Urgente: emergencia nacional
- Marcelino León Ochoa
Todas las señales apuntan a una catástrofe nacional. ¿En qué tiempo? No lo sabemos.
Lo cierto es que desde hace varios meses, diversos actores se han manifestado en contra de la inseguridad y en desacuerdo con las reformas y políticas del gobierno de la 4T y esta inconformidad e incluso desencanto, van en aumento
Para el próximo 24 de febrero está convocado un Paro Nacional promovido por el Congreso Nacional Ciudadano y Artículo 39.
El sentimiento generalizado es uno: ¡salvar a México! Suena exagerado y hasta dramático, pero si de algo sirve la historia es para aprender de las experiencias ajenas y evitar cometer los mismos errores.
2021 es un año clave, lo sabemos, ¿pero qué hacer?
Mi propuesta es lograr un gran acuerdo nacional entre la mayor pluralidad de actores sociales y políticos, para diseñar una agenda consensuada y validada por la ciudadanía.
Dicha agenda deberá integrar las voces, ideas y proyectos de muy diversos actores, que aporten su prestigio, experiencia, capacidad organizativa y conocimiento para promover la unidad nacional, que genere equilibrios y soluciones viables a los graves problemas del país así como proteger la economía de las familias mexicanas.
En pocas palabras, dicha agenda deberá responder a las demandas de la mayoría.
Lograr este gran acuerdo depende de la capacidad negociadora de los dirigentes nacionales y estatales de las distintas fuerzas políticas representativas en el país, de dirigentes empresariales, líderes sociales y líderes morales de diversas expresiones, que saben que México puede caminar por senderos de mayor estabilidad y paz social.
Para lograrlo, los partidos políticos deberán abrir espacios a la mayor cantidad de voces ciudadanas, porque lo que se juega en el 2021 es la mayoría en la Cámara de Diputados, espacio adecuado para establecer contrapesos a la figura presidencial y redireccionar políticas de gasto público, seguridad y economía popular.
Considero importante generar equilibrios entre actores políticos experimentados pero también ciudadanos sin partido, porque lo que se requiere es convocar a una gran participación electoral, dado que como toda elección intermedia, a muchos electores les resulta irrelevante.
Luego entonces, este es un llamado nacional, en dos sentidos:
- Por un lado, diseñar una agenda común, donde se privilegien las coincidencias por encima de las diferencias ideológicas. Se requieren propuestas que busquen soluciones efectivas al problema de la violencia y la inseguridad, políticas de estabilidad económica y defensa de la economía familiar, así como políticas sociales con reglas claras que permitan medir resultados.
- Voluntad de las fuerzas políticas coincidentes en construir ese gran acuerdo, que se comprometan a cumplir con la agenda común y que para ello estén dispuestos a mirar más allá de sus propios institutos políticos para abrir espacios a nuevos actores
Estamos a tiempo de detener el frenético avance hacia la inestabilidad social y la crisis económica, pero difícilmente se logrará el objetivo de darle viabilidad, orden y crecimiento al país si cada quien va por su lado.
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Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.
Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014