2020, por la conquista del espacio.

  • Marcelino León Ochoa
Los gobernantes de Morena y sus aliados tienen la obligación de hacer bien las cosas

“El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que él predijo”.

Winston Churchill

Este año, lleno de simbolismo y causante de polémica por saber si se trata del final o el principio de una nueva década, se presenta difícil en aspectos económicos, sociales y políticos.

Mientras el 2019 fue un año de prueba y error por parte de los gobiernos de la 4T, este 2020 no puede ser así. 

Los gobernantes de Morena y sus aliados tienen la obligación de hacer bien las cosas, de dar respuesta a las demandas sociales y de cumplir sus promesas ante el supuesto “”cambio de régimen” que están implementando. 

A pesar de ello, aún confían en la buena fe de la ciudadanía y le recetan una serie de alzas en impuestos y pagos de servicios, que sin duda les causarán costos políticos. Seguramente hicieron sus cálculos y se la jugarán, contradiciendo aquello de no afectar la economía de los que menos tienen.

Esto desde luego abre oportunidades para las fuerzas políticas que aspiran a recuperar espacios de cara a las elecciones del 2021. Sin embargo, la forma más común utilizada por los partidos y actores que quieren hacerse notar es a través de críticas, señalamientos y descalificaciones. 

En ocasiones esas críticas encuentran eco pero no siempre es así, pues depende de las circunstancias y del humor social. Por ello, es sumamente importante pulsar el sentir de la ciudadanía y más difícil aún, comprender sus emociones.

Dice Javier Canteros: “las emociones afectan nuestra manera de ver y pensar el mundo. Está demostrado que influyen en la atención, en la memoria y en el razonamiento lógico. Aprender a gestionarlas es mucho más beneficioso para la vida social que negarlas, porque el amplio abanico de emociones está por detrás de casi todas nuestras motivaciones”. (La política de las emociones, en Gestionar las emociones políticas, de Antoni Gutiérrez-Rubí, Editorial Gedisa).

En ese mismo sentido, Daniel Goleman en su libro Inteligencia Emocional nos dice que el liderazgo del siglo XXI debe tener como características principales saber gestionar emociones y sentimientos propios y ajenos. Para ello, el líder debe tener autoconciencia, empatía, habilidades sociales (honestidad) y autorregulación.

Emocionarse y emocionar, es la clave. Emocionarse por el cambio social, por las nuevas ideas y por los retos, es lo que requiere esta sociedad, que está cansada de las promesas y discursos de siempre e incluso, cansada de los mismos problemas que no alcanzan a tener una solución.

Deseo que en este 2020 veamos actores, líderes sociales y políticos que se abran paso entre las propuestas de sus respectivos partidos o movimientos, que demuestren capacidad para comprender el “ánimo” de la sociedad a la que aspiran representar y por tanto, ofrecer soluciones concretas y viables.

A esto deben aspirar los llamados partidos de oposición, para recuperar o conquistar los espacios que la 4T ganó y que no está dispuesta a ceder. 

Viviremos, pues, un 2020 con dos grandes frentes, con dos grandes discursos. Deseo en verdad que más que polarización, los ciudadanos encontremos salidas, opciones, soluciones, con personajes que sí nos entiendan y representen. 

Son mis deseos para este 2020. Tengan todos y todas un año venturoso.

Mtro. César Marcelino León

 

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014