Cooperación, sí

  • Víctor Reynoso
La inteligencia financiera del gobierno mexicano ha logrado meter a la cárcel a varios peces gordos.

Víctor Reynoso

Profesor de la UDLAP

Desafortunadas, las declaraciones del padre Solalinde, que exigieron a la familia Le Baron decidirse entre México y Estados Unidos. No estamos ante un enfrentamiento entre los dos países, sino entre ciudadanos honestos por un lado y criminales por otro. Acertada, la propuesta del presidente López Obrador, de “cooperación sí, intervencionismo no”.

El linchamiento que sufrieron los Le Baron en las redes sociales muestran que Solalinde no está solo: hay todavía muchos mexicanos con una idea de nación decimonónica, por encima del terrible sufrimiento de esa familia. Lo que es más preocupante, una idea de nación ajena a la realidad y nociva para nuestra posibilidad de enfrentar y resolver nuestros problemas.

Por el contrario, es de sentido común cooperar en un problema que no es mexicano ni estadounidense, sino de los dos países. El narcotráfico y la violencia que lo acompaña trasciende la frontera. En términos generales, allá está la demanda, acá la oferta.

Hacen bien quienes defienden la soberanía nacional. Pero la soberanía no es solo la ausencia de intervención extranjera. No es cerrar los ojos y tratar de aislarse de los problemas que nos son comunes. Es también la capacidad de ejercer el poder dentro del propio territorio. La incapacidad de aplicar la ley a delincuentes que asesinan con crueldad mujeres y niños debe verse como una falla grave del Estado soberano.

A problemas comunes, soluciones comunes. A problemas compartidos, cooperación. Nuestro adversario no es Estados Unidos (país en el que vive uno de cada diez nacidos en México). Son las organizaciones que asesinan, secuestran, extorsionan, envenenan con sustancias tóxicas. Son los adversarios también de la sociedad y del gobierno de Estado Unidos. Bienvenida la necesaria cooperación.

¿Cómo debe darse ésta? No ciertamente con la fantasía del ejército norteamericano persiguiendo a los narcos en México. Hay formas más razonables y eficaces, que involucren las responsabilidades y las capacidades de los dos gobiernos.

¿Cómo realizarla? El problema es complejo, pero ambos gobiernos cuentan con medios para hacerlo. Desde compartir información y tecnologías, estrategias, análisis de la presencia de los grupos de delincuentes en ambos lados de la frontera.

La inteligencia financiera del gobierno mexicano ha logrado meter a la cárcel a varios peces gordos, presuntamente ligados a la corrupción de alto nivel. ¿No podría hacer lo mismo con los grupos criminales? ¿No podría potenciar su capacidad cooperando con sus similares de Estado Unidos?

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.