El trasporte y sus complejidades

  • María Teresa Galicia Cordero
¿La “modernización” tiene que ver realmente con la mejora de los servicios?

En estas semanas, el tema del transporte público de pasajeros ha estado en el centro de las noticias en Puebla, específicamente desde el incremento en el costo para el usuario y la fecha límite con la que se comprometieron los trasportistas para mejorar este servicio.

El tema principal es el de la modernización en el trasporte, en la cual se verifica que las unidades de transporte público se mejoren y cuenten con equipo de seguridad con cámaras de vigilancia, un botón de pánico, un sistema de rastreo GPS y un botón de alerta con un costo de inversión de 17 a 25 mil pesos por unidad, de no cumplir con ello nos dice la autoridad, se aplicarán diversas sanciones que van desde multas económicas hasta la revocación de las concesiones.

Sin embargo, algunos ciudadanos nos preguntamos si esta “modernización” tiene que ver realmente con la mejora de los servicios, desconocemos si esta decisión implica paralelamente otras acciones.

Por ejemplo, cursos de formación para conductores con enfoque de servicio al cliente, un sistema de ventas de tarjetas para que no se maneje efectivo en las unidades de transporte, uniformización de los conductores, redefinición de las rutas existentes, educación vial para la ciudadanía etc.

Hay diversas maneras de obtener información que permita la toma de decisiones, ejemplo de ello son los estudios de origen-destino cuyos instrumentos base son las encuestas. A partir de sus resultados podría instrumentarse un programa consistente con las necesidades de la población.

No puede realizarse la toma de decisiones si no se toman en cuenta la dinámica y requerimientos del sistema de transporte actual, el número de usuarios y sus necesidades, la oferta y demanda del trasporte, principales puntos generadores, destinos de viaje etc.

 ¿Qué tal si se visibiliza que las unidades tipo combi solo atienden el 18 por ciento de la demanda, que los microbuses atienden el 39 por ciento y que las unidades en la modalidad de autobús, atienden el 43 por ciento de la demanda?

Con esos datos se podría confirmar que en nuestro trasporte público predominan los vehículos tipo combi que no están diseñados para transporte público y que son las que provocan la mayor parte de los problemas viales (accidentes, congestionamiento y contaminación) aunado a un mal diseño de las rutas y a la modalidad de operación hombre-camión.

Todo lo que está pasando actualmente muestra que este sistema fue creando por intereses políticos y no con base en las necesidades, si realmente se quiere reestructurar el servicio del transporte, es necesaria la implementación de un programa integral sistémico y para ello se requiere del asesoramiento de la academia, de los estudiosos e investigadores del tema para que entonces se realice la toma de decisión con base en la realidad que sigue presente.

 Esperemos que nuestras autoridades se muestren abiertos a iniciativas cuya intención sea la de mejorar los servicios públicos para la ciudadanía en general.

 

*Con colaboración del Ing. Eduardo Mauricio Libreros López. Especialista en Transporte y Vialidad. 

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.