Entre el 1 de agosto, día en que asumió la gubernatura, y hoy martes 17 de diciembre, han pasado 139 días y ninguno de los cuerpos policiacos de Puebla genera confianza, aunque estén controlados por un gobierno emanado de la 4T que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La realidad alcanza al gobernador Barbosa Huerta: del 1 de enero al 15 de diciembre de 2019, con todo y que la seguridad pública está en manos de Miguel Idelfonso Amézaga Ramírez, formado en la Marina Armada de México, han sido asesinados 19 policías en el estado de Puebla, según información de Causa en Común.

Este lunes 16 de diciembre Barbosa entregó 250 de las mil patrullas que arrendó para cubrir las 32 regiones que concibe en la entidad. Dijo que al asumir el mandato para el que fue electo sólo había 2 mil 300 policías; faltan 8 mil 990 más. Esa cifra es conservadora para el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) que en su estudio “La seguridad de los mexicanos lo prometido es deuda” afirma que Puebla requiere por lo menos de entre 15 mil y 19 mil policías más de los que ya tiene y en función de sus 6.2 millones de habitantes. El gobernador informó también este lunes que invirtió 150 millones de pesos en armamento y anunció la adquisición de tecnología para renovar los centros de mando y drones, y que habrá helicópteros que ayuden en tareas de vigilancia.

Esto suena bonito, como en campaña, cuando pidió cien días, sin embargo, un trabajo serio que devuelva la confianza en los cuerpos de seguridad pasa porque 6 de cada 10 mexicanos consideran que la policía estatal es corrupta, y 7 de cada 10 consideran lo mismo de la policía municipal, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE, 2019) y específicamente en lo que respecta a Puebla, 83.1 por ciento de la población de 18 años y más considera que la policía de tránsito es corrupta, le siguen el Ministerio Público y las procuradurías estatales con 74.2 por ciento de la población de 18 años y más que las considera corruptas. La desconfianza en los policías dista mucho de quedarse en percepción: apenas el sábado 14 de diciembre cuatro fueron golpeados en la Colonia Loma Linda; hubo 13 detenidos. Otro ejemplo: cinco elementos de la Policía Municipal de Puebla fueron vinculados a proceso el 26 de noviembre pasado por abuso de autoridad, lesiones y robo: asaltaron a una persona afuera de un cajero automático en bulevar Valsequillo el 28 de enero de 2019. 

La situación es sumamente grave y no se solucionará con más patrullas ni con más promesas. Se requiere de una planeación seria que arroje resultados serios. ¿Alguien sabe, por ejemplo, dónde están ahora trabajando los 21 elementos del municipio de Puebla que entre enero y noviembre fueron sancionados o dados dado por actos de corrupción?

Han transcurrido más de los 100 días que pidió la nueva administración y… en el Presupuesto de Egresos 2020 que el poder Ejecutivo entregó al Congreso local para su aprobación se contempla sí un aumento de mil 755 millones de pesos para la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pero no irán a la contratación de los 8 mil 990 elementos que faltan.

Sabemos ya que durante el morenovallismo en Puebla aumentaron los índices delictivos de una forma no prevista. ¿Que van a reactivar los arcos de seguridad construidos por Rafael Moreno Valle Rosas?, vamos el desafío que tiene la actual administración es enorme y, hasta ahora, no pasa por puntos tan sensibles como reentrenar a las fuerzas policiales, ni por la necesidad de mejorar las estadísticas, de impulsar en la agenda la regulación de las drogas, ni por la necesidad de instruir a los elementos para que no haya maltratos ni abusos contra aquellos a quienes deben proteger.

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