Gemelas

  • Alejandra Fonseca
Perturbador pero mágico el tener alguien con un vínculo especial.

En mi ociosidad vacacional leí un libro que habla de las gemelas y me puse a fantasear cómo hubiera sido mi vida de haber tenido una hermana gemela con quien compartir una duplicidad desconcertante y un vínculo paranormal que, a pesar de estar separadas y en distintos lugares, sintiéramos lo mismo.

Parece que existe un hilo invisible, indestructible y fascinante que une a las gemelas, y sería muy afortunado contar con una persona incondicional que fuera mi amiga además de mi gemela, para confiarle mis más profundos pensamientos y ser la guarda de los suyos. O quizá sería una desgracia si nuestras personalidades fueran tan opuestas y excluyentes que nos hiciéramos la vida imposible al compartir el mismo rostro y el mismo cuerpo, queriendo distinguirnos una de la otra, buscando ser originales y distintas, y sin embargo, ser la misma ante los ojos de los demás.

Imagino cómo hubiera sido tener una gemela con quien hubiera compartido el mismo espacio durante los nueve meses de embarazo desde nuestra concepción. Hubiera sido incomprensible y hasta perturbador pero mágico el tener alguien con un vínculo especial que fuera tu espejo con quien jugar, con quien hablar, con quien compartir ropa, zapatos, juguetes y recámara, y al verla a ella te ves a ti misma y te sientes feliz porque siendo ©la otra,© eres tú, aunque eso no te da la incondicionalidad en la confianza mutua. 

Ser una copia es indeseado; conocerte a ti misma, en tener un espejo teniendo más control de ti misma, aunque seas también ©la otra.©

alefonse@hotmail.com

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Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes