Después del famoso puente Guadalupe-Reyes y el exceso de ingesta de comida, muchos deciden iniciar una dieta. Algo muy aconsejable para reducir los kilos de más y volver a un peso ideal. Existen muchos tipos de dietas disponibles, pero siempre deben ser vigiladas por un profesional del ramo como son los nutriólogos clínicos, los dietólogos o bien los médicos endocrinólogos o internistas.

En una revisión reciente en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine, donde se analizan las bondades y los riesgos que conlleva la dieta denominada ayuno intermitente se muestra que es una opción más, pero que es difícil de cumplir por los pacientes ya que implica tener dos días de ayuno por semana o bien que solo se ingieran alimentos las primeras ocho horas del día y el resto, 16 horas, mantenerse en ayuno, esto es sin ingesta de ningún alimento. Consideremos que la mayoría de las personas en el mundo occidental tenemos tres comidas en el día, y muchas veces alguna colación, esto es una comida ligera entre estos eventos de mayor ingesta. El empleo del ayuno se basa en varios estudios en animales de laboratorio, principalmente ratas y ratones, que muestran que el ayuno intermitente no solo disminuye el peso de los animales, sino que se mejora la salud cardiovascular y la incidencia de varias enfermedades como la diabetes, los niveles altos de colesterol y de grasas en la sangre, la diabetes tipo II e incluso previene el deterioro mental que sucede con la vejez.

Sin embargo, en decenas de estudios en humanos se ha mostrado que el ayuno intermitente puede controlar el peso, tal como sucede con otras dietas, y que disminuyen las grasas en la sangre; pero que los pacientes se quejan de cambios en el humor, ya que la persona en ayuno es más irritable y le cuesta trabajo concentrarse. Esto implica que el ayuno intermitente es una opción más, pero que debe ser manejada por un profesional y experto en este tipo de dietas.