El renglón olvidado de la seguridad

  • Eduardo García Anguiano
Revisar que los encargados de los penales realicen sus tareas con probidad.

En México las prisiones federales y locales son un tema que ha sido dejado a un lado.

Primeramente, repasemos el proceso de la seguridad pública tomando como eje su aspecto delictivo: inicia con la prevención del delito (policial y social), continúa con la procuración de la justicia, le sigue la impartición de la justicia, culmina con la readaptación social que, para inhibir la reincidencia, contiene también un aspecto preventivo. 

Es largo escribir sobre el tema de la readaptación social pues implica muchos tópicos, sin embargo, resaltaré dos que en este inicio de año se comentan en la opinión publicada:

Motines carcelarios.- El primero de enero del presente año la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas comunicó que hubo una riña al interior del Centro Regional de Reinserción Social Varonil, la que dejó como saldo el fallecimiento de 16 personas privadas de su libertad, así como cinco personas más lesionadas. Tras el incidente las autoridades detuvieron a un preso con un arma de fuego y además encontraron otras tres armas cortas y armas blancas.

Extorsiones telefónicas.- Diversos personajes de la vida nacional denunciaron públicamente que sus familiares que radican en la capital del país han sido objeto de extorsiones, no se sabe si el motivo fue por sus opiniones públicas, lo que llevaría a una vendetta política bajo una supuesta modalidad delictiva, o fueron víctimas de la delincuencia. Sobre este último caso, se deslizó la especie de que las extorsiones telefónicas tienen su origen en las prisiones de la CDMX.

Al respecto, podemos expresar una conclusión sobre estos dos temas: la existencia de armas de fuego o blancas y teléfonos móviles en las prisiones viola las disposiciones existentes para la regulación de la estancia en ellas. Es responsabilidad directa de las autoridades carcelarias cumplir y hacer cumplir las normas y de las autoridades políticas revisar que los encargados de los penales realicen sus tareas con probidad.

Se pueden dedicar grandes inversiones en recursos materiales, tecnológicos y humanos, en los aspectos preventivos o en otras etapas de la seguridad pública, pero mientras una de ellas falle, como es el caso de la readaptación social, al final de cuentas todo el proceso tendrá el mismo destino.

El célebre filósofo, político, abogado y escritor inglés Francis Bacon expresó: “En materia de gobierno todo cambio es sospechoso, aunque sea para mejorar”.

 

@EduardoGarci18

9 de enero de 2020

 

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Eduardo García Anguiano

Sociólogo y Maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y gobiernos locales en áreas de seguridad, gobierno y salud. Ha sido profesor en: UDLAP, IMIDECIP, Instituto Técnico de Formación Policial de la CDMX y en el INAP.