El estancado mercado laboral al que todos nos enfrentamos

  • Lucero Hernández
México es el tercer país de la OCDE con las jornadas laborales más largas.

El escenario laboral es crítico en México. No hay mexicano que no tenga experiencias negativas al respecto. Las tengo yo, usted lector, la familia, los amigos y los colegas de trabajo. Todos, sin excepción, sabemos lo que es trabajar en un mercado laboral con condiciones críticas que van desde la falta de un contrato, un salario fijo, prestaciones de ley y oportunidades de capacitación.

México es el tercer país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con las jornadas laborales más largas (45 horas a la semana frente a 29 horas en el caso de Holanda), esto resultado de la falta de políticas públicas que incentiven condiciones laborales incluyentes y en favor del bienestar de los empleados.

Por esa razón, se legisló y aprobó una nueva norma laboral que entró en vigor el 23 de octubre de 2019: la NOM-035-STPS-2018, que busca mejorar las condiciones psicosociales en las que se desempeñan los trabajadores en México. Con esta norma, las empresas están obligadas a demostrar que tienen una política de prevención de riesgos psicosociales y solución de riesgos.

Si nos enfocamos al caso Puebla, vemos que en el último año hay más trabajadores con contrato laboral, sin embargo, a la par que se observa este crecimiento baja el número de trabajadores que ganan más de 10 mil pesos al mes, el más alto en la escala que mide la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Este panorama ha llevado a las generaciones millennials y postmillenials a cambiar de empleo cerca de 24 veces en toda su vida. El reto para las organizaciones, es dotar profesionalmente a los estudiantes para que se puedan insertar al mundo laboral con éxito, en empleos de alta calidad y bien remunerados, plantea el Observatorio de Competitividad y Nuevas Formas de Trabajo de la UPAEP, pero no así, la implementación de las políticas públicas planteadas por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).

El trabajador mexicano se enfrenta desde hace muchos años a un mercado laboral carente de prestaciones sociales o de formalidad laboral, lo que finalmente afecta en el balance que debe existir entre la vida y el trabajo, y el cual debe integrar desde flexibilidad del tiempo, salud y atención a esta, movilidad profesional e inclusión de género. ¿Cuántos de quienes me leen cubren todos estos factores en su trabajo actual?

Hablar justo sobre la participación laboral de la mujeres es referirse a una de las grandes carencias en el empleo en México, sin importar diferencia de estados, en todos es lo mismo. La exclusión laboral inclina la balanza hacia las mujeres, pues son 80 por ciento de las personas en esta situación. Igual escenario ocurre con el grupo de trabajadores con ingresos menores a un salario mínimo y quienes no perciben ingresos.

A nivel país, la tasa de participación laboral femenina es de 47 por ciento, mientras que la masculina es de 82 por ciento. La situación está en que para las mujeres, a diferencia de los hombres, su inserción al mercado laboral está condicionada por factores como el matrimonio, la presencia de hijos o adultos mayores a su cuidado.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reunió puntos clave para lograr este balance en las empresas mexicanas, en su informe “Trabajar sin dejar de vivir: mejores prácticas de integración vida-trabajo en México”, donde propone para las organizaciones:

Realizar autodiagnósticos para conocer las necesidades del personal.

Explorar diversas opciones de flexibilidad.

Invertir en políticas de integración vida-trabajo.

Evaluar las alternativas que tiene una organización para favorecer el cuidado de los hijos.

El problema no sólo involucra a los patrones y a las organizaciones, también al Gobierno, céntrando el foco en incentivar que más trabajadores se sumen a la formalidad laboral, con la eliminación del ISR para empleados que ganan menos de 10 mil 298 pesos al mes, además de crear un área dentro de la STPS que dé asesorías a empleados y empleadores con respecto de la aplicación de la NOM-035, y finalmente, establecer una política nacional de datos que incluya reportes generados por las empresas a partir de los cuestionarios realizados a los trabajadores.

La pregunta es ¿se podrá asumir el reto o seguiremos con pasos pequeños?

 

Periodista y especialista en medios digitales. Editora general de www.datamos.com.mx

Contacto: @Luz_HernandezG y lc.lucero.hg@gmail.com

Opinion para Interiores: