¿Gloria en las alturas?

  • Rodrigo Rosales Escalona
¿Escuchas esos sones? Cítaras y sacabuches, pulsados por coros de ángeles

Animada sobre el montón de pastura, María se cimbra a los espasmos de las entrañas, tiritando al viento decembrino que se cuela por entre las piedras mal asentadas en el pesebre, allá en las goteras de Belém.

-Ánimo, corazón. Me tardé en la ciudad porque andaba con el iris de traerte tu arbolito de Navidad y adornarlo como debe ser. Pero caramba, si vieras esos precios. ¿Pues qué ciudad fenicia vinimos a parar, María? ¿En manos de qué impíos comerciantes ha caído la Navidad? María, si hubieras visto las etiquetas del mal fin. Con eso de que los sindicatos empresariales, con el pretexto del aumento del miserable salario mínimo, están preparando incremento de precios.

-Siéntate aquí. Dime que aguardas con júbilo la llegada de Jesús.

-¿Por quién, si no es por ustedes dos, intentaba yo entibiar esta heladera de pesebre? Para que él no se hiciera una idea demasiado lóbrega de esta que será su tierra, porque ya comprobará cómo se las gastan los poderes y los ministeriales, los preventivos, los “Guerreros Unidos”, los Fiscales, sobre todo Gilberto Higuera, quien es heredero de Víctor Carranca. Pero caracso, entre un mercado y otro. ¿Arbolillos? Ni de plástico. ¿Pelo de ángel? Ni hablar. Que la escarcha es importada de China, y que si la inflación, que la caída del precio del petróleo, que el dizque sueldo no da para más, y que si una descapitalización que incide en costos de insumos básicos, ya ni la…

-Pon la mano en mi vientre. ¿Sientes la llegada de Jesús? ¡Ya mero llega, compañero!

-Pensé, pues con estos precios ni pedro, tendré que conformarme con un nacimiento a lo fregadón. Pero qué va: de comercio en comercio pura ventaja, pura codicia, puro mercantilismo transnacional. Y un tal Santaclós que hasta se me revolvieron, me refiero a las coles del mediodía.

-El vecino me recomienda que te lleve a una clínica que inauguró Moreno Valle, un día sí, otro también, pero qué crees, no puedo exponerte, ya que no cuentan con nada, están vacías y sin medicamentos. Qué la…

-¡Alegría! José. Contempla ese cacho de cielo. ¿Ves la estrella del oriente, no la que construyó Rafa con nuestros impuestos? Su luz preside el alumbramiento. ¿Escuchas esos sones? Cítaras y sacabuches, pulsados por coros de ángeles.

-Y esos tejocotitos, y esa colación…

-Y que vengan todos a adorar al niño.

-No, compañera, no esperes nada del paisanaje. El espíritu de la Navidad ha sido sustituido por telemisa y teve zopilote, que diga, TV Azteca, con eso de sus transas de Teletón, con su programación de vino y alcohol. En los vapores vinosos y de tarasnovelas, poco ha de interesarles un simple recién nacido. Mira a la distancia. ¿Contemplas esas calles iluminadas? Puro cuento, faramalla pura, alegría de hojalata. Allá los pobres están más fregados que nosotros dos, y los pudientes han sido sórdidamente manipulados para el consumismo y la cosificación, gastando nuestros impuestos para su provecho, mientras, el pueblo, que se muera de hambre. Olvídalos, María. Por cierto, los Fox, Calderón y Peña, ahora que ya no están, dejaron un mar de amarguras, represión; con mentadas de bienestar social que no sirven ni como para tapar el sol: pero eso sí, con un costo que ni Dios Guarde la hora, gracias a nuestros impuestos. Todo para abonar su pretendida estabilidad nacional. Qué triste, amada mía, con Genaro García Luna, como que le va a dar una carrera intestinal cuando se den cuenta que les saldrá caro su caldo, incluyendo a varios en Puebla de Zaragoza, que no de los Ángeles, por aquello de rezanderos cínicos pederastas. Porque andan de marrulleros con sus manifestaciones derechistas. En Puebla, los hipócritas panistas, piden al cielo que la democracia les haga el favor de ser considerados de la gracia del Señor. Si estos, son culpables de convocar a fariseos para darle en la torre a Cristo, más adelante en su vida.

-¿Oyes? Los cielos afinan espinetas, virginales, celestas y más

-Así es, compañera y adorada. Ángeles, arcángeles y serafines se aprestan a cantar la gloria de ese que se desasosiega en tu vientre; del León de Judá al que las siete tribus de Israel sirven de escabel; del que viene a instaurar en la tierra el reino de verdad, la solidaridad, la justicia, la democracia y el humanismo; la revolución, pues.

-Ah, qué desgarramientos…

-Ánimo; respira hondo, ayúdalo a bien nacer. ¿Ya?

¡Aleluya, camaradas! ¡Cristo ha nacido! El Cristo Zelota de los pueblos. Por las avenidas y calles resuenan los huaraches de pastores y rabadanes, recueros y trashumantes, de verdadero corazón, como así son los del pueblo. Caracso, digo, si al menos tuviera un pomito de no-es-café para recibirlos con algo caliente…

-Porque mira, compañera, aquí no nos funciona el famoso “Teletón” y su mentada “Ciudad de las Ideas”, ni la serie de magias que emplean para evadir impuestos, pues por eso los pagamos los amolados. Nuestro hijo no será pretexto de que clérigos lo agarren de pantalla para darle opio al pueblo: no, él será el guía y conciencia que derrumbará esos muros de los falsos redentores pederastas y sus aliados políticos y empresariales.

“Reposa, María, que Jesús ya está con nosotros. Ya en las alturas se delinea la escala de Jacob. Ya paren los cielos, y la tierra se estremece con este niño que será el líder que conduzca al vil pueblo en contra del diablo capitalista. Porque de seguir así, donde nuestro trabajo carece de recompensa alguna, y sí, cada vez más, ni para calzones. Me angustia el saber que nuestro hijo Cristo, por ver que la tierra es dominada por canacos y demás nacos, él tendrá que levantar el puño, agarrando la hoz, para un México Bárbaro. Tú eres la esperanza de los sin nada. Amén.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx    Analista político y de prospectiva social

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.