Para documentar el pesimismo

  • Juan Martín López Calva
(Universidades “patito” e inequidad social / 3ª parte).

Un pesimista es un optimista que ha sabido aceptar la realidad.

Jaume Perich.

 

He dedicado las dos semanas anteriores a plantear el tema de la inequidad social de nuestro país y su expresión en la educación superior que tiene en las llamadas “universidades patito” su expresión más clara y extendida.

En la primera entrega planteaba la doble injusticia que implica que los estudiantes de los sectores menos favorecidos de nuestro país tengan que pagar por inscribirse en este tipo de instituciones de muy dudosa calidad porque su formación previa en escuelas públicas –también de calidad muy deficiente- no les brinda las herramientas necesarias para aprobar un examen de admisión en las universidades e instituciones de educación superior del sistema público y obviamente no tienen posibilidades de afrontar los gastos que implica ingresar a una universidad privada de buen nivel.

Por estas razones que tendríamos que recibir con esperanza la declaración del Secretario de Educación Púbica, Esteban Moctezuma respecto a la intención del gobierno federal de verificar, evaluar y establecer controles sobre este tipo de universidades, llamadas técnicamente de absorción de demanda, para garantizar que cumplan con los mínimos necesarios para brindar una formación de calidad a sus estudiantes. Si usted no leyó este artículo, puede encontrarlo en esta liga: https://www.e-consulta.com/opinion/2020-02-03/las-universidades-patito-y-la-inequidad-social

En la segunda parte, publicada la semana pasada, señalaba el riesgo de que este control de las “universidades patito” derivara en una copia en versión pública de estas instituciones de poca calidad a través del sistema de “Universidades para el bienestar Benito Juárez” mediante el cual el gobierno del presidente López Obrador busca crear 100 nuevas universidades a lo largo y ancho del país.

En este escenario, la creación de estas nuevas instituciones tendría la ventaja de que se trata de universidades gratuitas, por lo que los jóvenes de los sectores marginados no tendrían que desembolsar dinero y se acabaría esta doble injusticia, pero no se resolvería en realidad el problema de fondo porque como apuntan algunos analistas se podría estar impartiendo por parte del Estado una educación pobre para los pobres.

Este artículo, titulado ¿Universidades a medias? a partir de una frase de Antanas Mokus que habla de que la educación superior que se ofrece a los jóvenes de sectores populares no tendría que implicar la creación de este tipo de universidades incompletas, puede encontrarse en esta otra liga:

https://www.e-consulta.com/opinion/2020-02-09/universidades-medias

 

Dedico hoy un tercer artículo consecutivo al tema porque el día de ayer encontré en las páginas de E-Consulta una nota titulada “Opera en Puebla la universidad más patito de AMLO” que puede encontrarse en esta liga:

https://www.e-consulta.com/nota/2020-02-12/universidades/opera-en-puebla-la-universidad-mas-patito-de-amlo?fbclid=IwAR3MKUTfXYEsQNO_x1xHGCbsGvpBDpH-wG3bi1jUaFsjpY6CfTY1P8Fgvj4

Esta nota periodística firmada por Patricia Méndez y fechada el 12 de febrero plantea que en la comunidad de Chiautzingo, Puebla se encuentra la universidad para el bienestar Benito Juárez más rezagada del país, que funciona en unas aulas móviles ubicadas en un terreno baldío y no cuenta con la infraestructura indispensable como baños, agua, drenaje, teléfono y mucho menos internet.

En cuanto a la parte académica, se señala que esta institución es la cuarta más atrasada en la obtención de Registros de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de los programas que ofrece, debido a esta falta de infraestructura y de docentes.

En este plantel solamente se ofrece la carrera de Ingeniería en Procesos Agroalimentarios y cuenta en la actualidad, según la misma nota informativa, con dos profesores y veinte alumnos. Por otro lado, el programa de universidades para el bienestar tenía la finalidad de ubicar las instituciones en lugares donde no hubiera acceso a universidades, pero en el caso de Chiautzingo, señala la reportera, la Universidad Tecnológica de Huejotzingo se encuentra a sólo veinte minutos de esta comunidad, lo que habla de una mala planeación también en términos de localización de la oferta de estas nuevas universidades.

Esta nota informativa presenta un botón de muestra que desafortunadamente documenta el pesimismo de muchos académicos y no académicos respecto a la pertinencia de esta propuesta de campaña del presidente que como muchas otras está mostrando su inoperancia en la realidad porque se trata de un proyecto que no fue adecuadamente estudiado ni suficientemente planeado desde una perspectiva de política pública y desde una visión académica bien sustentada.

La realidad se acaba imponiendo frente a las promesas ideales de los políticos por más bien intencionadas que sean y en la vida real, como muestra este ejemplo, muchísimas universidades patito privadas tienen mucho mejores instalaciones, servicios y equipo docente que las nuevas universidades de AMLO.

En los hechos parece que este proyecto de educación superior para el pueblo más desfavorecido se está construyendo con algo peor que las universidades a medias que condenaba Mokus en su discurso y que estamos ante la oferta de una educación pobre para los pobres.

Decía Oscar Wilde que un “pesimista es aquel que cuando puede escoger entre dos males, elige ambos” y parece ser que en México estamos nuevamente en un escenario de pesimismo porque ante el mal de las universidades patito particulares se está generando un sistema de universidades patito públicas con lo cual ya elegimos ambos males.

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Juan Martín López Calva

Doctor en Educación UAT. Tuvo estancias postdoctorales en Lonergan Institute de Boston College. Miembro de SNI, Consejo de Investigación Educativa, Red de Investigadores en Educación y Valores, y ALFE. Profesor-investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).