadano y construir ciudadanía, no sólo debe tener una base jurídica que le reconozca y le dote de legalidad sino otro elemento más complejo y desafiante que es que estemos conscientes que necesitamos aprender a ser ciudadanos, realizando actos de enseñanza-aprendizaje que nos permitan trascender a nuestra esfera individual para contribuir a la vida pública de la cual somos parte.

Mi insistencia es este tema, no es la necedad ociosa, es poner atención en la necesidad social para formar conciencia en este arduo proceso para que seamos ciudadanos informados, activos y propositivos en beneficio de nuestra ciudad, pues al final, es un beneficio para todos en nuestra dimensión común, en la cotidianidad, donde interactuamos con los otros, los diferentes con los cuales mantenemos barreras de comunicación.

 

nish76@hotmail.com

 

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Nicéforo Rodríguez Gaytán

Líder estudiantil. Miembro del PSUM, PMS, PRS y PRD. Estudió de nivel medio, superior y Posgrado en la BUAP. Doctor en Ciencias Políticas UNAM. Profesor investigador, Facultad de Derecho y C.S. BUAP