Acoso y hostigamiento sexual

  • Norma Estela Pimentel
México ocupa el primer lugar de los países de la OCDE con casos de embarazos en niñas y jóvenes.

Dra. Norma Estela Pimentel Méndez*

 

A nivel internacional ONU Mujeres ha señalado que una de cada tres mujeres, ha sufrido o sufrirá violencia sexual. Pese a que esta cifra suele mencionarse en múltiples espacios, pareciera que nos hemos tornado indiferentes a las manifestaciones donde se continúa sexualizando a niñas y mujeres… previo a llegar a la máxima agresión, sexo sin consentimiento, violación.

Nuestra sociedad se mueve con indiferencia, normaliza que 9 de cada 10 niñas y jóvenes entre los 12 y 19 años, sufren violencia en el noviazgo; que sólo 3 de cada 10 llegan a denunciarlo por sentir miedo, por sentir culpa, por desconocimiento de sus derechos, por amenazas del agresor, por la sensación de no querer afectar a sus familiares o porque al presentarse ante autoridades, estas deciden no creer en sus palabras, pese a contar con evidencias contundentes.

México ocupa el primer lugar de los países integrantes de la OCDE con casos de embarazos en niñas y jóvenes, lo que encierra una cantidad de violencias silenciadas, disfrazadas de relaciones de “amor” en las que se romantizan noviazgos con sumisión, dependencia y obediencia, que normalizan la idea de que los celos son reflejo de cariño. Así muchas de nuestras niñas y jóvenes son forzadas a tener sus primeras relaciones sexuales.

Durante 2019 de acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se recibieron 5,347 llamadas de emergencia a nivel nacional, para reportar incidentes de abuso sexual; adicionalmente se recibieron 7,470 llamadas de emergencia para reportar incidentes de acoso u hostigamiento sexual; otras 3,874 llamadas de emergencia estuvieron relacionadas con casos de violación. Es decir que el año pasado 16,691 en todo nuestro país, reportaron ante autoridades estar inmersas en una situación de violencia sexual.

Nos hemos vuelto indiferentes a perder a nuestras jóvenes porque decidieron “fugarse” con su pareja, pues este es el reporte oficial que otorgan las autoridades, muy a pesar de las investigaciones que se han realizado en torno al modus operandi de los sujetos vinculados a las formas de trata de personas, que afecta en un 70% a niñas y mujeres.

El hostigamiento sexual y el acoso sexual son conductas de carácter lascivo, indeseadas e indebidas, que generan en las personas la sensación de humillación, ofensa, que molestan e intimidan, que atentan contra la salud, la integridad, la dignidad, las oportunidades profesionales y los derechos humanos de quienes la padecen, que constituyen expresiones de violencia sexual…que tenemos normalizadas en nuestra sociedad machista y misógina.

Algunas conductas no verbales relacionadas con acoso y hostigamiento sexual, consisten en condicionar la prestación de un trámite o servicio público o evaluación escolar a cambio de que la persona, estudiante o solicitante acceda a sostener conductas sexuales de cualquier naturaleza, que pueden concluir o no en una relación sexual no consensuada.

La norma oficial mexicana 025, en materia de Igualdad Laboral y No Discriminación prohíbe las manifestaciones relacionadas con acoso y hostigamiento sexual, que pueden desarrollarse en entornos escolares y laborales. Derivado de esto se ha emitido a nivel federal el Protocolo para la prevención, atención y sanción del acoso y hostigamiento sexual, cuyos principios pueden replicarse en cualquier entidad, pues esta acción puede generar entornos más seguros para su población.

Revertir las cifras de incidencia de violencia contra niñas y mujeres es una tarea que nos responsabiliza a todas las personas. Además de consolidar esfuerzos que otorguen seguridad a quienes han sido víctimas de estas situaciones para que puedan presentar las denuncias correspondientes, deberíamos replantear que tipo de relaciones entablamos con nuestras parejas, amistades, estudiantes, compañeras de trabajo, socias, etc. Niñas y mujeres plenas y seguras deben ser el pilar de nuestra sociedad.

 

*Doctora en derecho, especializada en rendición de cuentas, derechos humanos, transparencia, combate a corrupción y género.

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Norma Estela Pimentel

Abogada certificada por la Barra Mexicana de Abogados. Autora del e-book “Marco jurídico de las comunicaciones”. Speaker Tedx BUAP Wowen 2019. Impartió seminarios y diplomados con perspectiva de género