Para nadie es un secreto que el actual Auditor Superior del Estado, Francisco Romero Serrano, es un colaborador del gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta. En esa subordinación, las dos auditorias que se le realizarán a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, por cierto, sus dos primeras en su gestión, fueron ordenadas desde Casa Aguayo en el barrio del Alto. Decisión sumamente delicada ya que es una especie de desquite de algo que solo él gobernador sabe y quiere machetazos, palabra que él puso de moda. Por lo que creo que el equipo del gobernador no le ha dimensionado el tirito que se quiere echar debido a que la BUAP goza de cabal salud académica y ellos dicen que también financiera y es amada, y de verdad no exagero, por muchos miles de estudiantes y egresados que no me equivoco al calcular que son mucho más de un millón de profesionales que se sienten orgullosos de haber cursado sus estudios profesionales en la BUAP.  Presumen abiertamente que tienen más de una década de estar en el top ten de las mejores universidades del país o lo que es lo mismo dentro de las 10 mejores universidades de México. En este 2019, en el lugar 8 en base al estudio que realiza anualmente el periódico Universal en base al formato 911 de la Secretaría de Educación Pública Federal, que mide la excelencia académica y el aprovechamiento de los alumnos. De las públicas solo la BUAP es superada por la UNAM, el IPN., y la Metropolitana y la BUAP está por encima de universidades como la de Guadalajara, el ITESO o la Iberoamericana de la que por cierto soy egresado y muchas otras instituciones de educación superior públicas y privadas. Que ya ni las menciono porque son también prestigiadas Instituciones, aunque hay que reconocer que han sido superadas por la BUAP.

Todo Puebla conoce las magníficas instalaciones y los equipos de laboratorio a disposición de los alumnos para su preparación, al nivel de las mejores universidades no solo de México, sino del mundo. El éxito de muchos profesionales que parte de ese éxito se lo deben a la preparación que recibieron de su universidad, la cual en los últimos treinta años se ha acreditado de una gran manera.        

Yo no tuve el honor de ser egresado de esta prestigiada Universidad, pero dentro de mi curriculum tengo plasmado el haber sido Maestro invitado en la Facultad de Contaduría por más de 10 años en su Maestría en Contribuciones. Pero tengo una hija egresada de la escuela de medicina de la BUAP, por lo que sé el sentir de esa comunidad educativa de la persecución que el gobernador Barbosa ha iniciado a la BUAP. Esto es un hecho que le puede salir el tiro por la culata. Imaginen todos los que aman su alma mater reitero que no exagero, sintiéndose agredidos y temiendo que se esté poniendo en riesgo la autonomía de su BUAP.

Será quizás que el gobernador Barbosa no es egresado de la BUAP y no sabe lo que la BUAP significa para Puebla, para los poblanos, para sus alumnos y los egresados, porque a nadie engañan esa medida coactiva de las auditorias es un desquite de algo que solo lo sabe el que las ordeno.