El domingo 1 de diciembre, primer aniversario del presidente Andrés Manuel López Obrador como titular del poder ejecutivo federal, decidimos mi esposa y yo participar en la marcha en contra del rumbo que con el Tabasqueño está tomando el país. Las cifras no mienten y aunque los Amlover se rasguen las vestiduras, en el tema de la inseguridad que se padece en todo el país, los resultados son casi de un estado fallido, debido a que los grupos criminales desde el arribo de AMLO, han incrementado su poder que ya es superior al del estado mexicano y también la crueldad hacia las víctimas no tiene límites. Ejemplos sobran. En el tema del bienestar social, con un crecimiento de la economía del cero por ciento, la calidad de todos los que vivimos en territorio mexicano va en decremento. Su política maquiavélica del 95% por 5%, con el que busca que en un ciclo económico la clase media se disminuya en un 95% y el 5% restante en el siguiente ciclo económico se disminuya otro  95% para que en tres ciclos económicos este sector desaparezca porque los aborrece tanto que hasta los que él denomina Fifis, conservadores, o pequeños burgueses y varios calificativos despectivos y con ello la igualdad que tanto pregona que es “En México todos seremos iguales” lo malo es que todos seremos iguales en ser pobres.

Por esta razón siendo las 10:15 am me trasladé al Reloj del gallito ubicado en la 11 Sur y Avenida Reforma en el centro de la ciudad de Puebla. Al llegar a las 10.50 am, me invadió la preocupación ya que solo estábamos menos de 100 manifestantes, entre los que llegaron primero pude saludar algunos compañeros del bachillerato y de la universidad, lo que me dio gusto ya que tenía rato de no saber de ellos. Y lo que comentamos fue en el sentido de que se tenía hasta ese momento se veía muy poca convocatoria. Nos formamos para iniciar y por ende nos tocó hasta adelante. Fue en ese momento cuando mi vecina Blanca Jiménez nos invitó a que marcháramos junto de ella y frente a nosotros se extendió una lona que gustosos apoyamos en cargar con varios poblanos más que decía “Solo está derrotado aquel que ha dejado de luchar “. Y en un abrir y cerrar de ojos y siendo aproximadamente las 11:20 am como en los partidos de futbol del equipo Puebla de la Franja, que en el último minuto antes de que inicie el partido llegan todos los aficionados y se llenó de inconformes la Avenida Reforma de la 11 a la 13 sur de cientos de poblanos, ahí nos enteramos que la ruta inicial que se pretendía del Reloj del gallito al Zócalo poblano, no se había autorizado por un maratón atlético que solo unos días antes se había organizado. Qué raro acontecimiento. Con el cambio de ruta ahora se avanzaría del Reloj del gallito a la Avenida Juárez hasta la 25 sur. Esa primera calle ya se encontraba a reventar por lo que tuvimos que iniciar la marcha para dar cabida a los poblanos que iban llegando y se iban incorporando. Y empezaron a escucharse las consignas como: “Seguridad”, “Ni Fifis ni Chairos todos somos mexicanos”, “El Peje y Barbosa la misma horrible cosa”; y muchas más. También hubo cientos de pancartas que portaban los inconformes de este primer año de AMLO con reclamos por sus pésimos resultados. En la calle 15 sur dimos vuelta hacia la izquierda para avanzar después por la Avenida Juárez, todo un reto ya que en el nuevo trayecto son casi 3 kilómetros en línea recta sobre la Avenida Juárez, con lo que presumo que pretendían tanto el gobierno estatal como el municipal, que con esta nueva ruta de la marcha se viera una pírrica asistencia. Al llegar a la Juárez no alcanzaba yo a ver hacia atrás, pero por las consignas sabía que la marcha ya estaba nutrida. Al finalizar en la 25 sur escuchamos por el sonido que avanzáramos hacia los lados para que dejáramos llegar a los que venían después de nosotros. En ese momento y a regañadientes de los que estaban en el templete me subí en el solo unos segundos para ver la longitud de la marcha y grata fue mi sorpresa que los últimos manifestantes se encontraban en el Paseo Bravo, lo que significa que se llenó la Avenida Juárez. La marcha para mi termino después de entonar la letra de nuestro himno nacional un momento muy emocionante por lo que significan sus estrofas para este México contemporáneo. Después de ello me retire con mi esposa a nuestro hogar. 

Yo no sé cuántos fuimos, los optimistas calculan 5,000 asistentes, los no tan optimistas 3000, algunos medios de comunicación que en el sexenio pasado eran Gali-Morenistas y ahora son Barbosistas dicen que 500. Lo importante es que la inconformidad se vio en las 50 ciudades más importantes del país. Ojalá sirva esto, para que el presidente de nuestro país se dé cuenta que hay que corregir acciones de gobierno… lo que dudo, ya que el día de hoy solo se dedicó a lo que hace muy bien que es polarizar el país y descalificar los resultados que no le favorecen.