Las iglesias, la política y AMLO

  • Víctor Reynoso
El análisis de Barranco abarca América Latina. Los datos del crecimiento de los creyentes evangélico

Profesor de la UDLAP

La segunda parte del libro AMLO y la religión. El Estado laico bajo amenaza, está escrita por Bernardo Barranco. Se titula “AMLO y la irrupción política de las iglesias”. Es un interesante análisis de la gradual pero sostenida disminución de la población católica (y de las iglesias protestantes históricas) frente a iglesias evangélicas, algunas de corte pentecostal. Y de la importante presencia política de estos nuevos grupos religiosos.

El análisis de Barranco abarca América Latina. Los datos del crecimiento de los creyentes evangélicos en algunos países latinoamericanos son impresionantes. Su mayor presencia se da en Centroamérica, desde 22% de fieles evangélicos en Costa Rica hasta el 42% en Guatemala, con porcentajes intermedios para El Salvador, Nicaragua y Honduras. Destaca también Brasil con un 22.4% de fieles en estas iglesias.

En algunos países dirigentes evangélicos han ocupado cargos políticos relevantes. Destaca Guatemala, donde Jimmy Morales llegó a la presidencia. Pero hay muchos otros ejemplos. En algunos casos miembros de estas iglesias han formado bloques legislativos importantes. Es relevante también el caso de Brasil, donde el actual presidente, Jair Bolsonaro, contó con el apoyo evangélico.

En México el porcentaje de fieles de estas religiones es relativamente pequeño, el 6.3%, según los datos presentados en el libro. Otra peculiaridad mexicana es que los líderes de estas iglesias se aliaron con un candidato que se presenta como de izquierda, López Obrador. Generalmente se trata de grupos muy conservadores que se oponen a temas como el derecho al aborto y los matrimonios igualitarios. Y que por tanto se alían con partidos considerados de derecha.

En algunos casos incluso van más lejos de este conservadurismo. En contraste con las iglesias del protestantismo histórico, que según Jean-Pierre Bastian, citado por Barranco, se centraron en la educación como medio para la regeneración del sujeto social, las nuevas iglesias evangélicas o neopentecostales se centran en “prácticas milagrosas”. De ahí el riesgo o la realidad del fundamentalismo de estos grupos.

Estas nuevas iglesias también son consideradas por algunos de los autores citados como “neoliberales”. Tienen como objetivo el modo de vida norteamericano. Es la idea de la “teología de la prosperidad”, que busca mejorar cuestiones como la educación, el trabajo, la vivienda, la salud. Establecen una relación directa entre el bienestar material y la comunión con Dios.

El crecimiento de estas organizaciones religiosas y su penetración en la política implica para Barranco un riesgo: la constantinización, el vínculo estrecho entre el poder político y la religión. La creciente presencia de las iglesias en los medios de comunicación, documentada en el texto, y la aspiración de estos grupos a adquirir la propiedad de medios de comunicación van en esa línea.

López Obrador no solo estableció alianzas con grupos religiosos. Él mismo se presenta como una especie mesías político religioso. Como el líder que promete guiar al pueblo mexicano en un Éxodo hacia la tierra prometida. El análisis contenido en el libro de las ceremonias de la toma de posesión de nuestro presidente, el 1 de diciembre de 2018, sustenta esta tesis.

El autor sitúa su análisis en el contexto de una crisis de valores, del deterioro del tejido social, de “una clase política en crisis y ávida de probidad social”. Pero cuestiona que López Obrador acuda a las iglesias y a la religión para resolver estos problemas: “las iglesias son parte de la crisis de valores de la sociedad”, escribe.

Estamos ciertamente ante una “reconfiguración de lo sagrado”, y no solo de lo sagrado, sino de los valores que sustentan la vida social. Diluir al Estado laico, incorporando diversas formas de religión a la vida política, no parece ser una buena solución. En ningún sentido.

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.