Viviendo al filo de la navaja

  • Alejandra Fonseca
A veces la tristeza es inevitable; por más que intentes evadirla...

Dicen los que saben que es mejor no permitir a nuestras impredecibles emociones dirigir  nuestras vidas. Tienen razón: Cuando, por ejemplo, la tristeza te invade, puede que una siestecita te ayude a que la dejes pasar, pero puede que no. Y si no tienes ganas de dormir, tu mente cicla y recicla los pensamientos tristes y no tienes cómo romper su momentum. 

A veces la tristeza es inevitable; por más que intentes evadirla, te atrapa. Pega seco y de frente por eventos que no puedes controlar, mucho menos cambiar y no encuentras la manera de sacudírtela y continuar; te paraliza, incapacita y hurgas en ella. Está comprobado que cuando cualquier emoción te invade, el cerebro racional --lóbulo frontal--, no funciona.

¿Se puede vivir evadiendo las emociones? Hay quien desarrolla mecanismos de defensa contra ellas porque si las deja llegar no se levantaría de su embate; hay quien despliega una gran habilidad para sentirlas, y a la vez, pensar racionalmente ya que sabe que no tiene sentido perder tiempo y energía en lo que no puedes cambiar. Ser racional ante las emociones es continuar con lo que tienes que hacer sin mirar atrás.

Pero el influjo de las emociones brinda grandiosas oportunidades a escritores y poetas al  ofrecer profundas y bellas reflexiones que nos dan sentido, significado y respuestas por que dicen lo que no sabemos decir pero sentimos.

Se nos han desbordado las emociones negativas por lo que en el día a día, sucede en nuestro estado y país con niñ@s, jóvenes y adult@s; diario nos levantamos con noticias que rebasan los límites del horror, y la prensa cada vez lo expone de manera más explícita. Por más que quieras apelar a la racionalidad, las emociones se desbordan porque evocan lo más intrínseco de nosotros mismos. No puede ser de otra manera: Estamos viviendo al filo de la navaja.

alefonse@hotmail.com

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Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes