En este espacio hemos dado cuenta que con el fin del bipartidismo que existía en España entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se generó una crisis de gobernabilidad, ya que no existía el consenso necesario para investir al candidato ganador de las elecciones, lo mismo pasó con Mariano Rajoy que con Pedro Sánchez.

Después de múltiples elecciones y negociaciones la izquierda se ha puesto de acuerdo para otorgarle a Pedro Sánchez, quien se venía desempeñando como presidente en funciones, la investidura y que podrá jurar su cargo ante el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela.

Cabe mencionar que la coalición de izquierdas principalmente entre el PSOE y Unidas Podemos, no llegaban a los acuerdos necesarios, principalmente por temas de agenda pública, y que los socialistas no estaban dispuestos a conceder, sin embargo, lo terminaron haciendo para lograr la investidura que es casi un hecho que se dé. Incluso en las elecciones anteriores no se concretó la coalición, lo que llevó nuevamente a elecciones.

El pasado domingo se llevó a cabo la primera votación para conocer si se concretaba la investidura, como lo marca la Constitución española, se necesita una mayoría absoluta, por lo menos 174 votos a favor; sin embargo, esto no se logró, Sánchez obtuvo 166 votos a favor y 165 en contra, con 18 abstenciones. Consiguió el respaldo de los 120 diputados del PSOE y los 34 de Unidas Podemos, además de otros 10 de una serie de partidos nacionalistas y regionalistas, mientras que ERC y Bildu se han abstenido. En contra votó el bloque de la derecha y ultraderecha, Partido Popular, Ciudadanos, Vox, junto con algunas pequeñas formaciones regionales conservadoras.

Sin embargo, con estos números le alcanza perfectamente para la segunda votación que se llevará a cabo el martes 7 de enero y de acuerdo con la constitución sólo necesita una mayoría simple, donde haya más “síes” que “noes”.

Se espera un nuevo debate en la cámara de diputados, ya que los conservadores acusan a los socialistas de estar apoyando a los diputados separatistas catalanes y vascos, que en esta ocasión se abstuvieron y que esto facilita a la investidura de Sánchez.

Esta sería la primera vez que exista un gobierno de coalición socialista o de izquierda en España desde la instauración de la democracia Parlamentaria posterior a la caída de Franco. Como lo habíamos mencionado, antes el bipartidismo permitía que el ganador de la contienda electoral fuera investido sin ningún sobresalto. Aquí lo interesante será saber cómo es que gobernarán el PSOE y Unidas Podemos, después de que en la elección anterior no tenían la mejor relación.

Por lo pronto se maneja que Pablo Iglesias obtendría la vicepresidencia de Derechos Sociales, Irene Montero como ministra de Igualdad, Yolanda Díaz de Trabajo, Manuel Castells de Universidades y Alberto Garzón de Consumo. Con lo que se estaría cumpliendo con las expectativas de Unidas Podemos, ya que era lo que previamente le solicitaba a Sánchez.

Tal parece que este 2020 en España comenzarán una nueva etapa en su vida democrática donde los consensos serán parte primordial de la vída pública. Es la oportunidad de demostrar que un gobierno progresista o de  izquierda en España, no solo es necesario sino también es posible. Ese es el reto de la izquierda española principalmente de Unidas Podemos que es buena como oposición pero debe demostrar que es mejor en el gobierno.