Para acompañar a un gran amigo, Alberto Atilio Peralta Merino, por el fallecimiento de su distinguido Señor padre.

Wikipedia menciona que la existencia del matriarcado fue mencionada por teóricos del  evolucionismo en el siglo XIX; refiere una sociedad en la que las mujeres tienen un rol central de liderazgo político, autoridad moral, control de la propiedad y de la custodia de sus hijos, es decir, un estado de dominación femenina en contraparte del patriarcado,  estado de dominación masculina; pero los estudiosos comentan que el matriarcado es un mito ya que las sociedades realmente existentes donde las mujeres tienen un lugar distinto al patriarcal son llamadas matrilineales, matrilocales o matrifocales.

Las fotografías que vimos de La Marcha Feminista denominada “Ni Una Menos” y “Por los que no están” Contra la Violencia de Género en la CDMX el pasado 25 de noviembre, son evidencia de los destrozos que causaron a su paso. Las jóvenes de hoy que luchan, con razón y fuerza, por sus derechos a vivir sin violencia, desgraciadamente, siguiendo las mismas formas que tanto critican en los hombres en este estado de dominación masculina.

Si pudiéramos imaginar un matriarcado, ¿cómo sería la actuación de las mujeres en marchas o manifestaciones, en un supuesto que sucedieran? ¿Podríamos imaginar otra manera en que las mujeres actuaran sin imitar a los hombres? ¿Cómo sería lo femenino de esas sociedades? ¿Cómo, sus marchas? Los hombres de todas maneras existen, y no habría línea materna sin su participación, y hay que diferenciarnos.

En el esquema de la dominación del hombre se habla del “Hombre alfa” y el “Macho alfa”, éste último, el depredador supremo, habiendo una abismal diferencia entre uno y otro. En este marco se habla también de la “Mujer Alfa” que como mujer cumple todo los requisitos del “Hombre Alfa”: estar hasta arriba en el estatus social y romántico; personas muy deseadas con atributos positivos, sexualmente atractivas, independientes, ambiciosas, seductoras, nobles y honestas. En referencia al “Macho Alfa”, dentro de sus aspectos están: desprecio por las reglas, egoísmo, arrogancia, rivalidad intensa, perfeccionismo, terquedad, baja autoestima, rudeza, negligentes, dominantes y dificultad para aceptar sus errores. Aquí están las “Machas Alfa” como depredadoras supremas en perfecta imitación del “Macho Alfa” del que se quieren diferenciar y deslindar en sus actos.

El problema de un cierto feminismo en México es que está estructurado sobre el patriarcado, por lo que tienen las mismas actitudes y acciones que los machos; son machas, no mujeres y eso es lo que vimos el pasado 25 de noviembre; y de seguirse repitiendo, para contrarrestar sus efectos habrá que hacer marchas contra la violencia DE las mujeres, en las marchas contra la violencia HACIA la mujer.

Hay que darle cabida a lo que dicen los que saben “que es un mito”; el matriarcado, para inventarnos, como mujeres, nuevas formas de manifestarnos, desmontando esa burda imitación del patriarcado.

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